"Westworld" S01 (2016): inteligencia artificial en su máxima expresión
La idea de la inteligencia artificial es algo que a todo ñoño llama la atención. El concepto está presente desde que tengo uso de razón en nuestras pantallas. Desde la dulce y demoniaca niña del vestido rojo hasta el mismo T-800, pasando por el hombre bicentenario o el chico que busca a su mamá. Inteligencia artificial en contextos diferentes, pero que abordan la misma temática.
La A.I. es mi segundo fetiche favorito, después de los Viajes en el Tiempo, y verlo reflejado en una serie como West World, lo hacía algo que no podía escapar de mi atención. Más aún cuando está interpretada por actores potentes, con gran trayectoria, y que aseguran al menos algo interesante de evaluar.
Esta reseña es el resultado de la propuesta que me hicieron los chicos de MV52, y que gustosamente he aceptado para invitarlos a ver esta gran serie, que tiene muchos elementos que han captado poderosamente mi atención.
¡Vamos al parque de vacaciones!
Entrando al detalle, West World es una serie producida y emitida por HBO, creada por Jonathan Nolan y Lisa Joy, basada en la película homónima de 1973, escrita y dirigida por el novelista estadounidense Michael Crichton, especialista en fantasías de ciencia real (ER, Jurassic Park). La primera temporada consta de 10 episodios, y el primer capítulo fue estrenado en octubre de 2016. En Chile se emite todos los domingos a las 23 horas por el canal HBO de su cable operador favorito.
La trama comienza y sigue su desarrollo en un parque temático llamado West World, donde se vende al cliente, experiencias inolvidables, que cambiarán sus vidas por completo. La ambientación del parque es el lejano oeste, con mucha tierra, caballos, pistolas, bares, malos, buenos y prostitutas. En este parque la atracción son humanos “animatronics”, muy reales, a los cuales puedes golpear, amar, follar y matar sin ningún tipo de remordimiento, pues están ahí para que los invitados puedan vivir una historia especial, memorable y llena de emociones. Solo debes dejarte llevar por la trama, que está programada en cada uno de estos Anfitriones, como se les denomina a los nativos del parque, y así disfrutar de la aventura que tú decidas.
West World recibe a Huéspedes adinerados, pues este parque es privativo económicamente hablando, por lo que lo hace un gran negocio. Y ya sabemos que cuando hay mucho dinero de por medio, el asunto siempre tiende a complicarse. Este es el contrapunto que nos muestra la serie, pues por un lado tenemos a una directiva que maneja el negocio, y por otro lado tenemos a los creadores del parque. Esta pugna entre creadores y directiva de West World es uno de los arcos centrales de la serie. En medio de esta disputa, creativa/legal/económica, nadie se ha percatado que los Anfitriones están “sintiendo” cosas nuevas, lo que nos lleva a que todo se vuelva más que interesante. Ellos serán los primeros en experimentar emociones y entender que la realidad que los rodea no es tal, dándose cuenta que están atrapados en ciclos que se repiten constantemente, básicamente para ser utilizados por, en algunas ocasiones, inescrupulosos clientes. La toma de conciencia de esta situación, por parte de estos “robots” empieza a generar en un principio angustia, desesperación y hasta impotencia, pero con el paso de los capítulos, todo lo anterior se transforma en un motor que empoderará a los Anfitriones, alterando su programación, y haciendo que su nuevo comportamiento replique incluso al de un Huésped, volviéndolo impredecible.
De las cosas que me han agradado y merecen destacar, son las actuaciones. En West World podemos ver a un Anthony Hopkins y un Ed Harris sólidos, con interpretaciones creíbles y extremadamente enigmáticas. Los secundarios también están más que correctos y especialmente quisiera destacar a los personajes de Dolores (Evan Rachel Wood) y Bernard (Jeffrey Wright), que llevan sus propias líneas argumentales, pero que se unen esporádicamente. Son muy distintos en un principio, por el papel que juegan en el parque, pero que al parecer tienen muchas cosas en común. Y no olvidar a Maeve (Thandie Newton), que seguirá un camino particular en esta aventura, en busca de la verdad que hay detrás de este parque de atracciones.
Los viejos enigmáticos.
Para terminar, debo mencionar el ritmo de la serie, que si bien puede parecer un tanto cansino en un principio, si tenemos tiempo y queremos disfrutar de buenas actuaciones, veremos que a medida que pasan los episodios, más nos vamos metiendo en la mente de los personajes, proyectando escenarios y sucesos, que sin duda nos dejarán enganchados. No me gustaría contar parte de la trama, pues entiendo que disfrutar virginalmente una serie es lo mejor, por eso, retomaré más detalles en la reseña del episodio 08 (en la sección Smallscreen de los martes en el sitio), que se emite este domingo 20 de noviembre y que me permitirá dejarles impresiones y como se proyecta el final de temporada de West World.
¡Nos vemos!
Autor: mett