Orígenes Escuetos: Wonder Woman
Año 1941. Un joven reportero está sentado en una cómoda silla con libreta en mano. En frente tiene a William Moulton Marston, psicólogo de la Universidad de Harvard que acababa de inventar un aparato para diferenciar la verdad de la mentira: el polígrafo.
William Moulton Marston: …Y por medio de la presión de la sangre, mi aparato es capaz de decirnos si el sujeto en cuestión está mintiendo o dice la verdad. Es un proceso muy simple, la verdad.
Reportero: Caray, señor Marston, parece un aparato muy útil para los juicios o para saber si mi actor de cine favorito dice la verdad en sus entrevistas.
WMM: La idea es usar el aparato donde más se requiera.
Reportero: ¿Y qué planea hacer después? Ahora que su patente ya ha sido procesada, supongo que podrá tomarse un año sabático o algo por el estilo.
WMM: La verdad, muchacho, es que he sido llamado por un señor llamada Max Gaines. Es editor de National Periodicals y quiere que le asesore educacionalmente para editar sus revistas para niños.
Reportero: Interesante, señor Marston. ¿Me podría decir…?
El entrevistador es interrumpido por el grito de una mujer.
Elizabeth Holloway: ¡¡WILLIAAAM!! ¡¡WILLIAAAM!! LOS PLATOS SIGUEN SIN LAVAR.
WMM: Oh, disculpe, mi esposa Elizabeth es un poco efusiva cuando se trata de…
EH: William, ¿hasta cuándo te llamo y no me contestas? Te pedí que lavaras los platos mientras yo iba a la universidad y te veo aquí en la sala hablando con este muchachito y los platos siguen sucios.
WMM: Eh, oh, eh, Elizabeth, me están entrevistando de una revista de psicoanálisis y…
EH: ¿Es por lo del polígrafo? ¿Le dijiste que yo te di la idea de la presión de la sangre?
WMM: Sí, mi vida…
EH: Cada vez que se escapa a beber con sus amigos le pregunto dónde ha ido. Y siempre cuando miente se pone colorado y se le asoma una vena en la frente. Así siempre lo pillo. Es un pésimo mentiroso.
El reportero termina de escribir rápidamente en su libreta y se para de su asiento.
Reportero: Ha sido un placer, señor Marston. Con esto tengo suficiente para mi nota.
WMM: Si tiene más preguntas no dude en hacérmelas llegar.
Reportero: No se preocupe.
El reportero se va y Marston cierra la puerta de su casa tras de él.
WMM: Pero Beth, te dije antes de ayer que hoy tenía una reunión importante.
EH: Sí, pero me dijiste que lavarías los platos antes de que yo llegara de la universidad. Las niñas están en el colegio y van a llegar con hambre a cenar. Esa era tu obligación… tus compromisos debes cumplirlos.
WMM: Sí, tienes razón. Lo siento.
Marston la agarra de las caderas y le da un tierno beso en el cuello.
EH: Basta, William, que no son horas para esas cosas. ¿Cómo te fue en la entrevista con Gaines? ¿De qué se trata ese trabajo de editor?
WMM: No es un trabajo de editor. Es un trabajo de asesor. Quiere que supervise sus historietas para poder darle contenidos educacionales. Le propuse crear un personaje para que tuviera aventuras con Superman y Batman.
EH: ¿Y ya pensaste en uno?
WMM: Sí, es un dios que ha caído en la Tierra y tiene una especie de complejo de Edipo. Se dedica a salvar a la gente mientras lucha por el amor de su madre.
EH: Mi amor, eso no suena muy educacional. Además… ¿otro personaje masculino más? Esas revistas están llenas de tipos en mallas de luchador que levantan autos o saltan edificios. Deberías hacer algo distinto.
WMM: ¿Y qué sugieres?
EH: ¿Qué tal una mujer?
WMM: Jajajajajajajajajajajajajajaja… guajajajajajajajajaja
Marston se detiene al ver la mirada seria de su esposa.
WMM: ¿Hablas en serio?
EH: Por supuesto. Piensa, vas a crear otro personaje que se parece a tantos otros y va a quedar relegado a un tercer lugar. Ya tiene que competir con Superman y Batman. No vas a ganar en popularidad si presentas otro personaje parecido. Tienes que hacerlo diferente. Muy diferente. Radicalmente diferente.
WMM: Creo que tiene razón tu lógica. Mal que mal, soy un psicoanalista, no pintor de segunda.
De repente, la puerta de la casa se abre y entra Olive Byrne. Aquí hay que hacer una aclaración: si bien Elizabeth era la esposa de William, este también tenía una relación con Olive. Los tres vivían felices, así que no veo mayor interés en ahondar en esto. Lo importante es que eran mucho muy felices.
Olive Byrne: ¿Como están mis amores? ¿Las niñas llegaron del colegio?
EH: No, aún no, están en el colegio. Hoy salen un poco más tarde.
OB: ¿Y cómo te fue en la universidad?
EH: No muy bien. El decano dijo que iba a revisar mi paper, pero no lo vi muy interesado, la verdad.
OB: Él se lo pierde. Creo que te va a ser difícil publicar un estudio que se llame “El abuso en las instituciones educacionales: 200 años de reinado artúrico” en alguna institución con un decano hombre. ¡Si todos son hombres!
WMM: No hay que perder la fe. ¿Y cómo te fue a ti en la universidad, Olive?
OB: Pan comido. El profesor está usando los mismos apuntes que me diste, así que básicamente leo la noche anterior cada clase y me adelanto. Seguro hace las mismas pruebas. ¿Y qué hacen ahora?
EH: William tiene que crear un personaje para una historieta infantil. Y le estoy dando ideas.
OB: ¿Y qué tienen?
WMM: La verdad, no mucho… recién estamos empezando. Beth sugiere que sea mujer.
OB: ¡SÍ! TIENE que ser mujer… O mejor aún, ¡UNA DIOSA!
EH: Tiene que ser más inteligentes que ese Batman y más fuerte que Superman.
Marston comienza a escribir en su libreta mientras las dos mujeres hablan sobre el nuevo personaje.
OB: Tiene que ser un modelo femenino. Alguien que se vea capaz de ser lo que ella quiera. Presidente, soldado, estrella de cine… lo que ella quiera.
EH: ¿Qué tal si es una diosa griega que hace de embajadora del Olimpo aquí en este mundo?
OB: Sí… y que se codee con políticos y líderes mundiales, enseñándoles que las mujeres podemos hacer las cosas igual o mejores que los hombres.
EH: Incluso podría combatir a ese tal Adolf Hitler del que tanto se habla en Europa.
OB: Lo podría llevar a la O.N.U. para que le hagan un juicio.
EH: Y sería a prueba de balas… Podría usar unos brazaletes como los que lleva Rita Hayworth, pero mejores.
OB: Okay, okay. Tiene que ser una enviada de los dioses. Sabia como Atenea, fuerte como Hércules, rápida como Hermes…
Ambas: ¡Y BELLA COMO AFRODITA! ¡Ajajajajaja!
Ambas mujeres no podían parar de hablar, dándose ideas de cómo debería ser la heroína perfecta, la mujer indomable y por sobre todo, el tipo de mujer que debería gobernar el mundo.
OB: Y tiene que tener un avión. No veo por qué una mujer no pueda ser piloto de un avión.
EH: Por supuesto.
WMM: Vaya, de verdad tengo mucho material para trabajar…
Ambas mujeres se miran y se ríen de manera cómplice.
EH: Claro que sí, William. ¿Por qué no traspasas todo lo de tu libreta a la máquina de escribir mientras que nosotras preparamos la cena? Las niñas ya deben estar por llegar.
WMM: Sí, voy a mi estudio. A Gaines le va a encantar la idea que le llevo… Seguro que gano unos dólares extras por esto.
EH: Claro que sí, mi amor. Ahora ve.
Marston camina mirando su libreta mientras se dirige hacia su estudio para redactar, mientras que Olve y Elizabeth quedan solas.
OB: Se ve tan tierno cuando se pone a escribir. ¿Crees que quede algo de todo lo que hemos hablamos?
EH: Claro que sí. William es bueno escribiendo y también escuchando.
OB: Pero me preocupa que ese editor no acepte esta idea. Puede que sea muy radical para esta época. Quizás en diez años más…
EH: William es bueno escribiendo y escuchando, pero es aún mejor vendiendo sus ideas a otros. De no ser por esa habilidad, no estaríamos juntas. Él y sus “locas” ideas poliamorosas.
OB: Je je. Es un buen hombre.
Dedicado a todas las Wonder Woman, y a los que supieron escucharlas.