Orígenes Escuetos: The Batman
New York, EE.UU., 1939. Un viernes cualquiera. Sentado afuera de la oficina de Vin Sullivan, un nervioso Robert Khan mira el reloj justo arriba del escritorio de su asistente. De repente, la puerta de la oficina de Sullivan se abre y un joven delgado sale con una carpeta llena de papeles y dibujos. Ese era Jerry Siegel, que acababa de mostrar los nuevos capítulos para Action Comics del próximo mes. Robert trata de distinguir algo entre los papeles del muchacho, pero no consigue nada. Su esfuerzo es interrumpido por la asistente de Sullivan.
Asistente: Ya puede entrar, señor Khan.
Robert Khan: Gracias.
Khan entra y se mantiene de pie, mientras Sullivan firma incómodo unos papeles que parecen importantes. Al terminar su labor, Sullivan mira de arriba a abajo a Khan y le pide que se siente.
Vin Sullivan: Siéntate, muchacho, que no somos un cuartel militar. ¿Te ha dicho mi asistente para qué te he llamado?
RK: No, solo me dijo que quería que viniera hoy a verlo.
VS: Típico de ella. Típico de las mujeres, en realidad. ¿Sabías que hace 100 años no podían votar? Ahora pueden hacer lo que quieran. Este país se está yendo a la mierda, muchacho. Pero hablemos de negocios. Mira. Hace un año, nos dedicábamos a publicar tiras de vaqueros e indios e historias de amor. Eran fáciles de producir y se venden relativamente bien. Los niños aman esas historias, pero de pronto nos llegó una historia de otro tipo. No era de vaqueros, ni detectives, era algo completamente distinto.
RK: ¿Es ese “Superman” al que se refiere?
VS: Muy perspicaz, muchacho. Me agradas. Superman se vende como pan caliente, más que cualquier historia de vaqueros, y quiero otro personaje similar. Quiero otro súper hombre para mi revista Detective Comics.
RK: ¿Para cuándo lo quiere, señor Sullivan?
VS: Pues para ayer, muchacho. Ja-ja-ja. No, lo quiero lo antes posible. Para este lunes sería ideal.
RK: Ese es muy poco tiempo.
VS: Mira, muchacho, te llamé por recomendación de Will e Iger, que me dijeron que trabajaron contigo un tiempo. No te voy a mentir, tuve esta reunión con veinte personas más, así que no corres solo en esta carrera. Will Eisner es un puto rebelde y altanero, pero tiene buen ojo para estas cosas y te recomendó.
RK: No se preocupe, señor Sullivan.
VS: Ahora fuera de aquí, tengo revistas que publicar.
Khan sale rápido de la oficina de Sullivan. Ya en la calle corre como Superman a una cabina de teléfonos pública y con unos centavos llama a su “amigo” Bill Finger. Aquí hay que hacer un paréntesis. Bill y Robert se conocieron cuando este último estaba comprando zapatos. A Khan le acomplejaba que su pie calzara 36. De niño, sus amigos lo molestaban apodándolo “pie pequeño” mucho antes de que este apodo se convirtiera en la franquicia cinematográfica multimillonaria que es hoy. Así que cada vez que Khan necesitaba comprar zapatos, era una tortura. Eso se acabó cuando se encontró con Finger en una tienda del centro. Finger era un frustrado escritor atrapado en el empleo de vendedor de zapatos que no le gustaba. Cuando Khan le mencionó que era escritor y dibujante —claramente para hacerse el superior ante el vendedor— Finger no pudo más que hacer buena migas con él, a tal punto que abandonó su trabajo para escribir junto a Khan en esa nueva moda que eran los cómics.
RK: ¡Bill! Mira, me reuní con el señor Sullivan y quiere un nuevo personaje para la revista Detective Comics. Reúnete en mi casa lo antes posible. Tengo un par de ideas que discutir contigo.
Otra aclaración. Cuando Khan dice que se reúnan en su casa, en realidad no es su casa. Khan aún era un pobre niño judío que estaba atrapado en la depresión de los años treinta, pero suena bien decir “mi casa” de vez en cuando, ¿no?
Bill Finger: Me costó un mundo llegar, Robert, al bus se le pinchó un neumático y el chofer no quiso devolver el dinero del pasaje. Es un caos en las calles.
RK: No te preocupes, Bill, estoy acostumbrado a tus retrasos. Mira, hablé con Sullivan y nos dio esta oportunidad de trabajar con él, pero quiere un personaje nuevo para su revista Detective Comics e hice unos bocetos antes de que llegaras.
BF: Veamos qué podemos hacer. Estoy muy emocionado.
RK: Esto es en lo que he estado trabajando.
Khan Levanta un papel con unos dibujos muy familiares.
BF: Oye, pero Robert… ¿Ese no es Flash Gordon?
RK: ¿A qué te refieres?
BF: O sea, míralo. Es rubio, mentón pronunciado, traje rojo. Es igual a Flash Gordon.
RK: A mí no me parece que se vea como Flash Gordon, además Flash Gordon no tiene alas.
BF: Pero el Príncipe Vulkan sí las tiene. La verdad es que hay mucho de Flash Gordon ahí. No creo que…
RK: ¡NO ES FLASH GORDON! Se llama Bird-Man, ¿okey…? ¡BIRD-MAN!
BF: Okey, okey. No era mi intensión alterarte, Robert, pero tampoco quiero arruinar el trabajo. Quizás debamos guardar a Bird-Man un poco. Cuando tengamos el contrato fijo lo sacamos como otro personaje. ¿Qué te parece?
RK: …
FB: Vamos, Robert, no hagas pucheros…
RK: …
BF: Vamos, Robert, pongámonos a trabajar y te prometo que Bird-Man se convertirá en un gran éxito en el futuro, pero ahora tenemos que crear algo para Detective Comics. Es un cómic de detectives, quizás Bird-Man no encaje con la temática de la revista.
RK: Puede que tengas razón… Bueno, y ¿qué hacemos?
BF: Tenemos que crear un detective, pero algo distinto. No como los de ahora, algo más oscuro.
Khan comienza a dibujar y luego de unos minutos le muestra su boceto a Finger.
BF: ¿Ese no es Dick Tracy?
RK: No puedo trabajar contigo, Bill, tal vez no debería haberte sacado de la zapatería dónde estabas. Eres tan negativo.
BF: Pero Robert, si es igual a Dick Tracy. Hasta la gabardina es amarilla. Tenemos que hacer algo nuevo, no copiar lo que ya se ha hecho. Podemos inspirarnos, quizás, pero no copiar todo directamente. Somos creadores.
RK: Bueno, pero guardaré este personaje para otra ocasión… Quizás lo llame, no sé... Tracy Dick o algo así.
BF: Tiene que ser un detective, pero que no sea parte de la ley. No tiene que ser policía. ¿Has leído El Zorro, Robert?
RK: ¿Es ese que tiene dos pistolas y una narizota?
BF: Ese es La Sombra… no, El Zorro es un justiciero que siempre ayuda a la gente de Los Ángeles. Es una buena historia de acción, pero le falta algo y creo que ese toque de detectives es lo que le falta.
RK: Entonces, este Zorro, ¿cuáles son sus poderes?
BF: El Zorro es una persona normal, todas las autoridades corruptas de California le tienen miedo, el miedo puede ser un arma. Yo le tengo miedo al desempleo, ¿y tú?
RK: A no triunfar cuando me vaya a Hollywood. O a los vampiros, ¿has visto esa película de Lugosi cuando el vampiro sube por la ventana y le chupa la sangre del ojo al protagonista y que la gitana lo había predicho?
BF: Sabes, esa no es mala idea. Pero podría ser un murciélago en vez de un vampiro. Un hombre que se viste de murciélago para asustar a los criminales. Incluso podríamos ponerle esas alas que copiaste de Leonardo da Vinci.
RK: ¿Copié?
BF: Dibújalo así: ponle un traje negro, con capucha que le cubra completa la cara. Nadie tiene que reconocerlo, así que también cubre sus manos con guantes. Y orejas en la capucha, para que parezca un murciélago. Botas y cinturón.
Robert Khan se pone de nuevo a dibujar, esta vez siguiendo las instrucciones de Finger. Cuando termina le muestra el resultado.
BF: Se ve genial. Pero dejaría los ojos blancos. Así le da más misterio y sensación de peligrosidad. El señor Sullivan dijo que quería que fuera como otro Superman, así que creo que tenemos darle un origen y una identidad secreta.
RK: Que sea periodista o fotógrafo y listo. Ya tenemos la imagen, es todo lo que importa.
BF: No, tenemos que darle un trasfondo o no va a funcionar… Superman tiene la tragedia de que todo su planeta fue destruido, quizás sea bueno darle algo de eso al personaje. Que sea un personaje que se mueva por la venganza.
RK: Mi papá es periodista y dice que lo más le duele es imprimir esas defunciones. Puede que haya perdido a alguien… un periodista que perdió a su familia y quiere vengarla.
BF: Creo que podemos refinar un poco eso. Sabes, yo siempre ando corto de plata, pero sé que el dinero no te da la felicidad. Podría ser la historia de un millonario que pierde su familia y usa todo su dinero para capturar criminales.
RK: Eso suena muy profundo para un cómic. Esto lo leen niños de diez años y no creo que nadie adulto los lea…
BF: Sí, no creo que nadie cercano a sus treinta lea este tipo de historias, pero aún así creo que no debemos tratar a los niños como tontos. Dejemos su origen como una nota al pie y sigamos trabajando. Tenemos que definir la cuidad en la que vive, sus amigos y enemigos.
Así es como ambos trabajaron todo el fin de semana definiendo la historia del personaje y todo su entorno. El domingo a las once de la noche dan el trabajo por terminado.
RK: ¿Y cómo vamos a llamarlo, Bill?
BF: No se me había ocurrido eso… No sé, pongámosle The Bat, suena misterioso.
RK: No, pongámosle The Bat-Man… así suena mucho mejor y suena parecido a Super-Man.
BF: Tiene razón, Robert, suena mucho mejor. En fin, estoy cansado y creo que me voy a ir caminando a mi casa. Mañana me avisas cómo te fue en la reunión con el señor Sullivan. Adiós, Robert.
RK: Nos vemos, Bill.
Lunes al mediodía…
BF: Robert, te estaba esperando. ¿Cómo te fue con en la reunión con el señor Sullivan?
RK: Genial, Bill, genial. Le encantó la idea y quiere seis páginas mensuales para Detective Comics. ¡SEIS! Vamos a ser millonarios… Incluso me ha hecho firmar un contrato.
BF: Genial, genial. Le voy a contar a mi esposa, le va a encantar la idea. Al fin vamos a poder mudarnos del apartamento en el que estamos. Vamos a poder comprar pan para la cena… oh, ya me imagino su rostro.
RK: Yo ya me imagino comprándome un buen vino… jajaja…
BF: Déjame ver el contrato. Oh, genial, dice seis páginas mensuales… y retuviste los derechos del personaje… eso es impresionante. Oye… pero me asalta una duda acá en la firma. ¿Quién es Bob Kane?