MR - "Superman" #006: por la verdad, la justicia… y la familia
Aviso de Spoilers: La reseña que sigue a continuación trata los sucesos más recientes de la serie revisada, por lo que puede desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Número final del primer arco guionizado por Tomasi y Gleason. Y qué final. Superman ha vuelto para defender la verdad, la justicia… y la familia. ¿No es eso una mejora?
SUPERMAN #006
Editorial: DC Comics
Publicación: 07/09/2016
Guion: Peter J. Tomasi, Patrick Gleason
Arte: Patrick Gleason
Reseña: Oconowoc
9 / 10
Superman hace las paces con los habitantes de Kripton atrapados dentro del Erradicator, y estos le dan control total: Full POWAH!!!
Pienso que era necesario que el personaje tuviera contacto con uno de los elementos claves que componen su propio mito. Y los guionistas hacen un buen trabajo al usar este elemento como una excusa para hacer volver al Erradicator, ser conocido por su mirada purista con el legado de Krypton. AL principio de la saga pensé que era la solución mas floja que habían encontrado, pero el resultado final es bueno: Superman debe tener a Krypton en su ADN y en sus recuerdos siempre.
También creo que en este punto, los temas de debilitamientos planteados por Dan Jurgens en su miniserie de Lois y Clark quedan atrás y al fin podemos decir que tenemos al verdadero Superman con todas sus letras. De hecho, el mismo cómic nos lo dice abiertamente en las palabras de Lois: cuando se trata del hombre de acero, nadie se le puede acercar. Y eso es lo mejor del número, Tomasi y Gleason dejan más que claro que este mundo está preparado aun para el Superman de la vieja guardia y actualizan su credo –ese que rezaba por la verdad, la justicia y el estilo de vida “americano”- por uno mucho más universal y ajeno a cualquier nación. Superman pertenece al mundo y este debe aceptarlo tal como es y no cambiarlo según la época. Superman sirve en 1938 como en el 2016 y es lo que los fans queremos.
El dibujo de Gleason está a la altura de la ocasión —en realidad ha sido bueno en toda esta saga— y las tintas de Mick Gray le terminan de sentar bien a unos trazos a veces muy simples y otros mucho más detallados. Gleason recupera mucha fuerza en el tramo medio del cómic, que es la parte medular del mismo, donde la fuerza de la energía casi es palpable fuera del papel y es como si estallara en la cara.
Al final del día, el cómic recupera el status quo que Superman no debió perder nunca, con mucho imagen clásica del personaje —el regalo de las llaves de la cuidad es quizás la más icónica junto con cierta pose lunar— y nos deja la incógnita de que pasara con Jon. Tiene sus poderes y su padre lo ha criado bien, y el mismo Clark cree que está listo para cosas superiores. ¿Qué va a hacer DC con Jonathan Kent? Creo que eso se verá en el futuro de esta colección. Síganla.