MR - "The X-Files" #005: nunca me entero de nada
Aviso de Spoilers: Las reseñas que siguen a continuación tratan los sucesos más recientes de las series revisadas, por lo que pueden desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Continuamos descubriendo más de algunos oscuros secretos de la familia Scully en este episodio que finaliza el arco argumental "Ishmael".
THE X-FILES #005
Editorial: IDW Publishing
Publicación: 24/08/2016
Guion: Joe Harris
Arte: Menton3, Andrew Currie
Reseña: Eduardo Álvarez
Tenemos entre manos un número que en resumidas cuentas podemos calificar como extremadamente irregular, tanto en su calidad en relación a las otras entregas de la serie como al analizar de forma individual, escena a escena, el contenido de estas páginas. Y es que después de llegar a la ultima viñeta, se puede afirmar que la resolución de la trama planteada a partir del número anterior es desilusionante.
Ya sabemos que Joe Harris conoce a fondo a los personajes, cosa que queda patente dotándolos de caracterizaciones y diálogos fieles, a la par de presentarnos a un antagonista que en algunos planos nos pone los pelos de punta. Su escritura logra transmitir la angustia de sus momentos mas dramáticos, en especial aquellos en que el foco está en Scully o en su padre, y nos divierte con la conversación entre Mulder y Skinner acerca de literatura clásica y procedimientos policiales. Pero donde falla realmente es en dotar de mas sustancia a la trama, y principalmente en dar una explicación satisfactoria al conflicto, pues prácticamente no nos enteramos de nada. No tenemos datos reales de las razones del comportamiento del acosador de Scully y del por qué parece ser capaz de "canalizar" a su padre. Se siente como que a Joe Harris se le acabaron las páginas para terminar de contar la historia, lo que es extraño dada su vasta experiencia. En fin, esperemos que en algún momento del futuro se vuelva a tratar el tema y quizá con una explicación mas satisfactoria se vuelva un argumento más memorable.
Lo anterior también se puede aplicar a la labor del dibujante, Andrew Currie. Su desempeño raya en la bipolaridad, pues pasamos de viñetas muy decentes —algunas me recordaron el trabajo de Jae Lee—, como las de Scully, a una horrenda caracterización de rostros en los paneles en que aparecen Mulder y Skinner. La falta de fondos en las viñetas tampoco contribuye a dotar de mayor ambientación. Si no estuviese explicitado en los créditos, cualquiera podría pensar que el número fue dibujado por 2 artistas. Gracias por su participación, señor Currie, pero esperamos que regrese pronto el dibujante titular, Matthew Dow Smith.