"Suicide Squad" (2016) de David Ayer: Fresh Prince of Belle Reve
La nueva apuesta de Warner Bros. es una película protagonizada por criminales de poca monta, gente que en el papel no tiene nada que perder, algo que parece que al estudio le hizo eco en sus planes de llevar su nuevo “Universo Cinematográfico” usando las propiedades de DC Comics —ahora llamada DC Entertaiment— y que partió con la tibia Man of Steel.
Suicide Squad cuenta la historia de un grupo de criminales reunidos por Amanda Waller, agente del gobierno que, con la excusa de tener un plan de apoyo cuando necesiten ciertas habilidades meta-humanas, crea la división Task Force X.
Waller tiene pase libre gracias a su primer recluta, The Enchantress, una bruja ancestral que posee el cuerpo de June Moon, una arqueóloga que descubrió su tumba. A la bruja se le unen Deadshot, un asesino a sueldo que nunca falla un disparo; Killer Croc, un deforme caníbal que se asemeja a un reptil; El Diablo, un pandillero con poderes sobre el fuego con ansias de redención; Captain Boomerang, un ladrón de bancos con una inquietante preferencia por los boomerangs como armas; Slipknot, con la sorprendente habilidad de escalar cualquier cosa; y Harley Quinn, la novia del capo mafioso apodado como el Joker.
La excusa para que estos criminales cooperen viene de que cada uno posee cierta debilidad que arrastran —y que Amanda Waller explota muy hábilmente— y por supuesto la garantía de conmutar sus condenas por misiones realizadas. Para guiarlos en el campo estará Rick Flag, militar condecorado y patriota idealista, y su guardaespaldas personal, la asesina mística llamada Katana.
Todo esto en el papel suena bien, pero como es tradición en este tipo de películas, algo sale mal en el camino y es deber de este Suicide Squad arreglarlo.
La verdad es que no puedo ocultarles el hecho de que fui a ver Suicide Squad con unas expectativas bajísimas dadas las cruentas críticas con las que fue recibida por la prensa dedicada. Y creo que, a pesar de que las criticas tienen razón en varios aspectos, creo que el film también pone una importante cantidad de ideas interesantes sobre la mesa.
Partamos por lo bueno. El gran peso del film no recae sobre la historia que trata de contar, ni en los efectos especiales que muestra; recae en el carisma de sus personajes y cómo interactúan entre ellos. David Ayer logra manejar una extraña camaradería entre los miembros del escuadrón —un honor entre ladrones, según el mismo film— que es lo suficientemente dinámico como para sacar algunas risas. Will Smith como Deadshot tiene un particular estilo —algo del que pensé que no iba a funcionar— que es usado por Ayer como el de un rebelde con carisma y con cierto sentido del deber. Algo similar pasa con El Diablo, donde el código pandillero se entrecruza con el pacifismo adoptado por el personaje, que no quiere volver a matar por sufrir la maldición de manipular el fuego.
Pero quizás sea Harley Quinn el personaje con el que más se divierta la gente, dado que prácticamente sigue su propia agenda y le importan poco los mandatos de Waller y compañía. Su relación con el Joker, con modismos sacados directamente de la serie animada de Batman, quizás sea lo que más me interesó del personaje. Ahora es el Joker quien busca a Harley y no al revés, como era la tradición. Tiempos nuevos exigen cambios.
El personaje más interesante a mi gusto es el de Amanda Waller, una agente del gobierno que se mueve por los grises muy a gusto. Waller es la viva representación de “los medios para un fin” y sigue la misma tradición que en los cómics de John Ostrander se definió: una mujer de armas tomar, de carácter fuerte y capaz.
Rick Fag es quizás el más plano de todos, dándonos el típico soldado que sigue ordenes a pesar de cuestionarlas. En el último acto de la película adquiere un poco mas de personalidad, pero a esa altura el resto del casting ya lo ha eclipsado.
Del resto de los personajes se puede decir poco sin entrar al terreno del spoiler dada su poca participación, destacando las pocas pero divertidas intervenciones de Boomerang —una película donde no se pueda odiar a Jai Courtney es todo un milagro cinematográfico—. En este aspecto, cada personaje brilla lo suficiente como para no caer en el olvido.
Ahora viene lo no tan grato. A grandes rasgos la trama es tan predecible que siento que ni siquiera se molestaron en meditarlo dos veces. El antagonista es malo por las razones más básicas que se les puede haber ocurrido y su resolución es aún más básica. Creo que todo el tercer acto de esta película lo he visto tantas veces en otras producciones, que no tiene ni un solo sentido volver a verlo de nuevo. Esto quizás sea el mayor bajón que tenga Suicide Squad como un todo: todo el esfuerzo puesto en la caracterización de sus personajes es opacado por la insulsa trama, que empieza a restar minutos en la película.
Hablé un poco del trabajo actoral más arriba y de cómo el carisma de algunos daban un poco de diversión en la propuesta de David Ayer. Lamentablemente, el personaje que más flojo encontré es justamente el que no tiene que fallar en este tipo de producciones: el villano. De pocas frases y con un cero en personalidad, el antagonista termina en una especie de recurso obligado a la mala que nunca convence.
Pero lejos lo que es peor en el conjunto es cómo fue editada la película. Al principio se adopta una estética tipo videoclip para presentar a los personajes, pero después se nota que hay escenas que debieron estar en un orden diferente o que están en los trailers pero no en el metraje final. Francamente me importan poco los problemas que pueda tener la producción, mientras traten de tener una visión clara de lo que quieran obtener. Y aquí esto no pasa. Todo se torna confuso y las resoluciones que uno espera que sucedan terminan en nada o pasando abruptamente, lo que da un tercer acto —ese maldito tercer acto— tan descafeinado que termina decepcionando.
Al final se obtiene una especie de charquicán diluido donde lo más rescatable es el trabajo la mayoría de los actores —no todos rebosan carisma, lamentablemente— y que se transforma en los pedacitos de carne, lo más suculento del conjunto y tornando al resto del film en prescindible u olvidable.
¿Recomiendo ver Suicide Squad? La verdad es que a mí en particular me funciona este tipo de película por el carisma de algunos. Pero como escribí más arriba, fui con las expectativas muy bajas y termine riéndome de Harley, Croc y compañía. David Ayer tenia una filmografía basada en el suspenso policíaco y la camaradería criminal; Fury, Sabotage o End of Watch son prueba de ello, y es justamente donde brilla Suicide Squad como película, cuando sus pasajes dejan de lado el blockbuster de superhéroe y se mete más en los personajes y sus grises, cómo estos mismo personajes tratan de adaptarse entre ellos a sabiendas de que son malos y cómo no son tan monstruosos como la gente que se supone debe cuidar al resto. Recomiendo que la vean para que tengan su propia opinión. Tan mala como Green Lantern no es, eso no lo dudo.
PD: Lo más positivo que se puede sacar ahora es que la gente va a poder apreciar que el proceso de edición de una película es un arte y no algo técnico que pueda comprarse. Y eso sí que es positivo.