"Justice League Unlimited" S04E04 «Task Force X»: el Suicide Squad animado
Hablar de Justice League y Justice League Unlimited y todo el universo animado que DC Comics tuvo de la mano de Bruce Timm y su equipo, siempre es motivo de alegría. Lo cuidado de la historia y la continuidad que se le dio a medida que pasaban los años —haciendo cada serie muy rica en contenido—, sumado a la continua búsqueda de introducir elementos “perdidos” en los cómics editados en esos mismo años, dan como resultado un producto sumamente disfrutable tanto por los niños, principales consumidores de estos shows, como de los adultos, fans acérrimos de DC Comics.
La historia hasta aquí
Las primeras temporadas de Justice League se centraron en la formación y las aventuras del grupo compuestos por “los siete fundadores”: Superman, Batman, Green Lantern, Hawkgirl, Wonder Woman, J'onn J'onzz y Flash. La escala de los relatos se había aumentado respecto a las series individuales de Batman y Superman, dando la posibilidad de introducir más elementos y personajes en cada historia. Pero en todas estas historias, la alineación de la Liga siempre era contenida en estos siete miembros.
Este sistema duró dos temporadas, donde cada capítulo se hacía más grande y era necesario un cambio en la manera de abordar el relato. Así, el show pasó a llamarse Justice League Unlimited en su tercera temporada, e iniciaría el primer reclutamiento masivo de superhéroes —siendo la escena donde Green Arrow es presentado por primera vez el puntapié inicial— justificados por las crecientes amenazas que salían en cada capítulo.
Esta nueva Liga de la Justicia se hizo gigantesca, con cientos de miembros repartidos por todo el mundo, como sede central The Watchtower (La Atalaya en latinoamérica) que orbitaba alrededor de la Tierra y creando una fuerza casi imbatible de protección pero que no respondía a ningún gobierno. Y esto, por supuesto, creó anticuerpos para la Justice League, siendo el mayor representante de estos el Project Cadmus comandado por Amanda Waller. Además, del casi ilimitado poder que acumulaba esta Liga, el hecho de que hubiera múltiples realidades alternativas donde la Justice League se había apoderado del mundo y lo gobernaba con puño de hierro no ayudaba a la buena percepción de este grupo de superhéroes.
Sumando a lo anterior el hecho de que Lex Luthor estaba corriendo como presidente y el conocimiento de esas realidades alternativas por parte del gobierno de los Estados Unidos, todo esto termina por hacer actuar a este último contra la Liga, tratando de equiparar la balanza de poder.
Conozcan a la Task Force X
"Task Force X" es el cuarto episodio de la cuarta temporada de Justice League Unlimited —si usamos la denominación estadounidense que unen Justice League y Justice League Unlimited en un solo show— y es de los pocos episodios que no son narrados desde la perspectiva de la Liga misma.
En la correccional de Belle Reeve, Floyd Lawton, también conocido como el asesino a sueldo Deadshot, está siendo llevado a su ejecución en la silla eléctrica. Sin embargo, la ejecución es interrumpida por el coronel Rick Flag, quien quiere a Deadshot para ayudar en una misión de alto secreto.
Lawton es envenenado con una especie de nano-explosivos para asegurar su obediencia y es presentado al resto del equipo: la experta en explosivos Bette Sans Souci, también conocida como Plastique; el inventor George Harkness, también conocido como Captain Boomerang; y el experto en planificación Temple Fugate, también conocido como The Clock King.
Plastique hacía su debut en la continuidad del universo animado de DC, al igual que Rick Flag, pero el resto del grupo tenía ya apariciones anteriores. Deadshot había aparecido tratando de matar a Aquaman en el episodio S01E06 "The Enemy Below, Part I"; Boomerang apareció en un comercial de barra energéticas junto a The Flash en el episodio S02E13 "Eclipsed, Part I"; y The Clock King había aparecido como villano regular en Batman: The Animated Series. Todo esto aseguraba la compacta continuidad del universo animado de DC.
La misión del grupo a primeras líneas parece imposible: colarse en The Watchtower y robar el Annihilator para Tala y el Project Cadmus.
El capítulo es todo lo que se espera de un grupo apodado Escuadrón Suicida. La misión corre contra el tiempo, cada miembro tiene que hacer una labor específica para que el plan funcione en su totalidad y los obstáculos son grandes. En este episodio se pueden obtener múltiples lecturas de distintos personajes con pocas frases.
J'onn J'onzz es más una figura de miedo que de autoridad dentro del personal de la Atalaya —sabiendo que puede leer la mente, no me extraña— dando una pequeña desconexión entre los humanos normales y el personaje. Waller felicita a Flag, diciéndole que su padre estaría orgulloso —infiriendo que el Rick Flag y el Suicide Squad que operó en la Dinosaur Island durante la Segunda Guerra Mundial existieron en este universo— creando una relación diferente a la que tenían ambos en los cómics guionizados por John Ostrander.
Otra cosa que rescato de este episodio es el uso de personajes de segunda línea. No solo los que componen este “Suicide Squad” —epíteto que nunca se escucha en el episodio— sino también la presencia de Vibe, Atom Smasher, Shining Knight, Vigilante o Captain Atom, creando una sensación de revelación en el episodio, tratando descubrir quién es quién en el proceso.
La animación es de la mejor que hubo en esa época. Fluida, dinámica y rápida según se le necesite. Las escenas de lucha son muy creíbles, sobre todo porque imperan los personajes que no tienen poderes, contrastando con lo pesado y lento del movimiento de los gigantescos Annihilator y Atom Smasher. Las voces que los interpretan están muy bien, muy en la línea de cada personaje, sin mayores fallas.
Personalmente, este es el capítulo que más me gusta —dejando fuera los que componen el final de esta temporada— por lo redondo que es. Hay una estructura de tres actos muy dinámica que lo convierte en casi una mini película con un final que siembra la incertidumbre para lo que sigue en la serie.
Otra reinterpretación del concepto del Suicide Squad que destaca por lo bien logrado que es su introducción —todo el tema de la desconfianza gubernamental— y por lo bien narrada que es la trama y su resolución. Me pregunto qué pensará John Ostrander.