MR - "The X-Files" Annual 2016: un especial muy especial
Aviso de Spoilers: Las reseñas que siguen a continuación tratan los sucesos más recientes de las series revisadas, por lo que pueden desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
La editorial estadounidense IDW Publishing continúa tirando toda la carne a la parrilla, explotando nuestra amada franquicia hasta el hartazgo. En algunas cosas estamos de enhorabuena, como en la reedición de las novelas noventeras de Kevin J. Anderson y el lanzamiento de nuevas antologías en prosa, pero otros anuncios nos dejan con un manto de dudas, como la próxima miniserie de comics The X-Files: Origins, con las aventuras de unos Mulder y Scully adolescentes —sí, es en serio—. Por ahora, veamos qué nos encontramos en este número, donde debuta el guionista Andrew Aydin en lo que a historias de Expedientes X se refiere.
THE X-FILES ANNUAL 2016
Editorial: IDW Publishing
Publicación: 27/07/2016
Guion: Andrew Aydin
Arte: Greg Scott
Reseña: Eduardo Álvarez
Sinopsis de la Editorial: Mulder descubre rumores que los ejercicios militares Jade Helm 15 fueron una pantalla de humo para una reunión secreta entre un oscuro grupo gubernamental y alienígenas. Scully y Mulder siguen el rastro hasta Mesa Verde, Colorado, donde en su búsqueda de la verdad se encuentran con nativos escépticos y un hombre que asegura ser un extraterrestre. De interés: escrito por el co-autor de March e ilustrado por el artista Greg Scott.
Acá vamos otra vez, dispuestos a disfrutar de un nuevo especial de la serie de comics de The X-Files. El número parte por todo lo alto, presentando una gloriosa portada de nuestro compatriota Carlos Valenzuela, aunque lamentablemente el contenido del interior no hace todos los honores que tan grandioso empaque merece.
En este número autoconclusivo tenemos el regreso de personajes del pasado cuando Mulder y Scully son solicitados por Erik Hosteen, el hijo de Albert Hosteen, aquel simpático y anciano navajo que fue clave en la trama de la trilogía de los episodios de la segunda y tercera temporada "Anasazi", "The Blessing Way" y "Paper Clip" (S02E24-25 y S03E01), debido a la desaparición de su hijo Al. El hecho parece estar relacionado con maniobras de ocultación por parte de los militares de actividades extraterrestres, específicamente reuniones con aliens. Los agentes cuentan como contacto con un hombre que asegura ser un extraterrestre, que los guía por el desierto hasta descubrir la verdad.
El argumento tiene buenas ideas, pero no termina de cuajar porque el guionista Andrew Aydin no se decide en qué tenor entrega el relato, pues pasamos bruscamente de momentos de cotidianidad, humor y acción digna de un blockbuster hollywoodense. Las referencias hacia esos capítulos de la segunda temporada nos recuerdan algunos de los mejores pasajes de la serie, así que es inevitable que se nos haga agua la boca al pensar que este número contendría esa explosiva mezcla de actividad paranormal, oscuros experimentos, mitología Navajo y encubrimiento militar de aquel gobierno que niega tener conocimiento. Y algo de eso hay, sin duda, pero Aydin enfoca el capítulo como una suerte de comedia negra, dotando a los personajes de diálogos ácidos y que en más de una oportunidad nos sacarán una sonrisa, recurriendo a tópicos de la cultura popular, a la mitología de The X-Files y a teorías conspiracionistas del mundo real. También hace un gran trabajo en lo que se refiere a los diálogos de Mulder y Scully, aunque la interacción con el nuevo personaje se siente forzada y extraña. Respecto de éste, un humano que asegura ser un extraterrestre, se comporta con toda la rareza que necesita para hacernos creer que dice la verdad. Me recordó inmediatamente por su carácter desenfadado a Morris Fletcher —el agente del gobierno que intercambia cuerpos con Mulder en los episodios S06E04 "Dreamland" y S06E05 "Dreamland II"— pero sobre todo a Guy Mann, el protagonista del episodio del revival "Mulder and Scully Meets the Were-Monster" interpretado por Rhys Darby, pues aunque lo disimula parece tener problemas para desenvolverse dentro de las rígidas normas del comportamiento humano. Esto nos lleva a momentos hilarantes, pero también a varias páginas perdidas y situaciones completamente innecesarias, como la escena del restaurant y las de la casa rodante.
Con respecto al arte, también hay de dulce y agrio. Greg Scott en general hace un buen trabajo en la caracterización de los personajes y sobre todo en la ambientación y fondos. Sin embargo, falla en algunos expresiones y rostros, y en muchas escenas pareciera que los personajes están sobreactuando, con algo de exceso de expresión corporal. Para comparar, los fondos y estética ejecutadas por Scott me recordaron al estupendo arte de Andrea Sorrentino, pero algunos de sus rostros a los de su tocayo Greg Land. Las tintas aplicadas por el mismo dibujante y la paleta de colores utilizada por Wes Dzioba encajan a la perfección con los tonos desérticos de los parajes donde se desenvuelve la historia, así que los aspectos negativos de la parte gráfica se vuelven menos notorios.
Estamos, entonces, en presencia de un numero decente, que tiene el mérito de al menos intentar alejarse del tono habitual que nos entrega Joe Harris en la serie regular central, aunque le faltan toques para rozar la perfección. Aun así, su carácter autoconclusivo y el contener una mixtura de bastantes elementos clásicos e icónicos de la serie, lo convierte en un imperdible para los fans y una buena recomendación para los recién llegados o quienes quieran sumergirse en el fascinante mundo de la X. Definitivamente, espero encontrarme con el Sr. Aydin en otras historias de Mulder y Scully.