"No Abuses de Este Libro" (2016) de Natichuleta: hablemos sobre abuso infantil
Estimados Lectores:
En un arrebato ridículo del que mi billetera me recriminará por meses, decidí añadir a mi colección la reciente mini novela gráfica nacional, No Abuses de Este Libro, por la joven autora chilena Natichuleta. El libro ha sonado bastante en las redes sociales durante las últimas semanas, y la razón no reside exclusivamente en su llamativa portada y nombre —aunque debo admitir que fue la principal razón, en mi caso, para comprarlo—, sino en la dura temática que aborda: el abuso sexual infantil. ¿Vale la pena? Cada centavo.
Natalia "Natichuleta" Silva nos cuenta la niñez, adolescencia y juventud de Tina, narrados desde los ojos de la misma protagonista, mientras explica por qué siente especial repulsión hacia los acosadores callejeros, abusadores y quienes toleran sus actitudes. Cuando sus papás se divorcian, la vida de la niña cambia con la llegada de "R.", el nuevo novio de su madre. Desde allí nos enteramos de cómo este se aprovecha de ella a lo largo de su crecimiento, las reacciones de quienes están a su alrededor y cómo la sociedad tolera muchas veces estos abusos.
Cuando me enteré de la temática de este libro, tuve ciertos temores obvios: el estilo de dibujo de Natichuleta es bastante divertido y humorístico, y parecía calzar poco con la idea de una historia de abuso sexual. El tema no es, por supuesto, para la risa. El resultado pudo haber sido de mal gusto, o todo lo contrario, muy serio para el estilo de dibujo… Pero sorprendentemente, la autora consigue un equilibrio perfecto entre plantear un mensaje y contar una historia divertida. Es, sin duda, incómodo de leer a ratos —no podría ser de ser otra forma— pero exactamente cuando tiene que serlo y muy gracioso cuando también se lo propone. No estoy muy seguro qué habrán pensado las señoras en el metro de mí explotando de la risa con algo llamado No Abuses de Este Libro.
En ningún momento esta novela gráfica se siente forzada, la historia es muy natural y sincera. Por supuesto, con chistes y dibujos graciosos, pero en ningún momento pareciera que Natichuleta intentara contar la historia más terrible de abuso ni tampoco la más liviana, sino una cotidiana, una que podría pasar a cualquiera: a tu hermana, a tu mejor amiga, a la niña sentada al lado tuyo en el metro. Y que el abusador puede ser cualquiera. La razón de esta naturalidad viene, justamente, en que la autora se inspira en sus propias vivencias para hacer la novela —a pesar de que, como se explica en una entrevista a El Dínamo, se apartó lo suficiente para no volverlo tan personal—. Y saber eso lo vuelve especialmente desgarrador.
Al final del día, No Abuses de Este Libro consigue algo único: levantar el tabú sobre este tema, atreverse a sacar la voz. No se trata de reírse del asunto, se trata de quitar el miedo a denunciar, a hablar por miles de niños y mujeres que sufren esto día a día en silencio, muchas veces de manos de quienes son los más cercanos. Es algo que ocurre a nuestro alrededor y verlo como algo de lo que se puede hablar con humor —que no ligereza— sin duda puede ayudar a muchos a romper el mutismo en el que viven. Y, por supuesto, también a eliminar el silencio cómplice de quienes avalan estas conductas con actitudes permisivas que hemos aceptado en nuestra sociedad.
Y es que quizás la temática subyacente en esta novela gráfica no está en la relación con el abusador, sino de cómo existe una mentalidad de normalizar estas conductas. Como si fueran algo común e inevitable, quizás por la vergüenza que implica pensar que esto sucede en nuestros propios hogares. Las secuencias de abuso no son, entonces, la más chocantes, sino el cómo ciertos personajes incluso culpan a Tina de las consecuencias de estos abusos. Eso es lo más repulsivo de todo. Y sin embargo, el libro también da un mensaje de esperanza, de superación. El último cuadro de la historia, que no arruinaré, me sacó una verdadera sonrisa.
Pero quizás estoy haciéndolo ver más denso de lo que es: No Abuses de Este Libro es una lectura extremadamente entretenida y que recomiendo abiertamente a todos. Los dibujos aunque a ratos desproporcionados —revisando el estilo de dibujo de Natichuleta, es parte de la idea— son extremadamente graciosos, hay un par de momentos para reírse a carcajadas y otros para tener un nudo en la garganta, pero de nuevo, todo muy natural y sincero. Si tuviera que formular una única crítica sería que la tipografía de la letra parece fuera de lugar, como si hubieran mecanografiado encima, y rompe un tanto con el estilo de dibujo. Pero es un detalle realmente ínfimo.
Siempre he pensado que decir "apoyen al artista nacional" no puede decirse gratuitamente, como si fuera una obligación, debe ganarse. Y Natichuleta con su No Abuses de Este Libro se lo ha ganado con creces. Compren el libro, está en su librería más cercana, y conversen el tema con sus amigos y familiares. Quizás puedan a ayudar a alguien que haya vivido algo similar.
Atentamente,
Farfaramir, el que se quedó sin dinero hasta fin de mes