MR - "Superman" #052: una metafórica y honorable muerte
Aviso de Spoilers: La reseña que sigue a continuación trata los sucesos más recientes de la serie revisada, por lo que puede desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Todos suponíamos que el Superman parte de The New 52 iba a morir, o por lo menos desaparecer de alguna forma, para dar paso al “antiguo” Superman. Eso nos daban a entender los adelantos de lo que pasaría en DC Rebirth y por lo mismo, llegado el día en que finalmente esto se concretó, no hubo mayor sorpresa sobre lo que ocurriría.
Y es que el caso de Superman debe ser uno de los ejemplos más insignes de todo lo que ha pasado en estos casi 5 años desde Flashpoint, pasando de ser un novato héroe de polera y jeans que muchos desconocían y algunos temían, a ser el símbolo de heroísmo y esperanza que las personas pudieran admirar. O por lo menos de eso intentaron convencernos durante todo The New 52, ya que el resultado, como es de público conocimiento, no fue el esperado: las ventas no acompañaron mucho y la nostalgia terminó pesando más de lo esperado, haciendo que las viejas glorias tuvieran que volver del exilio para tratar de arreglar la situación.
Pero no estamos aquí para hablar de DC Rebirth sino que de un funeral. Un funeral metafórico que pretende cerrar una etapa no tan buena, para dar paso a una que, por el momento, promete mucho e ilusiona tanto a viejos como nuevos lectores de que vendrán tiempos mejores.
SUPERMAN #052
Editorial: DC Comics
Publicación: 25/05/2016
Guion: Peter Tomasi
Arte: Mikel Janín
Reseña: Kishin
El número continúa donde quedamos en la parte anterior: Superman combatiendo contra el “Superman de fuego”, quien se nos explica que es Denny Swann, una persona común y corriente que después de recibir una descarga de energía fusionada con parte del mutado genoma del kriptoniano termina creyéndose Superman, reclamando ser el único y original Hombre de Acero y que todos los demás son impostores. Ayudado por Wonder Woman y Batman, la Trinidad intenta detenerlo, pero le es imposible, haciendo que Superman deba hacer un sacrificio final para poner de una vez por todas fin a todo esto…
Había que deshacerse de este Superman justo antes del lanzamiento de DC Rebirth, pero había que anunciarlo con bombos y platillos debido a la importancia que tiene el personaje. No podían simplemente matarlo de un número a otro y por lo mismo, como cualquier famoso que muere, su cortejo fúnebre debía hacer un largo viaje antes de llegar al funeral mismo, solo que este cadáver no era muy querido por el público en general y nadie ponía mucha atención mientras la carroza que lo llevaba se acercaba cada vez más a su última parada. Los fans más acérrimos le habían dado la espalda y solo unos pocos observaban el cortejo avanzar, quizás por morbo, quizás para honrar lo que podría haber sido o simplemente para asegurarse que efectivamente muriera.
Las siete primeras partes de este arco fueron eso, Peter Tomasi como el cochero que conduce el ataúd y se asegura que el muerto sea despedido de la forma más digna posible por sus familiares, amigos y pareja, mientras el “reemplazo”, que tenía mucho más adeptos y era más querido por los lectores, esperaba a ocupar su puesto.
Superman #052 por otra parte es el funeral en sí, el último paso antes de decirle adiós para siempre —aunque con los cómics nunca se sabe— a este no tan querido Clark Kent y dar paso a DC Rebirth, donde las cosas supuestamente se arreglarán.
¿Y cómo estuvo el funeral?
Fue un funeral bastante simbólico, donde la emotividad estuvo siempre presente pero que dependía de nuestra relación con el difunto el cómo la sentiríamos, pudiéndose sentir forzada y vacía en algunos casos, como si hubieran contratado a lloronas mientras el resto de los asistentes solo deseaban que esto acabara pronto para marcharse luego y no volver nunca más. O en otros casos, necesaria para despedir a alguien que si bien no era muy querido, tuvo momentos que nos hizo recordar a un viejo amigo que nos inspiró y alentó cuando chicos.
De cualquier forma, la enfermedad que afectaba a Superman puede ser vista como la representación de todo lo malo en The New 52. Uno de los baluartes de la editorial, enfermo luego de muchas batallas y enfrentamientos terminaron mermándolo y envenenándolo poco a poco —eventos que eran más fuegos artificiales que contenido, crossovers forzados y arcos que prometían cambiarlo todo, pero que al mes quedaban en nada— haciendo que inevitablemente deba morir en algún momento por algo que estaba más allá de su control. Denny Swan, o el “Superman de fuego”, como quieran llamarlo, es la representación de los fans más acérrimos del personaje, aquellos que quieren que solo el Superman original prevalezca y no las nefastas copias e imitaciones que han surgido. Viéndolo de esa forma…
¿No tiene algo de gracia que un Superman enfermo termine sacrificándose para detener a un enemigo que no pudo ser detenido por la Trinidad y que representa a los fans que anhelan que solo el “verdadero” Hombre de Acero viva?
¿No hay algo de ironía en que en el momento en que todo parecía perdido haya aparecido el antiguo Superman a ayudar?
¿O que este último, dispuesto a sacrificarse para salvar a la Tierra —DC Comics—, haya sido alejado del radio de la explosión para que no se viera afectado ya que “el mundo lo iba a necesitar”?
¿O que Batman, cual fan temeroso por lo que se viene, haya tenido muchas preguntas que hacerle pero que éste haya respondido que a su debido tiempo las respondería? ¿Que no lo buscaran, que "él los encontraría"?
Tomasi y todos los artistas que lo acompañaron en este cortejo tenían la difícil misión de matar a Superman y hacer que, por lo menos en su partida, tuviera parte del honor que siempre se le negó mayoritariamente en estos cinco años. Tenían que matarlo y al igual que con Jesús —como si nunca los compararan— su muerte debía traer la luz de esperanza de que vendrían tiempos mejores. El Hombre de Acero de The New 52 no murió por nuestros pecados, sino que más bien por los pecados de la gente a cargo de la editorial, que no supo qué hacer con los personajes en este último tiempo. Enfermo y agonizando debido a las malas decisiones de guionistas, artistas y editores que querían lo mejor, pero que lo fueron envenenando, cual kriptonita, poco a poco.
Si se logró o no el cometido de todo esto depende de cómo lo vea cada uno como lector. Desde mi perspectiva, fue un número más que decente, en donde el equipo creativo tuvo que hacer todo lo posible para matar de la forma más honorable a alguien que en cuya muerte podría encontrarse la respuesta para solucionar todo.
El Superman de The New 52 debía morir, junto a todo lo malo que ha pasado en estos cinco años.