[FIC 2016] Entrevista a Germán Adriazola, autor de "Catacumba": «En una de esas, habría mercado si todos nos autoeditáramos»
El sábado 16 de abril fue el único día que se pudo realizar la FIC Santiago 2016; entre las actividades realizadas ese día, se llevó a cabo la charla Catacumba: Terror y Mitología Chilena en Cómic por el autor Germán Adriazola, diseñador gráfico, guionista y dibujante de cómics.
Aunque no tuvimos ocasión de conversar con él durante el evento mismo, lo contactamos a través de la magia del internet para realizarle una extensa entrevista, donde nos contó sus experiencias en el mercado estadounidense, su visión del mercado nacional y sus motivaciones e influencias personales en su trabajo.
Juan Pablo Armstrong: Para la gente que no te conozca, Germán, cuéntanos un poco de ti.
Germán Adriazola: Mi nombre es Germán Adriazola, soy de profesión Diseñador Gráfico y trabajo actualmente en el diario La Cuarta en la parte de diseño y a veces hago ilustraciones. Vengo de haber trabajado 10 años en La Tercera, y antes de eso estuve como cinco meses en el diario La Hora.
JPA: Hoy en día eres conocido principalmente por Catacumba, ¿qué trabajos hiciste antes de eso?
GA: Yo llevo muchos años ya. Partí en 1994 o 1995 en exposiciones juveniles en centros culturales, particularmente el Centro Cultural España de Providencia. Luego me tocó participar como organizador y expositor en una exposición de cómics que se hizo el año 1996 o 1997, en el Centro de Extensión de la Universidad Católica. De ahí me contactaron, junto a un primo que también dibujaba, Rafael “Bade” Nangarí, para hacer un trabajo de cómic educativo. Nosotros veníamos haciendo fanzines y nos iba bastante bien, en ese tiempo era la época de los fanzines.
Estuve hasta como el 2000 haciendo cómic educativo, cuando junté una buena cantidad de lucas y empecé a mandar carpetas a Estados Unidos, porque en esa época el internet estaba recién partiendo así que si querías mostrar tu portafolio tenías que sacarle fotocopias a color y enviar estas carpetas. Empecé a trabajar en editoriales independientes chicas en EE.UU. y estuve hasta como el 2006 con eso.
JPA: ¿Cuáles son algunos de los cómics en los que trabajaste?
GA: Amandara, Quest 4 Arcadion, Theo and Ted… Fuzzy Bunnies from Hell era el que más me entretenía hacer, porque era como Bugs Bunny pero del infierno, tenía minas en pelota, el conejo era bien sexópata y peleaba con demonios y monstruos. En rigor, fueron más de 800 páginas que hice para el mercado estadounidense. Después hice varios trabajos con el primer editor que me contactó, principalmente ilustraciones para publicidad, cosas vectoriales, stand-ins como le dicen allá.
JPA: ¿Qué otros trabajos has hecho en el mundo del cómic, aparte de lo que estuviste haciendo para Estados Unidos?
GA: Primero hice el proyecto Fem Box, lo saqué a través de la editorial uruguaya Belerofonte y la idea era publicarlo a nivel latinoamericano. Como venía dibujando mucho para afuera, cosas para niños y con restricciones, en Fem Box empecé a hacer una chica muy curvilínea con muy poca ropa, bien sexualizada, bien extrema la mina, y con harta acción y ciencia ficción. Anduvo bien, pero no tan bien como lo esperaba por distintos motivos, entre ellos que la editorial no se preocupó tanto de la distribución. Después saqué Sanguis: Fábula de lo Inevitable, que era con un guion con un formato tipo thriller, típico asesino serial de cuchillo. No enganchó mucho, recuerdo que lo presenté en una Comic Con Chile y la gente lo miraba y lo compraba, pero no enganchaban tanto.
Después vino Catacumba, que era un formato más de terror y gore. A mí me llamaba mucho la atención una corriente que se dio hace unos cinco años, donde a los artistas gringos les gustaba hacer cómics bien explícitos en la parte del gore. Ryan Ottley de Invincible, Cliff Rathburn y Charlie Adlard de The Walking Dead, Jacen Burrows de Crossed, eran todos amigos e iban a las convenciones y hacían a los superhéroes muy sangrientos, eran bien extremos. Entonces dije, si voy a hacer un cómic de terror, lo quiero hacer bien extremo, porque de chico era fanático de las películas de terror italianas y las inglesas de la Hammer, eran bien fuertes las películas y quería representar eso en la historieta, pero con buenas historias.
Al mimos tiempo, a mí siempre me habían llamado la atención las leyendas chilenas, pero no quería hacer una historieta del Trauko o del Tué-Tué o de La Llorona, porque ya todo el mundo los conoce, hay material de sobra. Quería buscar mi propio nicho, entendiendo también que hace tiempo que no se hacía terror en Chile aparte de Mortis, así que me fijé en un target más específico y me tiré por el lado de las leyendas urbanas. Y partí por querer contar la historia de las catacumbas en Santiago, todos los mitos que tienen que ver con los jesuitas, los túneles subterráneos y el monstruo que supuestamente habita bajo Santiago.
Así que me puse a hacerlo, estudié harto, busqué diarios de la época y recopilé la información que fui encontrando, respecto de un caso de cuando trataron de abrir en 1987 las catacumbas para hacer un recorrido, igual que en París o en Roma, y no les funcionó porque de los que bajaron en ese minuto, que era un guía con tres estudiantes de la Universidad de Chile, solo volvió uno vivo, no se sabía muy bien qué pasó, el tipo que volvió traumado no hablaba nada y venía con un rasmillón como de la garra de un animal. De ahí viene el mito de que hay un monstruo bajo Santiago, que es el cual menciona Francisco Ortega [en El horror de Berkoff], y esa idea la toma Claudio Álvarez para El Gran Guarén.
JPA: Esa fue la primera entrega de Catacumba.
GA: Sí. En todo caso, la gente de repente me dice “ah, la historia como la de El Gran Guarén”, pero yo hice Catacumba mucho antes que saliera El Gran Guarén, lo empecé a dibujar unos dos años antes y lo venía investigando como cuatro años. Cuando yo era niño, mi viejo tenía una librería en Avenida Bulnes, y esa librería, que era grandota, justo frente a La Moneda, tenía tres subterráneos, y el tercer subterráneo se conectaba con las catacumbas y entré a recorrer un pasillo de las catacumbas. Entonces, fui juntando lo que recordaba de niño, con los mitos, y me decidí a hacer la historia de las catacumbas.
JPA: Por lo que cuentas, esta es una historia que tenías ganas de contar y la publicaste de forma independiente, ¿cierto?
GA: Exacto. Yo siempre trabajo bajo autogestión porque venía con este sinsabor de cuando saqué Fem Box con Belerofonte, y después traté de hacer otra cosa con una editorial de acá que no nombraré porque mi idea no es polemizar, en que el tipo me dejó pagando, entonces dije chao, yo confío en mi producto. Cuando a un par de personas del medio local les comenté sobre Catacumba me dijeron “¿terror? ¿gore? ¿quién te va a comprar esa wea?”. Bueno, después de 5 años, les puedo decir que llevo 5 reediciones de número #1, pa’ más remate está el libro que sacó Visuales, le ha ido bien en las ventas.
JPA: ¿Cuándo decidiste que esto se convirtiera en una publicación antológica, con una historia distinta en cada entrega?
GA: Después de la primera Comic Con Chile a la que asistí, donde se vendieron todas las copias, en otra exposición que se hizo después, toda la gente que me había visto en la Comic Con me fue a preguntar “ah, tú eres el que sacó Catacumba, ¿cuándo el próximo número?” y me di cuenta que la idea prendió. Cuando saqué el número #2 llegó gente a comprar que ya tenía la número #1, y se alegraban del nuevo número, y ahí pensé “parece que esto va bien”.
Después de haber hecho el primer número, un chico que me compró la revista me dio la idea de la historia que usé en el segundo número, sobre el vampiro de Rancagua, y estaba en la duda si le ponía un nombre propio [a la publicación] o no, y decidí que debía mantener el sello de Catacumba y relacionarlo de alguna manera. En ese número hay dos historias, la del vampiro y otra de los fantasmas del Estado 215, y la segunda se relaciona con un túnel subterráneo que se une con las catacumbas de Santiago, entonces decidí conservar el nombre.
JPA: Has estado publicando un número cada año, debutando siempre en la Comic Con Chile. ¿Se viene un nuevo lanzamiento para este año?
GA: Sí. Estoy trabajando en el número #5, que está basado en casos de poltergeist a fines de los años setenta en el norte de Chile. Una característica que empezó desde el tercer número de Catacumba y se ha mantenido, es que dibujo los cómics en la época en que ocurrieron los hechos, entonces buscando los detalles históricos y todo eso requiere mucha más investigación.
JPA: ¿Cómo surgió la publicación del tomo recopilatorio a través de la editorial Visuales?
GA: Javier Ferreras [editor de Visuales] me ha asesorado legalmente con la publicación de Catacumba y ayudándome con el pago de las revistas, la parte del IVA e impuestos para hacer todo legal. Él vio que a Catacumba le fue yendo bien y me dijo “ya, y ¿cuándo publicamos?”, entonces armamos esta recopilación de los tres primeros números, que eran los que se habían publicado hasta la fecha. Como soy más exigente con mi propio trabajo, me dediqué a redibujar parte de la historia original de Catacumba #1, lo que se convirtió en 10 páginas extras para la edición final.
JPA: ¿Tienes algún otro proyecto en progreso, aparte de Catacumba?
GA: Tengo ganas de hacer otro número de Fem Box, porque me gusta dibujar mujeres.
JPA: ¿A pesar de que, como decías tú, no fue tan bien recibido como esperabas?
GA: A pesar de eso. Yo creo que es un rollo más personal. Lo que quiero hacer en Fem Box 2, que lo tengo escrito hace mucho tiempo, tiene que ver más con mi afición a las películas post-apocalípticas ochenteras como Mad Max, Escape from New York, tiene más como ese tipo de estructura personal. En un minuto pensé en sacarlo justo cuando saliera Mad Max: Fury Road, pero no me da el cuerpo como para dibujar Catacumba y Fem Box.
El otro proyecto que quiero hacer es una historia corta de terror estilo [H.P.] Lovecraft, con un investigador paranormal pero clásico, medio steampunk, medio retro. Quiero probar al personaje en una historia de cuatro páginas, que está dentro de las posibilidades de dibujarlo. Generalmente, más de 30 páginas al año no alcanzo a dibujar. De repente se ha dado que he hecho más, [por ejemplo] hice un número corto de Ayayemá: La Última Fueguina para Mitómano Comics, un cómic de superhéroe pero basado en deidades selknam, que fueron 26 páginas, y también hice 8 o 10 páginas, no recuerdo bien, para Los Archivos del Guarén. Pero cada uno de esos proyectos los hice sufriendo con los tiempos, porque dibujar más me es imposible. Prefiero centrarme en Catacumba que siempre anda bien, sé que tiene hartos seguidores, y sacar un número al año. Y con lo otro, Fem Box avanzar de a poquito, ya por lo menos está escrito, tengo adelantado algunos diseños de vehículos y de personajes, y quiero hacer esta historia corta de este universo medio Lovecraft en cuatro páginas, en un formato más de cómic italiano, medio surrealista, una pelada de cable más o menos. No quiero dar muchos tips porque quiero que las cuatro páginas sean fuertes en contenido y propuesta.
JPA: ¿Qué nos puedes contar sobre Dibujantes Asociados?
GA: Bueno, Dibujantes Asociados parte del esfuerzo que cada uno de nosotros teníamos, que nos dábamos cuenta que más allá de ser amigos, nos apoyábamos para participar en exposiciones. Entonces dijimos, qué mejor que ponernos de acuerdo si somos amigos, y cada uno de nosotros tiene perfiles artísticos super definidos y diferenciados, uno es humor negro en el caso de Francisco Muñoz, ilustración y fantasía heroica que es Daniel Bernal, entonces yo creo que no nos topamos y no competimos sino que nos potenciamos si estamos juntos. Y pa’ más remate estamos en que Bernal está en Temuco, nosotros estamos en Santiago, y qué mejor que empezar a movernos en regiones también, porque tenemos que pensar que el mercado no es solo Comic Con Chile. Empezamos a exponer juntos, y en algún minuto teníamos que ponernos un nombre y decidimos partir este año con la figura de Dibujantes Asociados, que es tal como dice el nombre, tres dibujantes que se asocian para hacer un poco mejor las cosas en el mercado nacional.
JPA: ¿Qué tipo de géneros te gustan en los cómics? ¿Eres un lector ávido?
GA: Fui un lector muy ávido, ahora último estoy leyendo un poco menos. Igual leo harto, pero antes me leía por lo menos 30 o 40 revistas al mes, si es que no eran más, y ahora me estaré leyendo la mitad. Partí con el cómic de Conan y Spider-Man, los que salían en español que venían de las ediciones mexicanas, después se integró el cómic europeo. En la actualidad leo de todo, cómic europeo, Marvel y DC e independiente. Creo que lo que menos leo en la actualidad es manga, no porque no me guste, en su minuto coleccioné Sanctuary, Fist of the North Star, Akira obviamente, Ghost in the Shell, Appleseed y algunos más que se me olvidan, pero en general era mucho más difícil encontrar manga que otro material, entonces había que priorizar.
En la actualidad leo cómic italiano, recuperé lo de leer de vez en cuando Dylan Dog, siempre leo algo de Batman por ahí, y de repente me leo algo de los mutantes también. Siempre hay algo que leer.
JPA: ¿Quiénes han sido tus influencias a nivel artístico?
GA: Cuando partí, el que más me alucinaba era [John] Buscema, al que conocí por Conan [the Barbarian]. Traté de acercarme a Buscema, pero el tipo es tan magníficamente perfecto a ratos que es imposible, con un manejo de la anatomía impresionante, por lo menos para mí reconozco que me es imposible. También en esa época, como me gustaba Spider-Man, conocí al artista Rick Leonardi, que es de los ochenta, más o menos clásico, pero él acercaba su mano a un estilo un poquito más cartoon. Al mismo tiempo conocí a Larry Stroman que hacía Alien Legion, es un dibujante más geométrico, tiene una manera de componer las páginas distinta, no es el típico dibujante norteamericano. Yo creo que por ahí me empezaron a influenciar.
En la actualidad, me gusta la sutileza para componer que tiene [Olivier] Coipel, que aunque dibuje en Marvel es bien europeo para plantear las páginas. Miro también a Sara Pichelli, que como buena dibujante italiana tiene una manera distinta de narrar. Igual hay un montón de dibujantes clásicos que me encantan, desde José Luis García-López, además de clásicos nacionales, a los hermanos [Arturo y Jorge Pérez] Del Castillo les prendo velitas, Mario Igor… Yo creo que me voy más por el lado clásico.
JPA: Partiste con Catacumba el año 2012, ¿qué te parece el cambio que ha tenido la escena del cómic nacional desde ese entonces a lo que se ve hoy en día? ¿Crees que hay material para decir que tenemos una industria nacional, aunque sea pequeña?
GA: Chuta, mira, me colocas en una situación muy compleja, porque yo creo que nos falta harto a los dibujantes nacionales como estructura, como funcionamiento, como entendimiento para hacer bien un cómic. Y me incluyo. Creo que hay buena materia prima, pero no está bien pulida. Creo que falta mucha dedicación, hacer más cosas.
La otra semana fui a una exposición pequeña en una universidad y había un chico que estaba sacando un fanzine porque había presentado cosas para una editorial nacional y lo dejaron esperando y no se las publicaron, entonces como que se sintió y produjo un fanzine como su proyecto personal. Es lo que tenía que hacer, sacar su material, pero yo notaba que de cierta manera a él, como a muchos otros artistas con los que he conversado, le hacía falta autocrítica.
Lo mismo con los guionistas. Hacer guiones de cómics es muy difícil. La mayoría de los buenos guionistas nacionales de cómics vienen de la literatura, y hacen el salto simplemente porque les gustan los cómics, pero es un medio totalmente diferente. Yo trabajé con dos guionistas, Felipe Alliende y Darío Osses, haciendo cómics educativos, y ambos venían del mundo de la literatura. Y cuando llevaban hechos dos libros de cómics, los dos me dijeron de manera rotunda “escribir historietas es muuucho más difícil que escribir un libro”, porque tienes que explicarle al dibujante cómo entender la página, cómo entender la viñeta, tienes que entrar a describir muchas más cosas que en una novela, tienen otra estructura para narrar las cosas. Me decían “escribir un guion de cómics es muy complejo, nos ha costado mucho”; y recién, en el quinto libro, me acuerdo que Darío Osses me dice “encuentro que este es el primer guion que me sale bien”.
Si no tenemos realmente buenos escritores de cómics aún es porque no tenemos a alguien que se dedique 100% a eso, y es porque no hay mercado. Y en una de esas, habría mercado si todos nos autoeditáramos. Son, digamos, 300 personas los coleccionistas de cómic nacional que frecuentemente compran cómics acá, entonces, ¿cómo hacer crecer ese grupo? Si tenemos que generar una demanda, tienen que haber más productos, y no los hay. Las editoriales nacionales, cada una, llevan poco material publicado, 3 o 5 cosas, y yo de manera independiente saqué Fem Box, Sanguis y cuatro Catacumba, o sea llevo seis publicaciones haciendo el medio esfuerzo, sin contar los que he hecho para las mismas editoriales, y los he vendido, tal vez no todos tan rápido como quisiera, pero se han vendido. Por eso te digo, uno puede abrir más el campo y aumentar la demanda con más productos, y no hay tantos productos en el mercado. Tampoco encuentro que hayan productos que sean redonditos, siento que todos están en formación, van bien, pero no son productos como los que he visto cuando me ha tocado la suerte de viajar.
A lo mejor me pongo muy extremista, no quiero que se malentienda el punto en todo caso. No por eso significa que no vamos a dar la pelea, pero encuentro que nos falta harto. Siento que hemos perdido la mística que teníamos en los años sesenta y setenta, donde teníamos muchos artistas increíbles.
JPA: Muchas gracias por tu tiempo, Germán. ¿Algunas palabras que quieras decir para finalizar?
GA: Primero, desearle a todo el mundo que quiera ser dibujante la mejor de las suertes, y aconsejarle que se la juegue, pero se la juegue a consciencia. Para ser buen dibujante yo creo que hay que dibujar un poquito todos los días, no basta hacer un par de monos sueltos. Para ser un dibujante de cómics o portadista hay que ser perseverante. Hay muchos casos de muchos grandes autores que de repente se pasaban las 24 horas del día dibujando para alcanzar un nivel competitivo, como por ejemplo cuando se fue Horacio Altuna a trabajar a España, que en Argentina ya era un dios, y cuando llegó tuvo que pasar días de corrido sin dormir para alcanzar un nivel competitivo en el mercado europeo. Por lo tanto, les deseo la mejor de las suertes, y que si lo van a hacer, que lo hagan a consciencia.
En segundo lugar quisiera decir que apoyen al dibujante nacional dándole la posibilidad de leerles el material que están presentando en las distintas exposiciones a lo largo del país, sean actividades de alguna universidad, encuentros de fanzines y todo eso. Creo que es genial leer y poder disfrutar desde un fanzine hasta una revista más producida. Denle una oportunidad al dibujante nacional, no todo es Batman o One Piece o lo que sea, todos tenemos algo que contar que puede ser muy diferenciador y muy propio. No solo lo ayudan con la plata que gastó en la impresión y con el esfuerzo de escribir y dibujar, eso también genera mercado y desarrollo.
Y lo tercero es que se agradece muchísimo la preocupación y el tiempo dedicado en hacerme la entrevista y que con eso la gente pueda opinar y debatir en base a las experiencia que a mí me han tocado. Muchas gracias.
Si quieren conocer más de Germán Adriazola y Dibujantes Asociados, pueden visitar los siguientes enlaces de interés: