Revisando "Captain America: Civil War" (2016)
Estimados Lectores:
¿Quién hubiera pensado cuando se estrenaron las películas de la Fase 1 de Marvel Studios que serían las secuelas a Captain America: The First Avenger las que con más ansias esperaríamos? Digo, a estas alturas parece haberse revertido la balanza: ya nadie quiere más películas de Iron Man y todos reclaman una nueva Hulk, ¡es el mundo al revés a lo que era hace 8 años! Como sea, Captain America: Civil War está aquí, y ya habiendo pasado semana y media, creo que podemos sentarnos a analizarla con detalles sin miedo, hacer un balance y decidir qué hicimos bien, qué pudimos mejorar... Ya saben, ¡y además, historias de personajes, del cómic original, la alocada historia de cómo Spidey llegó a concretarse, etc..!
The Road So Far...
Los Avengers acaban de formar un nuevo equipo tras los incidentes de Avengers: Age of Ultron, donde la consciencia artificial creada por Tony Stark intentó arrojar un meteorito gigante en el país ficticio de Sokovia para extinguir al mundo —sí, no suena tan bien cuando lo pones por escrito—. Pero uno de los integrantes de los Avengers también se ha embarcado en su pequeña agenda personal: Steve Rogers está decidido a encontrar a Bucky, quien fue convertido por Hydra en una súper arma asesina llamada The Winter Soldier. A pesar de pequeños roses, el equipo crece y crece, y pareciera ser que por ahora no hay mayores amenazas en el horizonte...
Antes de entrar a la película misma, y como solemos hacerlo en estas revisiones, hablaremos de la historia de un nuevo personaje que entra en juego en esta película: Black Panther —a Spider-Man lo guardaremos para Spider-Man: Homecoming; lo siento, jefes—. También hablaremos brevemente del cómic que inspiró a la película, y de algunos detalles sobre la producción. Dicho eso, ¡vamos adelante!
Black Panther: El Primer Superhéroe Negro
Black Panther nace de la mano de Stan Lee y Jack Kirby en julio del año 1966, como un personaje invitado en la serie de Fantastic Four —en los números #052 y #053—, y aunque su aparición ahora nos parezca anecdótica, es sin duda uno de los momentos más importantes en la historia del cómic: este es el primer superhéroe negro que haya existido, en una era donde prácticamente no habían siquiera personajes negros en el mundo del cómic —salvo contadas excepciones—. Recordemos que Luke Cage no aparecería hasta 1972, y por el lado DC unos meses antes, John Stewart (Green Lantern) entraría en escena en 1971, recién cinco años después de la llegada de T'Challa. Y no solo eso, Black Panther abrió las posibilidades a héroes de distintas partes del planeta, no solo Norteamérica.
En Fantastic Four #052 y #053 —bastante complicado de encontrar, por cierto, estrellita dorada para el cazador Farfaramir—, los Fantastic Four son invitados a Wakanda, una nación africana ficticia que mezclaba aspectos primitivos con otros extremadamente tecnológicos. Ya saben, todos vestidos con lanzas y trajes tribales, pero con super instalaciones tecnológicas en el suelo, como todos los países africanos que existen (?). Allí, Black Panther se enfrenta al cuarteto de superhéroes en un ritual de prueba, para finalmente revelar tras vencer que él es, realmente, el Rey de Wakanda. Juntos, derrotan a Klaw —a quien ya conocimos en Age of Ultron— y Black Panther decide usar el legado de su pueblo para defender al mundo.
A pesar de tener superfuerza y gran agilidad, Black Panther es un personaje que resulta mucho más interesante cuando consideras el resto de su trasfondo: es el monarca de una super nación con grandes yacimientos de vibranium, material ficticio del que está hecho su traje; es además un científico connotado, considerado entre las 8 mentes más brillantes del Universo Marvel, y ha formado parte de diversas organizaciones de superhéroes, donde por cierto, duró menos de un número con los Illuminati originales, prediciendo que sus egos traerían ruina y destrucción a todos —lo cual, naturalmente, sucedió, ¿en que estaban pensando, Professor X?—.
Civil War de Mark Millar
En el año 2006, y tras los sucesos de Avengers: Disassembled, los New Avengers de Brian Michael Bendis y el evento House of M, entre otros, un mega evento conmocionó al universo Marvel: Civil War de Mark Millar y Steve McNiven. En ella, todo el universo Marvel cae en conflicto cuando Estados Unidos exige a los héroes subscribir el Acta de Registro Superhumano, lo cual implicaría a todos renunciar a sus identidades secretas. Bandos se forman, siendo los opositores al Acta liderados por Captain America y los promotores por Iron Man y su grupo de divertidos compañeros, y saltando entre medio se encuentra Spider-Man quien cambia de bando número por medio (?).
Pero este evento no solo dividió a los superhéroes ,sino que a los fans: muchos lo amaron y muchos lo detestaron profundamente. Yo supongo que me inclino hacia el segundo grupo, a pesar de que sea una lectura muy entretenida... Creo que existen pocos cómics donde tantos personajes tengan que actuar como verdaderos idiotas para hacer funcionar la trama. "Hey, ¿qué tal si Reed Richards encierra en súper cárceles a sus compañeros de aventuras?, ¡eso es algo que uno de los personajes más queridos e inteligentes de Marvel haría!" "¡Hey, ¿qué tal si Tony Stark y Steve Rogers se agarraran a combos ¡EN LA CALLE ENTRE MEDIO DE MONTÓN DE CIVILES COMO SI TUVIERAN 5 AÑOS!?"
Y este es un problema en general con los super eventos del mundo del cómic: la editorial hace lo que quiere con los personajes con tal de contar una historia global, muchas veces olvidando qué es lo que hacía interesantes o grandes a tal o cual personaje, y Civil War es la cúspide de esta tendencia cada vez mayor —aunque para nada nueva—. Este cómic es una total degeneración de cientos de personajes en forma simultánea, y si esto fuera con objeto de crítica o deconstrucción del género quizás me parecería una buena idea, pero si uno revisa los motivos tras el evento, se reducen a simplemente a "Hey, ¡a la gente le encantará ver pelear a sus superhéroes favoritos!"
Supongo que me agradan ciertos elementos de la historia, como el rol de Spider-Man y su sacada de máscara, a pesar de que sus consecuencias sean totalmente eliminadas —para eso deben leer One More Day... ¿yeah?—, y agradezco que no haya sido un baño de sangre con varios muertos —creo que son dos, y uno en realidad si consideramos que Captain America muere unos números más tarde—. Es una lectura bastante entretenida si uno apaga el cerebro y piensa que es una realidad alternativa donde todos los héroes han sido infestados con un virus de estupidez colectiva, pero mientras más se alejase la película de este caos, mejor me sentiría... La buena noticia es que, efectivamente, lo hace, lo cual es extremadamente positivo para mí.
Ahora, existió otra guerra que tuvo impacto en esta película, personalmente, mucho más interesante que la que ocurrió en los cómics... La lucha por los derechos de Spider-Man.
El Camino a Civil War: Rescatando al Soldado Spidey
La historia tras los derechos detrás de Spider-Man es aún más caótica de los que uno podría imaginar, y su historial de películas fallidas es tan ridícula que dan para otra mega nota de un millón de párrafos. Solo para tener en cuenta: la primera versión fracasada de Spider-Man a la pantalla grande consistía en un musical donde Spider-Man luchaba contra un robot gigante, lo cual formaba parte a su vez de un complot Nazi, donde Gwen Stacy era asesinada durante la batalla contra los seguidores de Hitler. Si están sorprendidos que haya logrado meter todo eso en una oración, no debería sorprenderles que la película no haya llegado a buen puerto. Y ni siquiera me hagan empezar con la versión "R-Rated" de James Cameron —sí... eso casi sucedió—.
Pero los problemas reales con los derechos comenzarían bastante avanzados en la lista de adaptaciones fallidas: en algún punto, los derechos para producir la película cayeron en manos de Cannon, los genios detrás de Superman: The Quest for Peace. Tras fracasar en varias ideas para el proyecto y a la punta de la quiebra, Cannon decidió distribuir los derechos de televisión, película y videojuegos en todas direcciones, lo cual generó una mayor hecatombe de demandas y contra-demandas en todas direcciones. Todo se volvió más caótico cuando MGM compró Cannon y decidió demandar a todos lo ya demandados, y FOX entró en la reyerta porque son unos grandes cretinos. ¿En resumen? Los abogados tuvimos mucho trabajo ese verano.
Pero Marvel no tenía tiempo que perder con estas disputas ridículas, y simplemente agarró los derechos y se los entregó a Sony, lo cual en el momento pareció una genial idea y, por un tiempo, lo fue: Sam Raimi trajo a la vida a Peter Parker con Spider-Man y Spider-Man 2, las cuales fueron un éxito absoluto de taquilla e incluso bien recibidas en la crítica. Sin embargo, las cosas se complicaron cuando, durante la producción de Spider-Man 3 se anunció el Marvel Cinematic Universe. Decididos a mantener tan lucrativa propiedad entre sus garras, Sony tomó control absoluto sobre la tercera entrega del héroe arácnido y comenzó inmediatamente planes para una cuarta entrega. Cuando esta última murió con la salida de Raimi, y con la esperanza de no perder los derechos, Sony simplemente decidió hacer un reboot de la serie.
El modesto éxito de The Amazing Spider-Man dio la confianza a los productores de Sony de crear su propio universo cinematográfico "de Spider-Man", un sueño noble que fue aplastado con el pésimo desempeño de la secuela. Sin embargo, el mundo no se enteró de esto hasta que cierta película de James Franco llamada The Interview fue filtrada por un grupo de hackers. Esta filtración arrastró consigo una tanda de mails entre Sony y Marvel sobre la posibilidad de incluir a Spider-Man en el MCU, lo cual aún no se concretaba. El trato original consistía en que Sony mantendría los derechos para hacer un universo cinematográfico propio, mientras Spider-Man avanzaba en el universo Marvel.
La parte que repercute en la película misma es que, mientras las negociaciones duraron, Captain America: Civil War era filmada sin que aún se hubiese contratado un actor para Spider-Man. La secuencia del aeropuerto fue filmada con un doble sin que supiéramos aún quién iba estar detrás de la máscara, y luego, cuando Tom Holland fue confirmado finalmente, sus escenas fueron filmadas con Robert Downey Jr. sin la necesidad de incluir al resto del equipo —y es la razón por la que en la película no lo vemos interactuar con nadie más, salvo que tenga la máscara puesta—. Pero el sueño se cumplió: Spider-Man llegaba finalmente a los Avengers, a pesar de arribar justamente cuando todos ya estaban peleados y agarrándose a combos en el aeropuerto. Pero para entender esa parte, debemos entrar directamente en la película...
Captain America: Civil War
Argumento
Tras años de batallas y defender al mundo, los Avengers se ven sometidos a un serio escrutinio público cuando una de las operaciones del equipo termina con víctimas civiles fatales. La ONU ha decidido tomar cartas en el asunto, creando los Sokovia Accords, que obligarán a los Avengers a dar cuenta de sus actos y depender de un organismo multinacional. Mientras Tony Stark (Robert Downey Jr.) parece estar de acuerdo con la idea, Steve Rogers (Chris Evans) ve con malos ojos renunciar a la libertad que les ha traído tantas victorias. Bandos se forman y amistades son puestas a prueba mientras dos facciones de los Avengers deciden qué hacer con su futuro.
Pero lo que en un principio era una mera discusión política se complica cuando Bucky Barnes (Sebastian Stan) más conocido como The Winter Soldier, reaparece tras haberse dado a la fuga hace años, agudizando el conflicto dentro de los Avengers. Personajes nuevos entran en juego, como Black Panther y Spider-Man, tomando posiciones en una batalla que poco a poco va escalando más y más, mientras un enemigo silencioso y desconocido se mueve detrás de las batallas con su propia agenda...
Crítica
(Como si no fuera obvio, esta reseña contiene grotescos SPOILERS. Sé que algunos estarán de acuerdo... Pero lo siento, Tony. Es mi reseña... So Was I... (?)...).
Captain America: Civil War probablemente sea la película de Marvel que más expectativas tenía que satisfacer desde la primera The Avengers. Y no es extraño: debía ser una buena secuela a Captain America: The Winter Soldier, para muchos de los seguidores del MCU la mejor película del montón; debía lanzar la Fase 3 del Universo Cinematográfico Marvel y al mismo tiempo, debía captar en algún modo la esencia del cómic en que se basa aún cuando por lo limitado de los personajes fuera absolutamente imposible, y tenía que, por qué no, competir con su contraparte DC. Antes de que salten, voy a evitar las comparaciones con Batman V Superman, pero es ingenuo no hacer el contraste: ambas son versus de superhéroes estrenadas con menos de un mes de separación de compañías rivales, y ambas tratan sobre el mundo reaccionando a los daños colaterales de superhéroes... Es como pedir que no compare Bugs Life con Antz o Shark Tale con Finding Nemo.
Lo que es yo, la miraba con discreta prudencia: no solo no soy un gran fan del cómic Civil War por las razones que expresé arriba, sino que en general no soy de la idea de que los superhéroes deberían luchar. ¿Discutir? Quizás, incluso odiarse. ¿Luchar a combos a la muerte, especialmente si hay historial de amistad previo? Solo si hay una buena razón —por ejemplo en Batman: The Dark Knight Returns—. Por regla general, implica deformar a los personajes a caricaturas de lo que son para justificar su repentino actuar infantil, enojándose con otros héroes a partir de malos entendidos que solo un "hey, sentémonos a conversar" debería solucionar. Es renunciar al heroísmo para satisfacer a fanáticos que solo quieren ver "¿QUÉ PASARÍA SI PELEA IRON MAN CON BATMAN? ¿NO SERÍA GENIAL?". No. No sería. Sería realmente estúpido. ¿Tienes 3 años?
Y ese es el asunto con Captain America: Civil War: Por regla general, logró dar buenos motivos para ver a estos cretinos agarrarse a combos sin deformar —demasiado— a los personajes. Cuando llega el momento de pelear, es porque realmente no hay alternativa, y no simplemente "URB DURB, QUÉ PODEROSOS SOMOS, UGA BUGA, DERROCHEMOS TESTOSTERONA". Quizás no sea el conflicto más complejo ni intelectualmente mejor armado con el que pudieron salir, pero sí posee lógica y sentido dentro del universo en que se mueven. Hemos visto las películas pasadas donde estos hechos sucedieron, hemos visto a Hulkbuster agarrase con Bruce Banner en Johannesburg, y por qué no, hemos visto de dónde viene la lealtad de Steve a Bucky. Usar elementos de películas pasadas para dar origen a tu conflicto funciona de forma excelente en Civil War... por lo general.
Es por eso que el incidente con Scarlet Witch y Crossbones es solo una coyuntura menor en la gran escala de acontecimientos. Es la pieza mal sacada del Jenga que hace que la torre se desplome sobre nuestros héroes. Y quizás para nosotros espectadores esto sea obvio "Hey, pero salvaron a mucha más gente en esas batallas", pero no necesariamente el resto del mundo, el ciudadano común, lo va a ver así. Simplemente verá a sujetos vestidos de colores atravesando edificios. Y si lo pensamos, el último gran incidente en Sokovia con Ultron fue provocado directamente por Tony y su ambición infinita. Los Avengers sí han causado daños irreparables tratando de "defender" al mundo.
Y Captain America: Civil War se las arregla para presentar bien ambas caras de la moneda: para mí, no es tan obvio elegir bando, no al menos durante la primera hora de película. Hay una escena muy interesante donde todos los Avengers están sentados en la mesa, y cada uno explica por qué quiere o no quiere firmar los Sokovia Accords, y no solo exponen buenos argumentos por ambos lados, sino que los argumentos que exponen son coherentes con su propio personaje: por supuesto que War Machine, un soldado del ejército, no tendrá problemas con someterse al orden. Por supuesto que Scarlet Witch prefiere no ser encerrada de nuevo. Por supuesto que una máquina calculadora como Vision verá todo más fríamente, más allá de las consecuencias emocionales.
Esto es donde normalmente fallan los "versus" de superhéroes: en mantener la identidad de los personajes sin convertirlo en verdaderos cretinos. Sabemos que, salvo por Thor y Hulk —y quizás sea la razón más lógica de no incluirlos—, todos estos personajes son racionales y tranquilos a su manera. Si pueden evitar el conflicto lo van a hacer. Si esto fuera una película idiota, apenas sucedió el incidente con Scarlet Witch hubiéramos tenido un enfrentamiento ridículo a combos. No Civil War: nuestros protagonistas se sientan varias veces a conversar como seres humanos, a explicar el por qué de su posición. Solo cuando las palabras han terminado y esto se torna irremediable, hay pelea, e incluso esa es hecha sin intención de matar —a pesar de que tengo mis serios reparos al respecto, pero vamos por parte—.
Por supuesto, el eje central de este conflicto es Captain America y Iron Man, y sus posiciones son las mejores logradas, aunque irónicamente, son las que terminan recayendo en argumentos con mayor base emocional: Steve Rogers sabe que aceptar los Sokovia Accords no solo implicará renunciar a su libertad, sino la de su mejor amigo, quien ha estado prisionero en su propia mente durante todo ese tiempo. Y hemos armado esto ya por 2 películas pasadas, así que no se siente gratuito. Por el lado de Tony, algunos se han quejado que su construcción parece hipócrita, pero es claro que este sentimiento de culpa se ha armado desde Iron Man 3 y Avengers: Age of Ultron. No es gratuito. Es cierto, es posiblemente el único en la película que tenga salidas cuestionables, pero por regla general estuve conforme con su desarrollo.
La película no solo marca la reunión de viejos conocidos, también es la llegada de nuevos personajes. Black Panther es una enorme adición, quizás la necesaria nota de seriedad y solemnidad en un equipo donde todos se lanzan la talla. Admito que, sin saber nada del personaje al entrar al cine, la muerte de su padre se vio a kilómetros de distancia —el pobre hombre tenía un signo de "mátenme" desde que entró en pantalla—, pero todo lo relativo al personaje fue muy bien manejado. Me fascina especialmente que él sea, al final del día, quien logra superar el ciclo de violencia y venganza, justamente siendo el personaje que más merecía retribución por los actos de Zemo. Lo establecemos como un héroe que sabe dejar de lado el odio. ¡Estoy muy ansioso por ver qué nos trae!
Hablemos de Spider-Man un segundo, porque quizás sea lo que más sentimientos encontrados me produzca de la película. Me explico: no creo que la introducción del personaje en la trama haya sido bien manejada. ¿Qué es eso de Tony Stark tomando un avión desde Alemania a New York a buscar a un adolescente con el EXCLUSIVO FIN DE ARRASTRARLO A UNA GUERRA PERSONAL EN EUROPA? Esta es exactamente la salida de personaje que no entiendo: Tony se transforma básicamente en la peor versión de Batman posible, obligando a un joven impresionable a luchar contra su amigo Steve Rogers. ¿No que Tony se sentía responsable por haber dejado morir a una persona en Sokovia, y ahora quiere dejar a la Tía May sin sobrino? ¿Realmente necesita a Spider-Man teniendo a Vision y War Machinne de su lado?
Pero no puedo desconocer que la interpretación del personaje rozó la perfección. Los que me conocen saben que soy un gran fan de las películas de Tobey Maguire y que, con mis reparos a la duología The Amazing Spider-Man, creo que Andrew Garfield brilló bastante en esas películas, pero este Spider-Man es infinitamente superior. Es divertido, gracioso, ágil, ¡y no para de hablar! ¡Es como ver al personaje ser arrojado desde las viñetas del cómic! Y la forma como interactúa con los demás personajes, se siente como un adolescente real. Esto no es obvio: Hollywood no tiene idea de cómo escribir personas menores de 18 años, pero Tom Holland simplemente la rompió en su rol.
Quizás un personaje que dividió a la mitad del público sea Zemo (Daniel Brühl), nuestro villano: no sé nada del personaje en el cómic, así que mi apreciación de él pasa exclusivamente por lo que pasa en la película. Como antagonista, quizás tenga motivaciones un tanto cliché, pero me agradó que fuera un simple ser humano quien finalmente lograra la caída de los Avengers. No un Dios del Caos, no una Súper-Inteligencia Artificial: un humano, uno de los tantos que ellos mismos salvaron ese día. Y supongo que me agrada la poesía que de ello deriva. No creo que sea el más interesante y tampoco sé si muero por verlo de nuevo, pero cumplió su rol de buena manera...
...Lo cual no es excusa para lo ridículamente conveniente de su plan. Sí, comprendo cuál es la lógica detrás de cada una de sus acciones, pero creo que su objetivo de hacer a los Avengers enemistarse dependía de una serie de coincidencias absurdas. ¿Qué hubiera pasado si Falcon no hubiese revelado hacia dónde se dirigía Steve y Bucky? ¿Nos habríamos quedado mirando al infinito unos a otros? Por cierto, ¿qué clase de seguridad tiene la ONU que dejaron entrar a este sujeto con acento extraño? Y NO SOLO ESO, ¡LO DEJARON SALIR DEL EDIFICIO DESPUÉS DEL ESCAPE DE BUCKY! ¿Y de dónde un pobre hombre clase media de un país tan picante como Sokovia obtuvo los recursos para este plan magnífico? ¿Cómo un sujeto que probablemente era un aburrido oficinista redacta informes llega a enterarse del proyecto Winter Soldier para elaborar en tan corto tiempo la caída de los Avengers? Supongo que es la parte más débil del guion y quizás un par de líneas explicativas lo habrían salvado.
Tampoco es la idea detenerme en cada uno de los Avengers, pero supongo que algunos merecen menciones especiales: cada vez me agrada más Scarlet Witch. No pude evitar pensar en que su arco era similar a lo que sucede post-Avengers: Disassembled, encerrada y temida por sus poderes —lo que desencadena los eventos de House of M, imposibles en este universo—. Vision, en cambio, no me termina por cuajar: quizás no soy un gran fan de estos romances "Inter-Avengers", a pesar de que me consta de que ellos terminan juntos en los cómics. Siento que su personaje está flotando parando el dedo mientras llega Thanos a traer caos. Finalmente, algunos se quejan de que Hawkeye llega sin mayores motivaciones, pero no estoy de acuerdo: su vida personal y su familia podrían resultar expuestas en esta circunstancia. Y recordemos que en Avengers: Age of Ultron, fue una suerte de mentor para Scarlet Witch, ¿por qué no habría de importarle que esté recluida?
Dejemos de lado los personajes un segundo. La película puede dividirse en tres actos muy marcados: la presentación de los Sokovia Accords y la caza de The Winter Soldier; la fuga de Bucky y la batalla del aeropuerto; y finalmente el clímax con los Winter Soldiers. Voy a hacer una confesión: no disfruté demasiado la primera parte en el cine, pero con el paso de los días ha crecido bastante en mí. Es un trabajo lento poner a cada héroe en posición, ¡tenemos 12 que establecer! Y creo que, en general, la película hizo bien la pega, pero con perjuicio a una primera hora más movida. Y de pronto, Spider-Man entra en escena. No sé si fue solo en mi sala, pero en la función a la que asistí pareció que el público hubiese despertado de un largo letargo: comenzaron los saltos, los gritos, los aplausos y las risas.
El centro de este segundo acto es la pelea del aeropuerto, y este es el punto donde hay que apagar un poco el cerebro para dejarse llevar por lo que sucede: esta es una de las peleas más ridículamente asombrosas que he visto en los últimos años. Es una locura, pero como vengo explicando, se sintió ganada. Hemos pasado hora y media —y, por qué no, 12 películas anteriores— estableciendo a los personajes, sus diferencias y el por qué del conflicto, ¡se acabó la cháchara política, que venga ese GIANT-MAN! ¡HOLY SHIT! ¡No creí que volvería a sentir la sensación única de Bruce Banner golpeando esa ballena espacial voladora en The Avengers, pero sin duda lo logró! ¡Me alegra tanto que ningún trailer haya arruinado ese momento!
Algunas personas se quejan de que hubo demasiado humor —como siempre—, pero tiendo a no estar de acuerdo: es claro que los hermanos Russo optaron por tener dos peleas y dividir los tonos. La del aeropuerto es una bella imbecilidad, así que, que vengan esos chistes de Spider-Man, Tony Stark y Ant-Man; y nos guardamos la seriedad y oscuridad para la batalla final en las montañas. Y creo que así, el resultado no pudo ser mejor. ¿Tengo reparos sobre la pelea del aeropuerto? Sí, siento que a pesar de que no se "estaban intentando matar", hubo un par de movimientos que CLARAMENTE pudieron haber matado a uno de ellos: Scarlet Witch arrojando una pila de autos a Iron Man —sorry, Tony está muerto—, y Captain America soltando el puente del avión sobre Spider-Man. ¡Es primera vez que ve a Spider-Man! ¿Cómo sabe que siquiera va a poder resistir eso? ¡Hasta donde Steve sabe, es solo un sujeto muy ágil que tira telarañas! ¿Se imaginan lo penoso que hubiera sido ver a Tony volviendo a casa de Super Hot Tía May con puré de Peter?
El tercer acto es el más oscuro sin duda: hay un pequeño guiño a las prisiones de Reed Richards en el cómic original —habría sido interesante ver a Spider-Man cambiándose de bando en ese punto—, y Tony pelea a muerte con Steve. Parte de mí estuvo decepcionado de no ver el ejército de Winter Soldiers en acción, pero reflexionando sobre ello, creo que fue mucho más poderoso ver a nuestros héroes luchando uno contra otro en lugar de una tanda de enemigos genéricos. Es cierto que Tony se transforma en exactamente aquello que intentaba destruir con los Sokovia Accords, pero me parece justificado: hemos construido desde Iron Man 2 el cómo Tony ha vivido con una enorme carga por jamás haber arreglado las cosas con su padre. ¡Siempre se ha sentido el culpable, pero de pronto, el verdadero criminal está frente a él! Y la pelea es excelente, con muy buenas coreografías y efectos: es sorprendente, pero me alegra que la pelea entre "tres personajes" logre ser un buen cierre tras un Mega Smash Bros de superhéroes.
Mucha gente esperaba que alguien muriera en este punto, y lo mencionan como un "defecto" de la película. ¿En serio? Personalmente, considero que matar personajes se ha convertido en un movimiento editorial común en los cómics tan abusado que ha perdido gracia, especialmente en los Mega Eventos. "Hey, ¡matemos a X Personaje, eso remecerá al público!", muchas veces ignorando el desarrollo y series del personaje asesinado. ¿No tiene más impacto ver a los personajes sobrevivir y enfrentarse a las consecuencias de esos actos? ¿No es 100 veces más interesante ver que Rhodey no cambia de opinión sobre el Acta incluso cuando ha perdido buena parte de la movilidad de sus piernas? ¿No será mucho mejor ver las consecuencias de la discusión Steve/Tony con ambos vivos? ¡Dejen de pedir asesinar personajes! ¡Si un personaje se muere, genial! ¡Si vive, genial! Matar personajes no hace a una película mejor o peor.
Es cierto una cosa: esta no es una película que tome ningún riesgo, salvo en el plot twist del clímax, y esta es la única comparación que haré con Batman V Superman: esa película tuvo bastante pelotas e hizo cosas que ninguna película de superhéroes había hecho. Pero este es el asunto: tomar riesgos implica apostar, y a veces se puede perder. Captain America: Civil War es una película que se las juega a la segura, simplemente haciendo lo que mejor sabe hacer: entretener, dar personajes entrañables y dejarnos felices cuando nos vamos para la casa. Supongo que esa es mi mayor crítica a la película, pero al mismo tiempo, lo que obtuve fue justamente lo que esperaba. Más Giant Man. ¿VIERON A GIANT MAN?
Breves palabras al aspecto técnico: han habido quejas sobre los efectos especiales, y supongo que en la pelea del aeropuerto hay momentos demasiado computarizados, pero tampoco fue doloroso a los ojos como la secuencia inicial de Avengers: Age of Ultron. Lo que sí fue doloroso a los ojos fue el maldito 3D en que lo vi: ni siquiera pierdan su dinero en ello. La música tampoco destacó demasiado, aunque supongo cumplió su función. Las coreografías no fueron tan increíbles como en Captain America: The Winter Soldier, no hay nada como la magnífica secuencia en las calles con Bucky jugando al The Terminator, pero sin duda destacaron bastante en las dos peleas finales.
¿Es Captain America: Civil War lo mejor que le ha pasado al MCU? No, y no revoluciona nada. ¿Pero necesita hacerlo ya con 13 películas encima? Creo que no. ¿No se parece demasiado a su contraparte en cómic? Claro que no, y por esta vez, no podría estar más feliz. Lo que obtuvimos es una historia sólida sobre venganza, amistad, distanciamiento y culpa. Una historia no necesariamente compleja ni extremadamente craneada, pero en su sencillez triunfa. Y si puedo decir eso de una película con casi una quincena de protagonistas, entonces supongo que algo hicimos bien. Y de nuevo, GIANT MAN, HOLY SHIT. ¡Lo que es yo, nos vemos para Giant Man!
Atentamente,
Farfaramir, el que escribe tratados sobre películas de superhéroes
PD: En serio, Marisa Tomei tiene 50 años y parece de 30 como la Tía May. Quiero lo que esté tomando ella.
PD2: Meh a las escenas post-créditos.
Introducción al MCU
Revisando Captain America: The First Avenger (2011)
Revisando Captain America: The Winter Soldier (2014)
Revisa las otras reseñas del Marvel Cinematic Universe