"JLA: Earth-2" (2000) de Grant Morrison y Frank Quitely: el distorsionado espejo de DC
Aviso de Spoilers: Las reseñas que siguen a continuación tratan los sucesos más recientes de las series revisadas, por lo que pueden desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Continuando con nuestra Semana Batman V Superman, tengo el placer de revisar el trabajo con el que Grant Morrison nos presentó la peor cara de la JLA, con la primera aparición moderna del temible Crime Syndicate of Amerika. Con ustedes, JLA: Earth-2.
En los últimos tiempos del siglo pasado, Grant Morrison se hizo cargo de la colección de la JLA, enalteciéndola y brindándole un nuevo brillo después de una época noventera que poco aportó al mito. Así, con la crítica de su lado y finalizando su etapa, lanza como parte del cierre JLA: Earth-2, cómic autoconclusivo que se sirve de los lápices de Frank Quitely para narrar una gran historia con más de una lectura, como siempre ocurre en los guiones del calvo escocés.
Morrison se ha caracterizado a lo largo de su carrera por ser un punto de constante divergencia entre los lectores de cómics; todos tienen una opinión con respecto al trabajo del guionista. En lo personal, hay obras que simplemente destacan en cualquier repisa y que han sido aclamadas por la crítica, tales como All-Star Superman, Doom Patrol, Animal Man o Arkham Asylum, mientras que otros trabajos han generado división entre la confusión, la crítica y el aplauso como Final Crisis o Batman R.I.P.
Con estos antecedentes, nunca se puede estar seguro de con qué saldrá el bueno de Grant en cada una de sus obras, siempre hay inmersa una temática crítica asociada a conceptos metafísicos, pero el grado de profundidad de los mismos y el cómo se plasman en el contexto en el que los utiliza, pueden transformar el cómic en una obra maestra o en una ensalada de confusión que el lector promedio no puede digerir a la primera. Me ha pasado en más de una ocasión que he tenido que releer algún trabajo de Morrison para lograr captar la esencia del mismo, lo cual ha servido para darle otra vuelta al contenido y seguir las ideas del guionista, del cual me declaro seguidor aunque no fanático.
Una vez aclarado esto, hablaré de un entretenido cómic en todas sus líneas, que tiene como protagonistas a la JLA y al CSA, versión retorcida y maligna de la Liga que habita el universo de la antimateria, donde todo funciona al revés que en el universo habitual. Los héroes por un lado son Batman, Superman, Wonder Woman, Green Lantern (Kyle Rayner), Flash (Wally West), Martian Manhunter y Aquaman. Por otro lado, el CSA o Crime Syndicate of Amerika (Sindicato del Crimen de América) está compuesto por Ultraman, Owlman, Super-Woman, Johnny Quick y Power Ring, contrapartes respectivas de los héroes de la Liga.
La historia inicia con un viaje de Alexander Luthor, único héroe de la Tierra de Antimateria hacia la Tierra de Materia a la que él denomina Earth-2, donde habita la JLA. Luthor proviene de una Tierra donde el mal siempre triunfa como regla natural, y decide pedir ayuda a los héroes del universo de materia para poder vencer al CSA. De partida, es interesante cómo Morrison juega con las leyes naturales del mundo superheroico, estableciendo como regla inquebrantable que el bien venza sobre el mal y que por lo tanto, en el mundo contrario sea el mal el que prevalezca. Además, no es un detalle menor que la Tierra de la JLA sea la “segunda”, pues se establecería como la primaria o principal la Tierra en la que el mal triunfa y los poderosos oprimen al civil común. ¿En qué Tierra estaremos nosotros?
Después de convencer a la Liga, las fuerzas se dividen y viajan a la Tierra de Luthor, comenzando la ofensiva contra las fuerzas comandadas por el autoritario Ultraman. De esta forma, y dándole un poco de orden al mundo de antimateria, la Liga empieza a corregir los errores del Sindicato; sin embargo, para darle un equilibrio al universo, el CSA es transportado a Earth-2. Así, cada formación en un universo alterno intenta corregir o hacer de las suyas; sin embargo, las leyes naturales se sobreponen al esfuerzo de ambos bandos y el CSA es derrotado por los miembros de la Liga que no viajaron con Luthor. Asimismo, la Liga ve que sus esfuerzos son infructuosos por hacer el bien en el universo de la antimateria. El resto es parte del argumento final de la obra y del clímax de la misma, por lo que no será tratado aquí.
Es interesante analizar cada miembro tanto de la JLA y del CSA, pues es mérito de Morrison presentar a las contrapartes con precisión quirúrgica. Por ejemplo, Ultraman es un déspota y autoritario gobernante que vigila la Tierra cual Dios Olímpico desde su base de operaciones, Johhny Quick depende de drogas para tener súper velocidad y Super-Woman usa su sexualidad para someter a los hombres. Morrison deja en evidencia la humanidad de los héroes mostrando su contraparte, así se denotan sus debilidades y puntos en conflicto, lo que al mismo tiempo los destaca y acerca al lector. En términos simples, al ver a los héroes y sus versiones negativas es fácil darnos cuenta dónde y cómo podrían caer siendo quienes son, y por qué efectivamente son héroes a pesar de las posibilidades.
Sin duda lo más destacable de la obra es la crítica-homenaje que el guionista realiza a los cimientos argumentales del cómic norteamericano y cómo se evidencia al mismo tiempo la escasa evolución de trama que ha tenido el género; “siempre prevalecerá el bien” es una consigna permanente del género que está presente desde sus inicios y que simplemente ha ampliado sus límites pero no ha abandonado su esencia ni su base de sustentación, porque aunque mueran héroes, siempre el conflicto original se soluciona y los villanos huyen con el rabo entre las piernas; por mucho que se demore, siempre termina ganando el bien. El juego que realiza con la Tierra de Antimateria y el cómo finalmente se establece un statu quo, hace que esta obra arriesgue con estos límites pero que finalmente los respete, dejando bien en claro que el producto final es el que se espera, pero que algo pasó en el camino, algo que nos mostró que finalmente los héroes no son tan perfectos, que pueden caer en lo criminal y que eso está presente… sólo hay que pasar a la Antimateria.
Con este trabajo, Morrison nos deja en claro por qué los superhéroes son mejores que el poderoso de carne y hueso, gobernante del mundo, multimillonario, lanza internacional, político o tesorero de junta de vecinos, porque a pesar de tener el poder y la capacidad para hacer lo que les plazca, dominar el mundo (ficticio), adueñarse de lo que quieran, a los héroes de viñeta los mueve el bien común y la moral, lo que los vuelve súper.
Los lápices de Frank Quitely son realmente destacables; a pesar de que hay quienes critican cómo representa las mujeres, su dominio esquemático, el uso del espacio, el dinamismo y el manejo del detalle hacen de JLA: Earth-2 uno de sus mejores trabajos. El ganador de varios Premios Eisner por We3 y All-Star Superman, aporta de forma grandilocuente al diseño de personajes y a la reinvención del CSA; en la versión en tapa dura de ECC Comics con extras, se puede apreciar la increíble cantidad de anotaciones y bocetos que Frank adjuntaba a los guiones de Morrison. Además, al tener la libertad necesaria, podía reflejar de forma sublime la grandeza de los héroes pero sin dejar de lado la humanización tan típica de su trazo.
El dibujo de Quitely es reconocible a primera vista, y es con Morrison con quien ha logrado plasmar las mejores historias de su carrera, o al menos las más premiadas, y en esta obra se agradece especialmente pues se complementa el excelente guion con la marca del dibujante que nos permite cerrar de forma magistral este must have para todo fanático de la Liga, de Morrison, de Quitely o simplemente del buen arte.