"World's Finest" (1990) de Dave Gibbons y Steve Rude: realmente los mejores del mundo
World’s Finest —o en español Los Mejores del Mundo— fue una colección bastante interesante. National Comics —que pasaría a llamarse DC Comics— había encontrado un par de éxitos arrolladores con la publicación de Superman y Batman, y el siguiente paso lógico era unirlos en una sola publicación, adicional a sus aventuras en solitario. Así nace World's Best Comics, donde Superman y Batman se juntaban a combatir el crimen. Claro que el nombre World's Best no pegó mucho, por lo que rápidamente en la segunda entrega se cambió a World’s Finest para captar aún más audiencia.
La colección duró un respetable número de años, entre 1941 a 1986, pero dejó de ser editada un poco después de ese gran evento editorial llamado Crisis on Infinite Earths. Aun así, World’s Finest es recordada como una de las colecciones más queridas de universo DC pre-Crisis por el espíritu de aventura que envuelve a ambos personajes.
En 1990, DC tuvo la brillante idea de traer de vuelta este título, esta vez en forma de miniserie, en lo que se convertiría en el primer título dedicado a un encuentro entre Superman y Batman. Dave Gibbons tomaría el reto de guionista. Sí, ese Dave Gibbons, el de Watchmen. En el apartado gráfico, DC se decantaría por tres pesos pesados, y que indicarían la fe de la editorial en el proyecto: Steve “The Dude” Rude se encargaría de los lápices, Karl Kesel lo entintaría y Steve Oliff colorearía.
No quiero revelar mucho de la trama que desarrolla Gibbons, pero solo les diré que Lex Luthor y el Joker llegarían a un acuerdo para intercambiar sus bases de operaciones: el Joker llegaría a Metropolis y Luthor a Gotham. Esto haría que Superman y Batman trabajen juntos para poder detener la amenaza de ambos villanos, que es mucho más elaborada de lo que se puede llegar a intuir. Ese es uno de los grandes méritos del guion de Gibbons, que a pesar de beber mucho del clásico comic pre-Crisis, este nuevo World’s Finest también presenta amenazas mucho más intrincadas que antes.
La historia también se comporta de manera simétrica entre ambos personajes. Superman representa la luz y la esperanza, mientras que Batman es oscuridad y miedo. Ambos polos opuestos de la justicia hace que se complementen de buena manera, algo así como “policía bueno y policía malo” pero a un nivel mucho más grande. Esta distintiva representación de ambos personajes se hace presente desde su lenguaje corporal hasta la arquitectura de las ciudades donde habitan.
El dibujo de Steve Rude es realmente hermoso. Rude es una especie de mezcla entre Rembrandt y Alex Toth que utiliza muy bien sus viñetas. El uso de siluetas y sobre todo esa iluminación tan dramática, es perfecta para la trama que propone Gibbons, porque mal que mal, ambos personajes están enfrentando un reto mayor del que están acostumbrados. Rude cumple de gran manera su trabajo y se nota que gran parte del éxito de la miniserie es por su culpa.
De hecho, hay una interesante apuesta de los autores a nivel gráfico. World’s Finest trata de evocar versiones anteriores a Crisis on Infinite Earths, tanto en diseño como en color, lo que da un resultado atemporal en la obra. Superman claramente está inspirado en la versión de Richard Fleischer, tanto en su diseño de personaje como en la arquitectura de su Metropolis. Batman está inspirado de los primeros bocetos del Batman de los treinta, incluso usando los tonos de esa época en vestimenta y en el coloreado de su ciudad. Esto, junto con los colores digitales de Oliff, da una especie de burbuja sin tiempo que envuelve la historia: ambos personajes son reconocibles en cualquier época y su aventura también.
World’s Finest es un gran cómic, con mucha intriga y amenaza, pero también con una gran dosis de maravilla en sus páginas. Muestra una trama donde ambos personajes se ven envueltos en un peligro más grande que la vida misma y sus contrarias personalidades se complementan muy bien. ¿Quién necesita un versus si juntos son los Mejores del Mundo?