"Elektra Lives Again" (1990) de Frank Miller y Lynn Varley
Reseña de Coke Fuenzalida y Felipe Toro
Durante su reconocida etapa a cargo de Daredevil, Frank Miller, además de cambiar totalmente el rumbo de las historias del personaje, creó gran parte de su mitología. Una de sus más importantes adiciones fue la creación de Elektra Natchios. En un ejercicio de retrocontinuidad, la establece como una antigua novia de Matt, que regresa como una asesina. El momento de su muerte es uno de los más recordados de todo el run, a manos de Bullseye. Sin embargo, Miller no deja al personaje ahí. Ya cerca del final de su etapa, el personaje regresa y deja su historia abierta.
Es aquí donde llega esta obra. Podemos ubicarla, en cronología Miller, después de Born Again (hay algunas menciones de lo que pasó ahí). Miller decide dar un punto final a su creación. Él es el padre de Elektra, él quiere darle un cierre a su historia.
Matt Murdock tiene miedo. Habla de amor y horror en un confesionario de San Bartolomé. Habla de un amor muerto. Un amor que aún lo persigue y que le cuesta dejar partir.
Matt Murdock sueña. Elektra Natchios muere una y otra vez.
Murdock sueña confusamente. ¿Una premonición? ¿Una advertencia? Busca respuestas en un cementerio. Un combate con la mala alianza de La Mano y Elektra. ¿Está Matt soñando?
Así arranca esta novela gráfica de mano de uno de los autores por excelencia de nuestro demonio de Hell’s Kitchen, Frank Miller acompañado en los colores por la excepcional Lynn Varley.
La historia que acá se presenta gira básicamente a la premisa de ¿murió realmente Elektra? Y en medio de esa pregunta tenemos a La Mano, ritos vudú, muertos vivientes, fantasmas inciertos que ponen a prueba la cordura de Murdock.
Miller expande nuevamente la psicología de ambos personajes. Tanto Natchios como Murdock, almas diametralmente opuestas están destinadas a encontrar un punto de conexión ad infinitum.
El arte de estas páginas es prolijo y, gracias al apartado de colores de su esposa, brilla de manera increíble y de paso nos señala que camino tomaría a posteriori. Abunda la iconografía religiosa, tal como se hizo en Born Again. Es mucho más explícito que el normal del cómic superheroico, más allá de los desnudos y la violencia mucho más cruda, Miller deja de mostrar al Murdock apuesto del resto de su obra. Acá abundan imágenes que intentan ser desagradables, a un Matt mucho más humano, con ojos y expresiones que muestran su furia, miedo, desesperación.
El traje de Daredevil y de Bullseye solo los vemos en televisión. Un recuerdo. Ahora son más humanos, podemos ver sus músculos, sus caras con detalle, lo que da totalmente otro sabor a las batallas.
Un must have dentro del ya vasto universo de Daredevil.