"Elektra: Asassin" (1986) de Frank Miller y Bill Sienkiewicz
Invitado: Radian Kohler
Nadie conoce más bien a Daredevil que Frank Miller. Es el hombre que más ha aportado al mito del diablo guardián de la cocina del infierno y también quien le entregó innumerables personajes e historias espectaculares en su legendario y largo run a cargo del hombre sin miedo.
Una de las inclusiones más memorables fue Elektra, uno de los tantos amores relevantes en la vida de nuestro Don Juan ciego favorito. La experta y fría asesina, quien fue pareja de un joven estudiante Matt Murdock, regresó a la ciudad para cumplir su rol como guardaespaldas de Kingpin. Ella volcó de cabeza la vida del diablo rojo durante un tiempo, hasta que fue asesinada por el sanguinario Bullseye tras negarse a liquidar a uno de los amigos más cercanos de Murdock: Foggy Nelson... pero su historia no terminaría allí.
Aquí es donde entra Miller y nos brinda un relato que no está claramente contextualizada (de hecho, se considera fuera de continuidad), pero, al fin y al cabo, trae de vuelta a nuestra querida ninja asesina, con varios clichés a los que Miller nos tiene acostumbrados, como la explotación de la cultura oriental, cyborgs y diálogos bastante fuertes. Sin embargo, hay que destacar que en el ámbito del guion esta obra fue muy radical, ya que nos entregó un contenido político fuerte, muy característico de Miller, pero también alejado de lo que Marvel nos mostró durante décadas, convirtiéndose en una obra controversial desde su publicación. La narración no es del todo lineal; se intercalan algunos recuerdos e imágenes en determinados momentos de la historia que pueden parecer inconexos y poco amigables para algunos lectores, pero luego de una segunda mirada se comprenden a la brevedad.
El arte de Bill Sienkiewicz es, quizá, lo más llamativo de la obra, pues para la época se alejó mucho de los estándares convencionales del cómic por su notoria influencia de las pinturas clásicas y lo fantásticas que se lograban ver las acuarelas en las viñetas, brindándole a Miller la capacidad de ser más atrevido con la narrativa, consiguiendo así una amalgama casi perfecta que nos sumerge en la piel de Elektra y Garrett.
El argumento no es nada complejo: un asesinato político y una misión para Elektra, en donde se verá involucrada con el agente Garret, de S.H.I.E.L.D. Además de la participación casi en forma de cameos de otros personajes como Nick Fury no tiene demasiada participación del universo Marvel. Aún así, lo que este cómic quiere brindar es una visión clara de cómo funciona la trastornada mente de Elektra, cómo cada uno de sus pasos está directamente relacionado con la bipolaridad de su vida como asesina y su otra parte que la lleva a ser algo más que un sicario. Todo esto con la clásica violencia, crítica social y monólogos introspectivos a los que Frank Miller nos tiene acostumbrados.
Elektra Assassin es una lectura obligada para los fanáticos de la mitología de Daredevil propuesta por Frank Miller y para los fans de Miller en sí, ya que es un punto de inflexión entre su etapa como guionista de personajes con capa y su entrada sin salida a la ciudad del pecado donde explota todos los recursos narrativos de su obra en un cómic que quebró lo establecido por allá en los años 80.