Esa vez en que Superman murió Parte III: cuatro superhombres y un Superman
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¿En que habíamos quedado? ¡Claro! Se habían visto cuatro personajes con el símbolo de Superman en el pecho. Antes, el mundo había perdido a su Superman, y ahora tenía cuatro de donde elegir. Una movida extraña si me lo preguntan. Extraña, pero muy entretenida.
Como ya habíamos repasado, Pa Kent había traído de vuelta el alma de su hijo, pero ahora había que saber a cuál de estos Supermen le corresponde el nombre del superhéroe más grande. Cada colección del personaje podría correr un par de meses sola, sin interferir en los hechos de las otras. Cierta libertad creativa se había colado en los autores, que abordarían sus creaciones de manera distinta, con enfoques distintos y metas diferentes.
En The Adventures of Superman, de Karl Kesel, Tom Grummett y Doug Hazlewood, escogen una versión actualizada de Superboy, apodado "The Metropolis Kid". Clon salido de los laboratorios del Project Cadmus, este nuevo Superboy —recordemos que en el Superman Post-Crisis no había existido como tal— tenía una actitud completamente distinta. Creo que los autores eligieron contar la historia de si uno de nosotros tuviera los poderes de Superman. El personaje es irresponsable, sobrado, un poco gruñón y sumamente galán con las mujeres más bellas de Metropolis, y se torna al final en una celebridad de televisión. El problema para él es que con la edad que demuestra cuesta tomarlo en serio. Trata de hacer de Superman, pero nunca deja de ser Superboy. Al final, logra su objetivo, estar a la altura del Hombre de Acero, pero le costará mucho sacrificio, y si bien el personaje tiene más defectos que virtudes, no se torna tan molesto como uno tiende a pensar. Como dije, básicamente es lo que uno haría con los poderes de Superman. Además, toda la exposición mediática, convirtiéndolo en un rockstar, siempre está de moda en cualquier época. ¿A quién no le gustaría salir a patrullar con Supergirl? Dejando de lado que es un robot de protoplasma interdimensional, claro.
Superman: The Man of Steel, de Louise Simonson, Jon Bogdanove y Denis Janke, elige un camino completamente diferente al resto. La imagen de su Superman no tiene nada que ver con el original. Los autores juegan con algo mucho más grande: la inspiración que genera el personaje. Apodado Steel, John Henry Irons era un ingeniero armamentístico que había creado un rifle mortal y efectivo: el Toastmaster. Viendo que su creación solo traía dolor, se mudó al Suicide Slum de Metropolis, tratando de vivir una vida sencilla y austera… claro que no se esperaba que su mayor creación llegara como instrumento en una guerra de pandillas. El pasado del que había huido lo había alcanzado. Inspirado por el sacrificio de Superman, se construiría una armadura cual Iron Man y saldría a cazar al responsable de hacer llegar los Toastmasters a Metropolis, convertido literalmente en "The Man of Steel". Particularmente, esta creación me encanta, no solo por ser algo distinto al resto de las colecciones, sino por el contenido social que trae. La violencia en las calles es algo real, más que un superhombre volador —muy a mi pesar—, y el abuso de armas está relegado a los barrios más pobres. En un cómic de Superman se estaba tratando un tema delicado y complejo. Eventualmente, Steel resuelve todo el tema, pero el cómic nos había hecho mirar una realidad, exagerada, pero tristemente realidad al fin.
Action Comics, de Roger Stern, Jackson Guice y Denis Rodier, nos mostraría un Superman frío e inmisericorde. Básicamente, los autores respondían la pregunta que se hacían muchos que se dicen fans de Superman: ¿por qué no usa sus poderes y termina con las amenazas de una vez? Apodado después como Eradicator, ese Superman no tenía remordimientos y mataría a cualquiera que se atreviera a traspasar la ley, convirtiéndose casi en una figura dictatorial en Metropolis. El origen de este se revela pasado la mitad de la saga. Cuando Superman decidió matar a Zod y compañía en "The Supergirl Saga" —les dije que retuvieran eso en su mente—, Superman quedó en un estado mental débil, entiéndase como que sufrió una depresión tremenda, por lo que decidió autoexiliarse en el espacio. Nadie tenía derecho a matar a alguien, mucho menos Superman. Entre sus viajes, Superman caería en la garras de Mongul, el tirano rey de Warworld. Prisionero, Superman conocería a Cleric, un ser milenario que era el encargado de preservar todo lo relacionado con la cultura kriptoniana. Este Clérigo le regala al Hombre de Acero un artefacto que posee todo el conocimiento de Krypton, además de ser un arma para la protección de la cultura del planeta. Este artefacto, ahora llamado Eradicator, construiría la Fortress of Solitude donde Kal-El guarda su herencia kriptoniana. Y este aparato aprovecharía la energía remanente del cuerpo del verdadero Superman, creando a esta versión del Hombre de Acero que básicamente es energía pura en un cuerpo cascarón, convirtiéndose en "The Last Son of Krypton".
Superman, de Dan Jurgens y Brett Breeding, mostraría a la versión más llamativa de Superman. "The Man of Tomorrow", mitad Kal-El, mitad robot. Un cyborg. Una versión actualizada del personaje, con los últimos aditamentos tecnológicos, capaz de conectarse a cualquier terminal digital, accediendo a redes privadas, militares o del gobierno. Un Superman hecho smartphone, por así decirlo. En dos números gana la confianza de todos, mandando el cuerpo de Doomsday al espacio infinito y deteniendo un ataque terrorista en la Casa Blanca. Pero, y aquí viene una de las mejores sorpresas de la saga, este Cyborg Superman no era nada menos que Hank Henshaw en un cuerpo artificial.
¿Pero quién es Hank Henshaw? Bueno, en una ocasión, Superman salvó de un accidente a un grupo de astronautas del transbordador espacial Excalibur de LexCorp. Se habían topado con una especie de radiación cósmica, en una parodia abierta a los Fantastic Four de Marvel. Esta historia no tendría final feliz, ya que los cuatro miembros no sabrían controlar sus poderes, muriendo dos en la historia; Henshaw daría su vida por salvar a su esposa, que se estaba volviendo invisible hasta un estado de desaparecer. En números posteriores, se mostraría que Henshaw no había muerto y que su conciencia ahora habitaba en una computadora. Ahora, más consciente de sus nuevas habilidades, trataría de reunirse con su amada, pero esta se suicidaría al ver el estado de su marido. Ante esto, Henshaw se construye una nave con la matriz que trajo a Superman a la Tierra, viajando por el espacio y conociendo culturas en el proceso. Al final se encuentra con un Mongul ya vencido por Superman, cuando este estaba exiliado en el espacio. Henshaw culpa de su desgracia a Superman, por lo que utiliza Warworld para planear su venganza.
Y destruye Coast City.
¿Qué?
Esta saga lo tiene todo: misterio, armas, romance y ¡genocidio! Esta movida no se la esperaba nadie. Cyborg Superman era en realidad un villano que gracias a la tecnología de Warworld se construyó un cuerpo para fingir ser Superman y destruir el planeta Tierra.
En este punto comienzan a converger las historias de los cuatro Supermen. Eradicator vería su cuerpo destrozado en la destrucción de Coast City, Superboy sería capturado por Cyborg Superman, aunque luego escaparía para unir fuerzas con Steel, quien enfrentaría a un misterioso robot de origen kriptoniano. Dentro del robot, una vez vencido, saldría Superman.
¿Eh? ¿Superman no estaba muerto? Esto lo vamos a explicar más adelante, pero ahora, este improvisado equipo se dispone a asaltar Engine City, que había reemplazado el cráter que había dejado la destrucción de la ciudad de Green Lantern. Curiosamente, los personajes principales que habitan Coast City no se encontraban en ella cuando esta fue destruida, y cuando vuelve Green Lantern a Engine City, no le queda más que plantar pelea, en este caso a Mongul. Esta parte de la saga también es el origen de otra saga más grande en la continuidad de la editorial: Zero Hour: Crisis in Time. Con el peso de su ciudad destruida, Hal Jordan buscaría la forma de traerla nuevamente a la vida, generando una ola de violencia, primero contra el cuerpo de Green Lanterns y después contra todo el Universo DC.
En el asalto a Engine City se revela todo: este Superman, débil y vestido de negro, es el verdadero Superman y vence a Cyborg Superman. Superman había vuelto al fin, después de meses de estar desaparecido.
¿Cómo es esto posible? Posteriormente se explicaría todo con detalle. Efectivamente, Superman murió en su lucha con Doomsday. Pero su cuerpo aún seguía teniendo la capacidad de usar la energía del sol —este es un concepto que se utilizó bastante en el Superman Post-Crisis— y gracias a Eradicator, que había robado el cuerpo de Superman y lo había traído a la Fortress of Solitude para curarlo, se había sanado de todas su heridas. Además, el alma de Kal-El había sido devuelta gracias a la intervención de Jonathan Kent en el número The Adventures of Superman #500 que repasamos en el post anterior. Débil aún por el trauma, este Superman vería sus poderes devueltos gracias a la intervención de Eradicator, quien se había llevado su energía para crear esa versión tenebrosa de Superman.
Siempre que reviso esta saga, recuerdo que pasé varias etapas a medida que crecía. En un principio me encantaba, era una saga que tenía de todo: peleas, muerte, traiciones, sorpresas y un largo "etc". Toda la etapa de "The Death of Superman" y sus sagas posteriores era un desfile de personajes que te ayudaban a conocer el Universo DC. Es una buena saga introductoria, salvo por algunos detalles en el estado de los personajes secundarios.
Luego, detestaba la saga misma. Creía que era solo como un golpe de impacto para poder subir las ventas del personaje. De hecho lo hizo: Superman Vol. 2 #075 es uno de los cómics más vendidos de todos los tiempos, pero el golpe se pasaba una vez que descubrías el final de esta. Ese cinismo que se apodera de uno en alguna fase de nuestra vida me hacía rechazar el cómic, que de por sí es solo una saga más dentro de todo lo que había hecho su equipo creativo.
Este sentimiento se mantuvo por mucho tiempo. Pero ahora, veo a este nuevo Superman contemporáneo, este hombre con poderes, lleno de dudas y defectos, y me hace apreciar esta saga por cómo muestra al Hombre de Acero. En "The Death of Superman" no hay ninguna muestra de duda en el personaje respecto a sus ideales. Para Kal-El siempre será primero el defender al débil, imponer la verdad y la justicia. Superman muere por estos ideales. Su entorno se ve inspirado por sus acciones. Así debería ser Superman.
Curiosamente, este ejercicio de “ver caer al héroe” se repitió en muchas colecciones de DC. Ya explique cómo Green Lantern buscaría la forma de hacer volver a Coast City, transformándose en Parallax y comprometiendo toda la realidad del universo. Batman pasó por algo similar al quedar fuera de servicio gracias al plan de Bane de quebrarlo. Pero ninguno tuvo el impacto que tuvo esta caída de Superman. Yo le atribuyo buena parte de esto a esas reuniones del "Supersquad". Al final, eran un montón de artistas que entendieron qué significaba Superman y decidieron mostrar que, a veces, tienes que perder algo para apreciarlo.
Superman es mi personaje favorito, cuando se escribe bien. "The Death of Superman" fue la que me indujo completamente al mundo del cómic y a pesar de sus años encima, sigue vigente. Los ideales que representa Superman son atemporales, por mas cínico y negro que se vuelva el mundo. Y eso parece que la mayoría no lo recuerda bien.
Considero que mis poderes son un don, no solo míos, sino de todos los que los necesiten.
Superman: Peace on Earth