Smallscreen - "The X-Files" S10E05: «Babylon»
Aviso de Spoilers: Las reseñas que siguen a continuación tratan los sucesos más recientes de las series revisadas, por lo que pueden desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Ya estamos en la fecha final de este revival, 6 episodios que para muchos se nos harán pocos, dado el buen nivel de lo que nos ha entregado el equipo creativo. Entre la avalancha de adelantos y clips que ha lanzado la FOX para promocionar el último episodio, "My Struggle II", nos tomamos un respiro para ver qué nos deparó el episodio emitido esta semana.
THE X-FILES S01E05: "Babylon"
FOX
Emisión: 14/02/2016
Dirección: Chris Carter
Guion: Chris Carter
Reseña: Eduardo Álvarez
9 / 10
Sinopsis: Cuando una galería de arte sufre un atentado por parte de unos jóvenes musulmanes, Mulder y Scully son solicitados por un par de agentes del FBI para buscar la forma de comunicarse con el único sobreviviente de los terroristas, que se mantiene en coma, para obtener información de la célula a la cual pertenecen.
The X-Files siempre ha sido una serie que, usando la ciencia ficción, el horror y la intriga, ha tratado de incursionar en el lado oscuro de la mente humana y de los grandes misterios de la vida. Obviando un puñado de episodios para el olvido —¿qué serie no los tiene?—, la mayoría de los guiones tiene más sustancia y se presta para análisis más profundos de lo que parece en un comienzo. Esa tónica se ha visto potenciada en estos episodios del revival, que además de explotar las joyas de la corona como la relación de Mulder y Scully y los esperados elementos sobrenaturales/conspirativos, han dejado su buena cota de mensajes que permiten análisis filosóficos y reflexiones más densas.
El episodio de hoy es una muestra clara de lo anterior. "Babylon" marcó el regreso a los guiones y dirección de Chris Carter, en el que el creador de la serie se dio el gusto de plasmar en la pantalla todo lo que quiso, desde el mediático viaje ácido de Mulder hasta efectuar profundas preguntas acerca de la naturaleza del odio humano.
El ya nombrado Acid Trip de Mulder, marcó sin duda el punto álgido de atención entre el fandom —debido al cameo de los Lone Gunmen y el Cigarrete Smoking Man— y de la prensa —por el baile de antología de David Duchovny—, a la par de lograr que el agente se comunicase con Shiraz, el terrorista en coma. Carter ya nos había mostrado su creencia de que ciertos alucinógenos aumentan la percepción del ser humano, pues es algo que ya utilizó en episodios como "The Blessing Way", "Teso Dos Bichos" y "Three of a Kind". Asimismo, esta escena se redondea como el momento jocoso del capítulo debido al perfecto baile coreográfico de Mulder, a quien ya habíamos visto como bailarín en "Post-Modern Prometheus" y "Dreamland" —el baile en el espejo es uno de los momentos imperdibles de toda la serie—. Además, el episodio está cruzado por varias canciones, al estilo de "Improbable". Dale, Chris, atrévete, sabemos que tu deseo reprimido es dirigir un musical.
Sin embargo, bajo ese adorno de aparente liviandad del episodio, encontramos otra realidad subyacente. El motor del capítulo está dado por el siempre polémico tema de los atentados terroristas perpetrados por musulmanes, y en general por crímenes de odio. Esto decantó en un gran diálogo entre Mulder y Scully donde los agentes se preguntan cuál es la raíz del odio irracional que mostramos los humanos en determinados momentos, y si este es gatillado por factores internos o por la sugestión de otros individuos o grupos de poder, siempre buscando el aprovechamiento sobre el más débil. Es interesante esta reflexión en personajes que siempre se han opuesto a esas fuerzas oscuras que buscan moldear el mundo a su antojo, no sólo instigando el odio, sino cualquier aspecto de la naturaleza humana que los lleve a mantener el status superior. Quizá ese sea el significado de la escena final, con la cámara alejándose hasta salir de la Tierra, implicando que creemos "vivir" en el planeta, cuando en realidad quizá sólo seamos espectadores de lo que sucede a nuestro alrededor. Ya lo dijo Grant Morrison en su tremenda obra Animal Man: "Es lo mismo para todos. Siempre esperamos ser protagonistas de nuestra vida, pero terminamos haciendo de extras."
Otro elemento destacado del capítulo fue la presentación de una pareja de jóvenes agentes del FBI, Miller y Einstein. Al respecto, ríos de tinta digital han corrido por internet y las redes sociales, ya que se especula con fuerza que estos personajes fueron pensados como unos nuevos Mulder y Scully, algo así como "The X-Files: The Next Generation". Por lo que a mí respecta, no suscribo a esa teoría por el simple hecho que me parece imposible que creadores de demostrada valía como Carter, los hermanos Morgan o James Wong hayan sido capaces de crear unos personajes tan iguales, prácticamente un calco, a Mulder y Scully: ella, la agente Einstein, doctora en medicina, escéptica e incluso pelirroja; él, el agente Miller, impecable, serio y creyente hasta la médula.
Más bien creo que es para ejemplificar otro concepto del episodio. El nombre, "Babylon", hace referencia a La Torre de Babel, de cuando Dios castigó al hombre haciendo que todos tuvieran lenguaje distinto y no pudiesen entenderse y cooperar. ¿Y si todo el odio y estupidez humana fuese producto de que somos incapaces de entendernos, debido a que la realidad es deformada por la burbuja individual en que nos encontramos? Acá tenemos al agente Miller, creyente en lo paranormal, que termina recibiendo ayuda "terrenal" de Scully, que se refugia en la ciencia. La agente Einstein, escéptica, termina obviando su eje moral al ayudar a Mulder a consumir sustancias que su propia licencia de Medicina contradicen. Los mismos Mulder y Scully, quienes colaboran con estos nuevos agentes por separado, dejan de lado su compañerismo en pos de hacer lo que creen mejor para ayudar.
Finalmente, ambas parejas se reencuentran, dejando entrever el análisis de cómo la percepción individualista y la deformación de la realidad que provoca nuestra propia experiencia de vida termina por hacernos vivir el día a día en una torre de Babel: sin entender a quién se encuentra a nuestro lado.
En definitiva, tenemos un excelente episodio, en el cual el elemento paranormal sólo sirve como vehículo para que Carter nos hable de su filosofía, y nos plantee muy profundas preguntas acerca de nuestra naturaleza, personal y como humanidad. Otra pieza magistral en los más de 200 episodios de The X-Files, y uno de los momentos más altos de este revival. Nos tienes a tus pies, Chris Carter, vuélanos la cabeza con el gran final de temporada de la próxima semana…