"Deadpool: Pulp" (2010): menos chimichangas y más noir
Deadpool está en todos lados, eso gracias a una excelente campaña promocional de la película. Como los ánimos Deadpool-ianos están a flor de piel me sumé al especial del sitio para traerles Deadpool Pulp, una suerte de narración noir post-Segunda Guerra Mundial. Lectura para mayores y cero humor de chimichangas. Perfecto para mí.
DEADPOOL PULP #001-004
Marvel
Publicación: Septiembre 2010 – Diciembre 2010
Guionistas: Adam Glass, Mike Benson
Dibujante: Laurence Campbell
Colorista: Lee Loughridge
Reseña: La Cavalletta
Deadpool Pulp es la miniserie de cuatro números que nos demuestra que el personaje es más que solo un sicario chiflado, es capaz de ser un hombre humano con todas sus complejidades y vicisitudes.
Acá Deadpool no es una especie de experimento de laboratorio; nos situamos en el periodo tras la Segunda Guerra Mundial y los ánimos aún se mantienen sensibles, el temor de una tercera guerra es latente y más todavía cuando la bomba atómica es robada por una mujer que se hace llamar Outlaw, una doble agente de la CIA.
El General Cable tiene justo al hombre para ir tras ella, Outlaw es una mujer de maldad pura y Wade Wilson lo suficientemente desquiciado. Claro que el presidente de la FBI, J. Edgar Hoover, no está muy de acuerdo y le exige una prueba psicológica completa a Wade. Tres a cuatro páginas de locura pura, de verdad que está al nivel de la entrevista psicológica de Rorscharch en Watchmen y esto es un TREMENDO cumplido para un personaje como Deadpool. De verdad, ya veo a los Moore-lovers con ataque por la frase que dije.
Durante la entrevista —y en toda la miniserie— nos muestra que Wade Wilson es capturado por "chinos" y torturado al extremo de quebrantar su alma en personas diferentes. Él y Cable logran escapar, pero ambos quedan con algo escondido en lo profundo de sus cerebros.
Receta para una entrevista psicológica atractiva en el cómic: que el entrevistado transmita su locura al psicólogo como un virus.
Pero no solo lo anterior es brillante en la miniserie, sino que Deadpool en esta ocasión tiene doble personalidad, un chiquillo "flojo" asesino y la otra un detective asesino. Aunque en realidad las dos personalidades trabajan en conjunto de forma dual. ¿Y saben qué más destacaría? La miniserie no solo posee acción, sino que también momentos románticos, situaciones con narración poética, un protagonista con un pasado traumático, los ingredientes para etiquetar a esta colección como un noir preciso.
Todo parece indicar que los sucesos ocurridos son más que meras coincidencias: roban una bomba, mandan al hombre desquiciado a buscarla, Cable que fue prisionero de guerra es general… parecen piezas puestas estratégicamente.
La búsqueda de Outlaw lleva a Wade Wilson hasta Guantánamo, Cuba, pero el lugar le provoca recuerdos de cuando fue capturado en guerra, el lugar se parece demasiado. Es aquí donde descubre toda la mierda que hay detrás de su supuesta captura.
Hay una escena que me gustó muchísimo y fue cuando relató cómo escapó de la trampa china —atado a un pozo de agua con una varilla amarrando sus pulgares— y le explica al psicólogo mostrando cómo se saca un dedo falso. Este momento, es un momento priceless.
El arte de la miniserie me parece glorioso. A pesar que a momentos los rostros parecen más o menos deformes, la coloración y el entintado es lo suficientemente oscuro, crudo, con mucho estilo noir, década de los 40, hombres bien peinados y mujeres con miradas asesinas. Es la década perfecta para relatar esta suerte de What If…? del rojo amigo con el sentido común suficiente para querer salvar a una ciudad completa… y en consecuencia, el mundo.
A esto sumen que las portadas son dibujadas por el maestro Jae Lee, de composición simple pero con trazos y posturas corporales lo suficientemente dramáticas y acordes al contenido de la serie. Her-mo-so.