"Burnt" (2015): un film nuevo con receta antigua
Año: 2015
País: Estados Unidos
Género: Comedia, drama
Director: John Wells
Elenco: Bradley Cooper, Alicia Vikander, Lily James, Jamie Dornan
Duración: 101 minutos
En El Multiverso 52 estamos de acuerdo en el amplio concepto de nuestro nombre. En otro universo, esta página surge por nuestro afán por películas agradables para ver en la tarde, y seguimos la carrera de actores interesantes y atractivos, como, por ejemplo, Bradley Cooper. En ese universo es anecdótico que alguna vez hizo la voz de un mapache interestelar en una película de acción, pero en este universo, me siento compelido a explicar por qué estamos revisando esta película. La verdad es que considero que esta página está abierta a todo tipo de diversión, y mientras más amplia sea esta, no debiera ser un problema.
Aun cuando nuestro punto de partida sean los comics, queremos ampliarnos un poco al cine con la irreverencia, simpatía y eterna subjetividad que nos caracteriza. Por ello estrenamos la sección de cine, en donde la invitación en cada oportunidad será revisar lo que se encuentra actualmente en la pantalla grande, y determinando si vale la pena la entrada o si es mejor alternativa esperar. No negaré la dificultad de determinar tales alternativas o la peor de todas, ninguna de las dos. Hay películas que quizás en tanto valor artístico merezca ser vista en la peor pantalla posible, pero sus avances tecnológicos o de sonido invitan a que sean vistas en cine a pesar de su calidad discutible. Al menos yo, trataré de evitar esa discusión valórica...si la película es buena, merecerá su entrada como corresponde.
Entonces, luego de esta innecesaria pero relevante introducción, procedemos a presentar Una Buena Receta (Burnt en su idioma original), protagonizada por Bradley Cooper y un montón de secundarios (destacando Siena Miller). ¿Qué tal la película? Pasemos a ver.
Adam Jones es un chef profesional de gran talento y éxito que decide volver a la cocina luego de sepultar su carrera por drogas, violencia y ataques varios a rivales. Su vuelta al circuito se dificulta principalmente por él mismo y su lucha contra sus propios demonios, y también influyen sus aires de grandeza y deseos de éxito en su competitivo entorno. Con este resumen del argumento creo que no es muy difícil intuir el tipo de película que nos encontraremos. Responde al molde que Dr. House nos ha presentado en los últimos años y que muchos han seguido: un genio en su entorno, atribulado por su propia genialidad y con un pasado tormentoso. Sin embargo, logrará su objetivo gracias a su genialidad no cuestionada y el apoyo de quienes en un principio no valoraba. Esa misma trama esta en incontables historias, y solo se puede sostener medianamente gracias a las interpretaciones y el interés que pueda generarnos la excusa de turno, en este caso, el mundo de la cocina.
En cuanto a la primera, contamos con un buen grupo de actores que, aunque no son llevados por el guion ni la dirección a ningún lugar inesperado o fascinante, cumplen correctamente con su cometido. Cooper tiene talento y un atractivo desaliñado que genera un efecto de transferencia útil para estas películas: las mujeres lo pueden desear y los hombres pueden desear ser como él (asumiendo heterosexualidad por supuesto, y hablando generalidades), por lo que se sostiene la película en torno a él como chef. Y así como el prejuicio que uno tiene acerca de los chefs, se torna una película egocéntrica (o Cooper-céntrica); todos los personajes dependen y orbitan en torno al protagonista, en tanto motivaciones, desarrollos y conclusiones, por lo que es fácil decir que estamos ante un solo protagonista principal, y el resto del elenco acompañando de lejitos, incluso algunos nombres relevantes relegados a un par de minutos en el metraje (el prácticamente cameo de Uma Thurman). Esto finalmente pesa en la calidad de la película; es divertido ver la misma historia otra vez, pero todo depende de este único personaje relevante como si estuviéramos en su misma cocina. No podemos cuestionar mucho al chef porque es el talentoso y el único personaje que verdaderamente importa.
Por lo demás, tenemos bonitos colores y platos llamativos, pero que honestamente no me apetecen mucho dado mis gustos menos refinados e inclinados más hacia la cantidad que al adorno. Pero tampoco es el foco de la película, el foco muy pocas veces es la cocina, sino simplemente el ego del protagonista, y debemos comulgar en que le vaya bien, en que tenga éxito y que ojalá aprenda algo en el camino, pero lo central sigue siendo su éxito. Personalmente disfruto cuando oficios u artes que no manejo mucho me son presentados y discutidos en cuanto su esencia, su arte o lo que se pretende lograr con ella, y que muchas veces no se ve a simple vista. Recuerdo solo un par de frases sueltas que apuntan a una caracterización de la cocina que despertaban mi interés porque indicaba que no estaba viendo una película de un solo personaje pseudo genio incomprendido, sino una declaración acerca de lo que es cocinar, entregarse a esa acción.
Veredicto: En un momento los dos personajes con más presencia en la película conversan en un Burger King acerca del valor de la comida servida en ese local. Así como las hamburguesas de ese local, disfrute la película, pero al poco tiempo de salir quede con hambre de algo con mayor sustancia. Es una película ideal para ver cuando uno ya está llenito, me la imagino pillándola en la tele de casualidad una tarde de sábado después del almuerzo, sin mayores pretensiones, divirtiéndome un rato y olvidándola un poco después. Rápida y digerible.
¿Entrada o esperar? Voto por la segunda, ojalá con amistades que gusten de cocinar y se entusiasmen con algo rico. Verla en el cine es discutible...depende de con quién vaya, si no hay acuerdo en qué ver, para eso mejor vaya al Burger King y converse sobre comida.