MR DC 46 - ¡El regreso de Lucifer!

Publicación: 16/12/2015
Guionista: Max Landis
Dibujante: Tommy Lee Edwards

Reseña: Farfaramir

10 / 10

Superman Alien #1 sorprendió a todos con una de los orígenes más simpáticos y tiernos del Hombre de Acero que hayamos tenido a la fecha, narrándonos con extrema habilidad su niñez y su trauma de verse a sí mismo como un alien extraño en un planeta que no es el suyo. Con un arte delicado y caricaturesco, se ganó el corazón de muchos, ¡No puedo esperar para leer el número #2 y emocionarme a las lágrimas de nuevo!

Bueno… Superman American Alien #2 es todo lo opuesto. Es como si hicieran una continuación a Cadena de Favores donde el niño vuelve con metralletas y lanzallamas para devorar las almas de quienes acabaron con su vida.

¿Es eso algo malo? Para nada. Este número #2 sigue adentrándonos en los miedos y temores de Clark, pero desde una perspectiva más violenta y brutal.

Durante la adolescencia/juventud de Clark, un macabro asalto tiene lugar en una tienda de Smallville y la policía no está seguro de quien fue el culpable. Clark decide tomar el asunto en sus propias manos, pero de pronto todo se sale de control…

A pesar de que hay un cambio en el modo de historia, tono e incluso arte (mucho más tosco), este número sigue jugando con el miedo de Clark a sus propios poderes. Pero si el número pasado apostaba por mostrar sus temores al volar, esta vez el terror surge de su fuerza incontrolable y a sus rayos de fuego. Aunque el cómic en sí mismo no es tan genial como su número anterior, esta secuencia de cuadros de Clark enfrentándose a un grupo de Rednecks lo vale. Hay una sensación «Smallville» (la serie) en el aire, pero en un buen sentido: es como debió ser en primer lugar y no la teleserie que obtuvimos.

Debo decir, en todo caso, que no me agradó el Cliffhanger. Es muy probable que cuando lo este leyendo más de alguno y diga… “¿En serio? ¿DE NUEVO?”. Si lo leyeron, sabrán de que habló, pero supongo que es raro ver a un cómic tan fresco caer en los mismos clichés de siempre.

Pero salvo por eso y que cualquier cosa que involucre adolescentes llorones necesariamente pierde un poco de números, ¡un gran número! Veamos hacia donde nos lleva esto.

Publicación: 16/12/2015
Guionista: Brian Azzarello, Matteo Casali
Dibujante: Giuseppe Camuncoli

Reseña: Farfaramir

10 / 10

El primer número de Batman Europa nos dejó con una premisa interesante que exploramos más en este segundo número: tanto Batman y el Joker han sido infectados por un virus letal, y ahora deberán trabajar en equipo para encontrar la cura cuya clave podría estar en una hacker que se encontraba en Berlín. Cada número ocurre en una ciudad de Europa distinta (de ahí el nombre) y en esta ocasión nos trasladamos a Praga.

Y ocurre más o menos lo que esperarías en una cooperación entre un héroe y un villano que ya hemos visto tantas veces: los dos se llevan mal, el héroe le recuerda continuamente que no son amigos y que solo es una tregua temporal, el villano salva al héroe en algún punto, ya saben, una fórmula que alguna vez fue original pero que poco a poco ha perdido su magia. Pero saquémonos las gafas de crítico snob y permitámonos ser fanboys por un segundo: es Batman trabajando con el Joker. ¿Cómo no va a ser entretenido? Es lo que promete el cómic y es lo que nos entregan.

Y la dinámica entre ambos es fluida y nada forzada, es más o menos lo que te imaginarías que sucedería si Bruce Wayne se viera obligado a trabajar con su archi rival. El número en sí es más que nada acción, pero es esta dinámica la que hace que las más de 30 páginas pasen volando.

Ahora… debo confesar que no encuentro tan necesaria la idea de cambiar de ciudades cada número, perdemos harto tiempo en Batman describiendo una ciudad cuyas características propias no influyen nada en la historia misma. Todo esto pudo suceder en Ciudad Gótica y la historia podría ser igual de entretenida.

¡Pero aún así lo recomiendo! Échenle un ojo.

Publicación: 16/12/2015
Guionista: Lee Bermejo
Dibujante: Carmine Di Giandomenico

Reseña: Fantasma Rojo

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Es bastante interesante está parte 4 de Robin War, ya que no solo se limita a darle curso al crossover, sino también a plantear temas. Un ejemplo de ello es la conversación que James Gordon y Dick Grayson tienen sobre las implicancias de la mera existencia de un compañero juvenil como es Robin. ¿Qué puede llevar a un individuo a poner en riesgo a un menor de edad? El planteamiento crítico a esa parte tan tradicional de las historias del encapotado es algo que levanta inquietudes, pero que casi nunca se le da mayor tratamiento. Lo interesante es que en esta ocasión es planteado no por uno de los miembros de la Bat-Family, sino por Gordon. Dick Grayson da una respuesta, pero aun así el tema queda bastante abierto.

El otro lado del número se enfoca en Duke Thomas, Damian, Red Hood, Red Robin y los demás Robins que están aprisionados. Los eventos que ocurren son a través de la perspectiva de Thomas. Hasta este punto, él había visto a su grupo de Robins como un movimiento que tenía la suficiente fuerza para hacer de Gotham un mejor lugar, pero el enfrentarse a situaciones más extraordinarias, como la Corte de los Búhos, le pone de frente lo insuficientemente preparado que está. Parte de la vida de un Robin es aceptar un grado de locura inusual en las situaciones que le toca enfrentar, es este punto donde Duke se da cuenta de dicha encrucijada y más le vale tomar una decisión luego, porque si bien el escape de los Robins es exitoso, la emboscada que les aguarda es un buen reto.

Como crossover Robin War ha sido entretenido de leer, pero puede que su premisa le termine quedando grande, ya que si bien los Robins han logrado liberarse, no hay indicios de cómo se va a solucionar el complot de la Corte de los Búhos.

Publicación: 16/12/2015
Guionista: Brenden Fletcher, Cameron Stewart
Dibujante: Babs Tarr

Reseña: Linken

7 / 10

Atención:
Esta reseña tiene Spoilers. ¿Get it? Porque aparece Spoiler en la historia.
Sé donde está la salida, gracias.
Algo raro me pasó leyendo Batgirl #46. Sentí que el dibujo no era tan estilizado como antes, no estaba tan pulido. Quizás a Babs Tarr se le anduvo acabando el tiempo y terminó entintando versiones anteriores contrazas locas, pero sentí que dejó caer un poco la vara alta que llevaba con respecto al arte del comic y lo estilizado que siempre ha sido. Por lo menos lo que fue la primera mitad del comic, ya después de eso se podría decir que volvió a la normalidad, sobretodo con las escenas de peleas y con Spoiler (que parece ser Barbara rubia, un poco de distinción)

Con respecto a la historia, por fin veo un título del número que no dice «ESTO parte 1» o algo parecido, lo que singifica que las apuestas están listas para que Stewart y Fletcher empiecen a hacer funcionar arcos más extensos y más elaborados.

Si bien la primera parte (las primeras hojas más que nada) fueron bastante lentas, todo después empieza a acelerar cuando Barb se encuentra con Stephanie, por lo que el resto de la historia fue agradable. Me gustó eso de que la amiga le exigiera ser su side-kick. Muestra cada vez más la independencia sobre la Bat-Family. Batgirl dejó de estar bajo la tutela de Batman hace bastante, merece tener las características de un héroe hecho y derecho.

Va a sonar un poco raro lo que diré ahora y espero me entiendan pero creo que Batgirl esta transformandose en una historia demasiado girl power, la expresión en gringolandia es «bubblegum fun». Estrellitas y líneas para enfatizar gestos y posiciones es… raro. Si el lector ocacional busca eso, es la lectura de su vida, pero por lo que he leído, no soy el único en notarlo y otros han llegado al extremo de criticarlo más fuertemente. Batgirl fue en su momento EL comic que defendía los personajes fuertes femeninos, por lo que mostrarlo con esas características tan girly no caerá bien en los fans de antaño de la Bat-Family. No sé, espero equivocarme y que este sea solo una caída momentanea remontable, Barb lo merece.

Publicación: 16/12/2015
Guionista: Geoff Johns
Dibujante: Francis Manapul

Reseña: Chris

7 / 10

La Darkseid War ha resultado ser un evento que ha roto muchos paradigmas que se habían impuesto en DC. El primero es la calidad de Geoff Johns como guionista. Se dirá mucho que el hombre suele crear historias palomiteras, con poca profundidad y mucho efectismo, pero pese a ello Johns muestra un gran conocimiento del universo DC y es capaz de trabajar con dichos personajes casi irremovibles en su concepción y agregar nuevos conceptos a sus universos, dándoles una sensación de frescura y vivacidad que pocos guionistas saben aprovechar. Pero gracias a los New 52, eso no sería un impedimento. No debió serlo. Porque en verdad todo fue desastroso. La primera historia de esta Liga fue una muestra de que los 90 habían vuelto o alguien quería hacer un homenaje de mal gusto en honor a ellos; y así continuó la cosa hasta que Jim Lee dejó el título a puertas del evento El Trono de Atlantis. No es difícil culpar del desastre al coreano por el desastre de serie que era, porque una vez que Reis tomó los lápices, el salto de calidad fue enorme. Pasando por la Trinity War, la irregular Forever Evil y los eventos y sucesos que siguieron al final de dicho evento, se labró un largo camino que vendría dando resultado a esta Darkseid War.

Para los que han venido siguiendo el evento, ya saben que varios miembros de la Liga se han vuelto Nuevos Dioses. Hay una serie de one-shots de variable, pero aceptable calidad que profundiza en dichas transformaciones. Es algo muy importante, pero no se explora eso en el número. En cambio veremos como el resto de la Liga que no se convirtieron en Dioses técnicamente, porque Wonder Woman y Mr. Miracle si lo son, pero también tenemos a Jessica Cruz un personaje que solo sobrevive en esta serie y que hasta ahora no ha pintado para nada en la Liga, junto a Steve Trevor que es tan útil como un pedazo de escombro y un Cyborg que por ser negro no se convirtió en Dios. O quizás a Johns le dijeron que le estaba prestando mucha atención al tipo y es por eso que casi ni se siente en la trama. Y además que su serie está horrible, hay que admitirlo.

En fin, Miracle, Diana y sus secuaces hacen frente a los desconcertados secuaces de Darkseid que al ver a su líder caído, no saben hacer otra cosa que golpear lo primero que ven. Pero debido a una visita conyugal que recibe Miracle, se dan cuenta que están perdiendo el tiempo y se van. Eso sería lo más importante del número, porque decir algo más seria spoiler, ya que veremos el regreso de unos viejos conocidos y el ascenso inesperado de un nuevo Dios relacionado a algo muy peligroso y poderoso que podría poner como no, al universo entero en peligro. Nada que no se haya escrito antes, pero Johns tiene esa capacidad de hacer tan grandilocuente todo, que me interesa mucho saber que va a pasar en el próximo número. Porque este cómic ha demostrado el segundo paradigma roto que se había impuesto en DC, sobre la falta de libertad en la creación de historias. DC y más precisamente los editores, siempre han sido muy cuidadosos con el tema de cómo utilizar los personajes y mantenerlos más o menos en un status quo que no sobresalga demasiado. Este evento ha roto eso y no solo ha cambiado por ahora, dramáticamente a los personajes, si no que se han quitado de encima a uno de los villanos más populares de DC, sin remordimientos. Y la continuidad de la serie ni importa. No sé si estará bien o mal lo último, pero la serie está divertida y por mí si sigue sorprendiendo como lo viene haciendo, me da lo mismo los cambios que hagan. Ya nos confirmaron que todo esto desencadenará de alguna manera en DC You, pero hay que solo disfrutarlo y más si tenemos a Manapul en los lápices, y más con la promesa de que Fabook tarde o temprano retomará los dibujos de la serie. Ya saben, no le pierdan la vista a este evento, hace tiempo que no veíamos algo así en DC. Lo vale.

Publicación: 16/12/2015
Guionista: Rob Williams
Dibujante: Ronan Cliquet

Reseña: Fantasma Rojo

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El resultado del cliffhanger es menos dramático de lo que parecía, ya que si bien Marte vive otra vez, lo hace muy cerca de la Tierra y el conflicto entre ambos planetas se hace inevitable. Martian Manhunter es un protagonista conflictuado y que parece ya haber tomado su decisión sobre a quienes debe proteger, sin embargo no todo parece tan simple, ya que en este nuevo Marte se encuentran con Alicia, pero ya crecida y con una mala actitud. El ritual de sangre marciano tuvo raros efectos.

El número en sí mismo es bastante extraño y se siente incompleto, siendo el que hasta este momento ha dedicado mayor fuerza a servir de nexo para el nuevo status quo. Fuera de eso, Martian Manhunter como serie sigue siendo igual de sólida, pero al menos yo ya quiero que se resuelva este arco argumental para ver en definitiva que va a ser de J’onn J’onzz

Publicación: 16/12/2015
Guionista: Holly Black
Dibujante: Lee Garbett

Reseña: Obi Wan Kannabis

10 / 10

Lucifer se reveló, luego se alejó de la presencia, y finalmente se fue a otra dimensión, ahora está de vuelta, y se hace sentir en todo Los Ángeles.

Un caído Gabriel es reclutado por los ángeles para resolver un misterio: debe encontrar al responsable de la muerte del Padre, y si lo logra sera restituido como ángel. El sospechoso número uno acaba de regresar a esta dimensión, más si esperan que el príncipe de las tinieblas se desgaste en una batalla de golpes con un ex-ángel, mejor que lo piensen de nuevo, a fin de cuentas alguien ha matado a Dios y no fue él, eso no es algo que vaya a dejar pasar.

Lucifer está de vuelta e incluso haciendo referencias a Hellblazer, de todas maneras un excelente cómic, que vale la pena leer. Holly Black nos muestra su visión del personaje, y nos entrega una historia interesante y rica en contenido, en tan solo 21 páginas nos muestra el vasto universo que está tratando de desarrollar y la idea central del cómic genera un hambre de más, este puede que se convierta en otro de mis cómics mensuales favoritos.

El arte de Garbett calza de manera perfecta con la historia que se quiere contar, con artistas así se hace más difícil entender por qué otras series de mayor demanda popular como Constantine tienen un arte tan «cuestionable» por decir lo menos. Recomendable.