"Star Wars: The Crimson Empire Saga": el honor tiene lugar en el Imperio
Era el año 2012 cuando una noticia no tardó en llenar de ilusiones y anticipación a todo el fandom de Star Wars a nivel mundial, Disney adquiría los derechos de LucasFilm y prometía a lo menos una película nueva al año, entre ellas tres serían secuelas directas de la trilogía original. Mientras los fans se daban abrazos en medio del éxtasis colectivo, un nerd sudoroso levantaba la mano haciendo la pregunta que terminaría con décadas de historia: "¿Y que pasa con el universo expandido?". Por años los fanáticos habían comprado cómics, visto precuelas, Guerras Clónicas, novelas, juegos y un sinfín de productos que expandían el universo de aquellos personajes que tanto amaban.
La incertidumbre no reinó por mucho pues pronto su nuevo dueño ofreció una lista con el canon del universo Star Wars lo cual provocó, de la noche a la mañana, más viudas que la Segunda Guerra Mundial. Cientos, si no miles de páginas de novelas y cómics terminarían en una en una gaveta que Disney llamó Star Wars Legends, oficialmente el Universo Expandido (UE) había muerto y una nueva trilogía estaba en camino sin estar amarrada a los escritos de hace veinte años. Pero incluso si el UE está lleno de pecados —crisis del emperador con clones infinitos, templos que hacen jedis instantáneos, midiclorianos, etc— también existen muchas historias de gran calidad, entre ellas se destaca The Crimson Empire (también llamado Imperio Carmesí por quienes prefieren las "ondas vitales a todo gas").
La Historia
The Crimson Empire nos cuenta qué ocurrió con los guardias imperiales, esas figuras vestidas de rojo que siempre parecían estar allí para proteger a Darth Sidious, pero de los cuales no sabíamos mucho más. Mike Richardson y Randy Stradley nos enseñan el riguroso y brutal entrenamiento que reciben los aspirantes a guardias del emperador, candidatos aislados en un planeta llamado Yinchorr donde son expuestos a mortales entrenamientos físicos y mentales, pero además los sobrevivientes deben enfrentar una última prueba: pelear contra Darth Vader. Solo los pocos que sobreviven son ungidos en la guardia carmesí del emperador. Prácticamente fanáticos, los miembros de la guardia son un cuerpo de élite, que no solo se alza sobre el resto de las fuerzas del impero en preparación y poderío, sino que su devoción por el gobernante y sus ideales de orden son inquebrantables.
Si bien algunos de los miembros de la guardia se encontraban con el emperador en la segunda Deathstar y murieron con él, descubrimos que un gran numero de guardias sobrevivió y se encuentran en un cónclave para analizar qué hacer ahora que Darth Sidious está definitivamente muerto ya que sus otros clones eran defectuosos; en ese momento se dan cuenta que uno de los suyos llamado Carnor Jax los ha traicionado, ha asumido el trono de Palpatine y, sabiendo que sus hermanos de guardia nunca permitirían tal cosa, decide mandarlos matar. La batalla es sangrienta y los últimos dos guardias deciden que uno debe sacrificarse para que el otro busque venganza, es así como Kir Kanos es seleccionado para dedicarse a la tarea de encontrar y destruir al traicionero y usurpador ex-compañero. Esta aventura lo llevará incluso a unirse a la rebelión que tanto detesta, todo por vengar el honor de sus hermanos de guardia caídos.
El Arte
Los dibujos son obra de Paul Gulacy, el cual nos muestra un trabajo correcto, pero no se puede decir mucho más que eso. Si bien la calidad de su trabajo no es para nada mala, al mismo tiempo se siente un poco básica: hay una constante carencia de detalles que dejan al lector con ganas de mucho más, en especial tomando en cuenta que el arte de las portadas esta a cargo de Dave Dorman, quien hace un excelente trabajo al punto de probar el dicho "no juzgues un libro por su portada". Hasta el día de hoy las editoriales hacen este mismo truco, buscan a un artista genial para hacer solo las portadas y luego llaman a quien sea para que haga el arte interior, una lástima. Sin embargo, debo destacar el trabajo de Dave Stewart en los colores, ya que su contribución es esencial para darle más matices a los dibujos simples de Gulacy, lo que es un testamento a su calidad como artista.
Conclusión
Este cómic es una de las razones por las que el universo expandido tiene tantas viudas, la historia es envolvente, interesante, y por si eso fuera poco, logra que el lector termine apoyando a un imperial: queremos que tome venganza, queremos que gane, aunque eso signifique que algunos rebeldes inadvertidos mueran en el camino. Es la primera vez que vemos un sentimiento de responsabilidad y honor —aunque mal guiado— en alguien del imperio, abriendo la puerta a poder explorar más la mentalidad e ideales que mueven a tantos ha realizar atrocidades con tal de lograr sus metas e imponer un orden férreo por toda la galaxia. Además se siente como Star Wars, a diferencia de otros cómics y novelas que parecieran ser más un guión de una película policial, un thriller, o incluso un spaguetti western, esta mini serie de verdad se siente como si se estuviera viendo una película de la saga.
Solo me queda recomendarles este excelente cómic y si bien ya no es parte del canon, eso no le quita el hecho de que es un trabajo bien acabado, que vale la pena leer y al mismo tiempo apreciar a esos artistas que mantuvieron la ilusión viva y las historias de esa galaxia muy muy lejana, al alcance nuestras manos.