"Bloodshot: Setting the World on Fire" de Duane Swierczynski, Manuel García y Arturo Lozzi
Bloodshot fue, si es que no lo sigue siendo, uno de los personajes más exitosos, llegando a alcanzar el puesto número 4 en ranking de Diamond Comic Distribution Top 100 en Noviembre de 1992 con el número de lanzamiento escrito por Kevin VanHook e ilustrado por Yvel Guichet. ¿Qué es Diamond Comic Distribution? No tengo idea, pero suena importante.*
El año 1996 fue relanzado por Acclaim Entertainment, cuando la compañía compró los derechos de todas las publicaciones Valiant, llevándolo en una nueva dirección más cercana a los videojuegos. Pero en 2012, cuando los derechos se revirtieron a una renovada Valiant, Bloodshot ve una vez más un relanzamiento, esta vez de la mano de Duane Swierczynski. ¿Quieren saber qué tal es la historia? A eso vamos.
* Diamond Comic Distribution es la cadena más grande de distribución de cómics y artículos relacionados en USA. Gente importante.
El Universo Valiant se relanza el 2012 con cuatro series que serían el pilar de su nuevo universo. X-O Manowar es el pilar superheroico y espacial, quién abriría el camino para las historias de Unity y Ninjak —y cruzo los dedos para que a Livewire también le llegue su momento—. Harbinger nos muestra un lado más humano y callejero de la editorial, y por su naturaleza permite que se desarrollen diversos personajes, además de presentarnos a Toyo Harada, un personaje clave en todo este universo. Archer & Armstrong no son solo el alivio cómico —que rápidamente se vio acompañado por Quantum and Woody—, además es el pilar donde se desarrollan los aspectos históricos y mitológicos de la editorial, donde los hermanos Anni-Padda son los protagonistas. Y por último está Bloodshot, que carga consigo la sangre, las mentiras y conspiraciones, el lado menos bonito de este mundo de colores.
El Comic
Duane Swierczynski trabajó durante 2008 en calidad de exclusivo con Marvel en la serie regular de Cable, el anual de Moon Knight y un one-shot de Punisher, además de la serie de Iron Fist desde la entrega número 18 en adelante, tras la histórica etapa de Matt Fraction y Ed Brubaker. El año 2012 fue el encargado de regresar a Bloodshot a la vida, a través de una historia de guerra y engaños, muy similar a su origen en los años '90. La serie sigue la misma línea a lo que el autor escribió sobre los personajes oscuros y vigilantes antes citados, sin inventar algo nuevo de lo visto hasta ahora por su propia mano, exceptuando quizás la representación de las habilidades del militar perfecto.
Setting the World on Fire
Bloodshot #001-004
Guionista: Duane Swierczynski
Dibujante: Manuel García, Arturo Lozzi
Entintador: Stefano Gaudiano, Matt Ryan, Arturo Lozzi
Tu nombre es Angelo Mortalli. Tu hermano está atrapado detrás de las líneas enemigas y al borde de... No. No es así. Tu nombre es Raymond Garrison. Te has retirado del campo de batalla, hasta que una súplica desesperada de uno de tus más viejos amigos hace que te sumerjas en... No. Eso tampoco es así. Eres Bloodshot. Representas las zonas grises que son necesarias para mantener la libertad. La confluencia perfecta de armamento y tecnología. Un Wikileaks andante. Un pozo de sucios secretos que podrían hacer que el mundo ardiera. ¡Y acaban de capturarte!
Crítica
En la obra original, Bloodshot era un mafioso conocido como Angelo Martelli, que luego de estar en protección a testigos es traicionado por el FBI y entregado a un proyecto llamado Project Rising Spirit que lo convertirían en una máquina asesina infundida de nanites que le permiten habilidades aumentadas, conectarse a computadoras y regenerarse, pero que le han hecho perder la memoria y lo transforman en un arma asesina en control del gobierno. Acá, sin embargo, Duane nos muestra al típico soldado americano dispuesto a matar al enemigo externo en nombre de su querida familia, la verdad, la justicia y el modo de vida americano.
Es así como este hombre de familia es llamado al campo de batalla para convertirse en Bloodshot, la máquina de justicia imparable de los Estados Unidos, que aunque le derriben al primer contacto y lo transformen en una pila de carne calcinada, puede regenerarse y destruir a los diabólicos rebeldes desde adentro.
Todo normal, todo bien, hasta que su hijo aparece frente a él en el campo de batalla y con las palabras "Morirás otra vez, papi", cambia la historia de Bloodshot para siempre.
Como ven, la historia parte cual saga origen de G.I. Joe, pero la sorpresa que prepara es monumental, porque en esta encarnación, Bloodshot es un hombre engañado por Project Rising Spirit para ser su soldado en batallas dirigidas y servir, no a su país, sino a los proyectos privados de la compañía. ¿Cómo hacen esto? Con una serie de engaños que prefiero no revelar para no arruinar la sorpresa de quien lo lea. Mejor hablemos de lo que significa.
Bloodshot como metáfora social
Que un soldado esté peleando a base de mentiras por los intereses de privados y no los de su país es pan de cada día, y en el 2012 esta historia hace eco de las guerras en las que participa EE.UU. donde, al final del día, las corporaciones petroleras controlan los yacimientos abandonados por los gobiernos derrocados, y es así como Bloodshot nos muestra a este soldado aumentado que se enfrenta a los enemigos de Rising Spirit. Pero la metáfora no acaba ahí.
Es más, esto se explica en profundidad en las páginas de la misma historia, pero para no copiar el discurso que verán, podemos decir que controlan a los soldados —y al mismo Bloodshot— en base al amor y al miedo, y es que el presentarlo junto a su familia no es casual, porque esa idea de tener una familia que lo ama es lo que lo motiva a enfrentarse a cualquier enemigo y no cuestionar las órdenes de sus superiores porque, en la peor instancia, los terroristas ganarán y destruirán a sus seres queridos. Ese miedo irracional se presenta en esta historia de ficción, guerra y engaños, pero claro, también hay que comentar la forma en la que se ejecutan.
Bloodshot y la ficción
Contar una historia de un soldado biónico que no caiga en clichés no es tarea fácil, y a pesar de tener momentos muy creativos, la historia de Duane no está exenta de ciertas caricaturas noventeras que son inevitables para su personaje, pero le agrega elementos que la hacen congruente dentro de su propio universo. Repasando los poderes de Bloodshot, nos encontramos con su típica fuerza aumentada y su capacidad para hablar con máquinas, pero lo que llama la atención es su capacidad regenerativa cortesía de los nanites en su sangre, porque es fácil decir que si fusionamos a Wolverine con Punisher obtenemos a Bloodshot, pero el elemento novedoso que se suma es la forma en la que los nanites actúan: para poder regenerarlo, necesitan consumir proteínas o carne, un elemento que le otorga narraciones bastante aterrizadas en números posteriores y que no la he visto ser usada más que como un elemento incidental de la narración.
Los nanites son quizás lo más interesante de la ficción en la que se construye el personaje porque son, eventualmente, un personaje en sí mismo, hablándole a Bloodshot a través de las proyecciones de su familia y demostrando que saben incluso más el mismo protagonista, permitiéndole tener un sentido de humanidad y ser el conductor con quien el lector se adentra en su mundo.
Lamentablemente, el resto de personajes que pueblan esta historia no son tan rescatables como el protagonista y caen en arquetipos desechables que no permiten sentir empatía con ellos, tampoco se nos presenta un némesis memorable para la historia. Esto sin embargo no es algo malo, porque esta historia se construye completamente en torno Bloodshot y su primer paso para identificar nuevamente el mundo a su alrededor y los elementos que la componen, y es por eso que esta historia sigue teniendo una gran calidad a pesar de centrarse mayormente en el protagonista, sin necesariamente ser la mejor que se ha escrito sobre el personaje, que ya es bastante difícil de escribir.
El Arte
A cargo de Manuel Garcia y Arturo Lozzi, el arte en este arco es lo más débil del número, fallando en demostrar expresiones necesarias y simplificando trazos cuando la historia se concentra en el diálogo, lo que le quita aún más dinamismo a una historia de origen que de por sí es lenta. Manuel García es el principal artista de la serie, y durante las escenas de acción vemos que el dibujante se luce con posturas de combate bastante difíciles de ejecutar y posiciones… convenientes cuando a Bloodshot le da por andar como el científico loco lo echó al mundo.
El diseño de Bloodshot puede cambiar mucho de escena a escena, y se utiliza un recurso que no volveremos a ver —y en esto no sé si se hace por decisión ejecutiva o creativa— y es el del círculo brillando en el pecho cada vez que se regenera. Agradezco que no lo volvamos a ver.
Lo que más me molesta, y esto ya es algo personal, es el cambio en el peinado de Bloodshot, porque me agradan mucho esas líneas calvas en la cabeza del protagonista que separan su cabello en tres secciones, pero ya pasan unas páginas y no lo tiene, y luego que lo vuelve a tener. ¡Simplemente me distrae! Me hace preguntar si su pelo se regenera pero a él no le gusta y se lo corta y esto sucede muy rápido y no lo vemos, no lo sé, pero es un problema en los errores de continuidad del dibujo de este arco.
Por su parte, las intervenciones de Arturo Lozzi se limitan a retratar los falsos recuerdos que Project Rising Spirit implanta en Bloodshot para motivarlo y manipularlo en cumplir sus misiones. Su trazo, muy fino y detallista, genera una estética más cercana al hiperrealismo, con un aire a cómic de los '70, generando un notorio contraste con el estilo de García. La estética de Lozzi consigue el tono perfecto para retratar unas memorias falsas e idealizadas, imágenes de una vida prefabricada que le hacen creer como real; es curioso que las mentiras se vean más "reales" para nosotros que la realidad misma del cómic.