Las Armas del Metabarón de Jodorowsky, Charest y Janjetov
Por fin en Chile se edita un cómic de Alejandro Jodorowsky, y es gracias a Acción Comics que podemos disfrutar de una edición criolla a un precio conveniente.
Antes de iniciar la lectura sabía de antemano que la estrella de esta obra era Travis Charest, aunque también conocía la historia de que no logró terminar el cómic y se debió solicitar ayuda a otro artista —Zoran Janjetov— para lograr terminarlo. Debido esto intuía que tal vez podía encontrarme un título de calidad irregular en el apartado artístico, sin embargo, al ver al arte de Charest no resistí el impulso de contar con este tomo en mi comicteca. Otro asunto de preocupación era si podía entender la historia sin haber terminado La Casta de los Metabarones —la precuela de esta historia—, puesto que solo había leído algunos tomos de aquella saga. Mis conclusiones respecto a aquellas dudas las podrán leer a continuación:
Guión
La historia nos hace indagar más en la vida del Metabarón mientras lo acompañamos en una aventura épica en que enfrentará diversos retos. El relato de Jodorowsky plantea diversas metas que irá desarrollando el Metabarón, cada una más difícil y sorprendente que la anterior. El mundo cósmico que nos muestra su autor es muy rico en diversidad, por ello la narración transita por muchos escenarios a través de la galaxia así como también presenta a los seres que los habitan y otras maravillas.
El mundo del Metabarón está muy bien desarrollado tanto física como psicológicamente, cuenta además con una nave que tiene su propia personalidad, su armamento posee diversas habilidades y existe una profundidad en la construcción de los ritos que deben practicar los metabarones. Se nos enseña además que, más que una actitud de “hombre duro”, ser un metabarón conlleva un estilo de vida con un estricto código de honor que nos puede parecer bastante cruel, pero cuyo sentido cuenta con una innegable consecuencia con el personaje y su entorno.
El gusto que me dejó esta historia fue de haber vivido una muy entretenida y emocionante aventura espacial. Es interesante apreciar la diferencia que existe entre el Jodorowsky de sus películas surrealistas –que pueden resultar algo confusas– con este trabajo que termina siendo más de acción y directo en su planteamiento, pero en el que aún se siente la marca registrada del psicomago —en la forma que el Metabarón enfrenta los retos que se le presentan, por ejemplo—.
En resumen, es una historia nutrida de acción con un argumento sólido que no la vuelve vacía de contenido. Respecto al punto de si es necesario haber leído La Casta de los Metabarones mi respuesta es “no”, ya que se da la información suficiente para leer el tomo sin necesidad de saber algo previamente. Incluso si te interesó esta historia sin haber leído nada antes de los metabarones, tendrás ahora un enorme universo por explorar.
Arte
En el arte quien se lleva toda la ovación es Travis Charest, quien tiene un estilo ultrarrealista y demencialmente detallista. Es muy notable todo el esmero que puso para plasmar en detalle escenarios en que tenemos desierto, templos sagrados, el espacio, las criaturas de este universo, sus trajes, armas. Cuando más se vuelve obsesivo es al momento de retratar maquinaria como el interior de las naves espaciales y quiero hacer énfasis en unas armaduras que debe usar el personaje en algunas escenas con un nivel de detalle resulta asombroso.
Cuando uno aprecia este arte ese puede entenderse porqué tardaba tanto en terminar, me gusta pensar que hubiera sido bonito que lo dejaran acabar todo el tomo porque habría sido alucinante. Y luego está el arte de Zaron Janjetov, que se basa en un trazo más simple que desentona bastante con Charest; que no se malentienda, no digo que sea malo, pero es que el arte de Trevor es brutal y para apreciarlo durante un buen rato. Al final el arte de Janjetov termina siendo correcto en comparación, ¿cómo pueden haber dos estilos de dibujo tan diferentes sin que se resienta la lectura? Pues Jodorowsky encontró una ingeniosa forma para darle sentido a los dos estilos de dibujo.
Mi apreciación final es que Acción Comics sacó un producto muy bien logrado, que conseguirá satisfacer el exigente gusto del público comiquero. Las páginas se ven impecables, en ellas se puede apreciar el arte con una excelente calidad, se nota que hay dedicación en la edición del cómic. Esperemos que les vaya bien para que sigan sacando material del maestro Jodorowsky, y quién sabe si es que nos sorprenden con otro maestro del noveno arte.
Detalles de la edición:
- 21,5 x 28 cm
- 60 páginas color
- Couché 130 g.
Pueden adquirir el tomo en la página de Acción Cómics.