Entrevista a Ékara, ilustradora de "Siy" y "Feeling Pink": «La clave máxima es criticar menos y trabajar más»
Durante la feria La Primavera del Libro que se desarrolló en la comuna de Providencia hace un par de semanas atrás, la talentosa y joven ilustradora nacional Ékara nos concedió una grata entrevista para hablar de sus proyectos recientes, como son los artbook Siy y Feeling Pink!, además de sus proyecciones a futuro y las claves para que su trabajo sea tan reconocido.
Siy es un artbook que está a la venta desde el 2013 y ha tenido permanente presencia en diferentes ferias a lo largo del territorio nacional, además de haber recorrido países extranjeros como Francia, Estados Unidos y España. Feeling Pink! en tanto se publicó este año y cuenta con la colaboración de 6 talentos nacionales de primer nivel, varias de ellas relacionadas estrechamente con el cómic, y a fines de octubre estuvo presente en el Salón del Manga de Barcelona.
Si quieres saber más sobre estos proyectos y las personas que están detrás de la magia, los invito a leer esta entretenida entrevista y de paso visitar las redes sociales y las webs de Ékara y el resto del equipo de Feeling Pink! que enlazaré al final del post. ¡No se lo puede perder!
Ale Ayala: Ékara, cuéntanos sobre el artbook Siy. ¿Qué es? ¿Qué encontraremos en él?
Ékara: Siy es una palabra haitiana que significa horóscopo, y llegamos a ella buscando distintas formas de pronunciar esa palabra en diferentes lenguas. Al final elegimos "Siy", que se pronuncia "sie”, porque nos pareció visualmente potente. Este libro lo lanzamos el 2013, recopila 6 horóscopos de 6 culturas diferentes, las cuales son: Maya, Celta, China, Hindú, Egipcia y Griega. Todas las ilustraciones están hechas con técnicas tradicionales, todo está hecho a mano y con la ideas de emular la estética visual de cada cultura. Por ejemplo, las ilustraciones Mayas son imágenes terrosas, por decirlo de alguna manera, rústicas con harta tierra. Las Celta tienen una cosa más etérea, más espiritual, con mucho árbol y naturaleza, porque es el horóscopo de los árboles en definitiva. El horóscopo Maya y Celta fue lo que me tocó hacer para el libro.
En el libro puedes encontrar puras chiquillas en pelota, bonitas y en pelota [risas]. Las hicimos desnudas por una razón simple, no queríamos que las mujeres de los dibujos tuvieran estereotipos para que nadie dijera "Ah, yo no soy gótica y no me gusta mi signo por eso". Sin ropa es más fácil que la gente se pueda identificar con su signo. Y por lo mismo todas son bellas, para que nadie diga "que feo es mi signo" [risas].
El libro lo lanzamos el 2013 y el proceso fue "satánico", porque estábamos planeando viajar al Salón del Manga por primera vez mientras hacíamos el libro, y al mismo tiempo hacíamos las lucas para el lanzamiento.
AA: ¿Lanzamiento en Barcelona?
É: Sí, en Barcelona. Se lanzó simultáneamente en Barcelona y en Chile, aquí fue en la FILSA con la editorial Visuales y hasta el momento ha resultado súper bien. Estaba el miedo de que por ser un artbook no se iba a vender, pero para que no fuese solo un libro con imágenes sueltas le quisimos dar un toque contextual y temático. La verdad es que lo craneamos harto, pensando qué podía llamar la atención del público y a la vez potenciar nuestras propias ilustraciones. Al final decidimos hacer un álbum zodiacal. Llamó la atención de forma inmediata, las personas por lo general solo conocen los signos griegos y chinos, y la verdad es que nosotras encontramos incluso más horóscopos de los que finalmente pudimos retratar. Solo teníamos plata para 100 páginas [risas]. Nos quedamos con los que encontrábamos más interesantes visualmente.
AA: A nivel personal, ¿qué significó para ti haber participado de ese proyecto?
É: Me llena de orgullo. Es el primer libro que hago, donde soy coautora, porque ya había participado en cómic, lo hice en Zombies en la Moneda, estuve en Caleuche y en algunos fanzines por ahí. Pero este fue el primer proyecto grande que yo puedo decir orgullosa que es como mi guagua [risas]. Además, creo que me motivó para seguir haciendo cosas y aunque no he hecho mucho más, siempre estoy trabajando, más que nada en ilustración porque en cómic soy súper lenta, me siento al lado de mi pololo Cristóbal (Franko) y me frustro porque saca 5 páginas y yo recién he terminando una ilustración [risas].
Después de Siy seguí por mi propio camino, en verdad ambas seguimos por caminos separados, pero con la Viki somos compinches y a ella se le ocurrió [Feeling] Pink. Se le ocurrió el año pasado y ahí nos contactó a todas. Somos 6, está la Claudia Riquelme que es la Frulili (Sagrada Caceria), la Pia Prado que es la Piapb (Café Amargo), la Daniela Thiers que es Vainillita (Alegría y Sofía) y la Natalia Valenzuela que es la Taev... yo, que soy Ékara y la Viki quien es la jefa del proyecto.
AA: ¡Es un súper equipo! Quiero decir, está la autora de Alegría y Sofía, de Sagrada Cacería, Café Amargo, por ejemplo...
É: Sí, un súper equipo.
AA: ¿Se conocían de antes o se reunieron para hacer Feeling Pink?
É: Con la Viki somos bien amigas desde siempre y somos bien patiperras, vamos a todas las ferias que podemos. En eso yo conocí a la Pía, que era amiga de la Taev, quien fue alumna de la Viki, por otro lado yo ya era amiga de la Dani [risas]. Por último, la Pía trabajaba en los eventos con la Frulili —tienen una fanpage en común llamada Frupía—.
Lo que la Viki trató de hacer fue llamar a 5 autoras que tuvieran una propuesta visual personal y que estén trabajando en algo, que ya tuvieran algo de recorrido profesional, sin desmerecer a los novatos obviamente, pero es que haciendo trabajos te das a conocer. La Pía por ejemplo está estudiando ilustración, y siendo estudiante ya tiene un montón de tomos publicados de Café Amargo. (Se anunció que saldrá un tomo recopilatorio, que estará disponible en la FILSA.)
AA: ¿A qué público le llega más Siy? Porque es una estética que en primera instancia podría parecer muy femenina, pero me impresiona la cantidad de hombres que se acercan a mirar y a preguntar por el libro. ¿Por qué crees que eso sucede?
É: La gente que más se acerca son los estudiantes, las chiquillas jóvenes, porque lo encuentran bonito. Pero los que más lo compran son las señoras y curiosamente los hombres adultos, ya que muchas veces lo adquieren para regalárselo a sus novias. Pero pasa algo bien raro, los chiquillos que lo compran para la polola vuelven y lo compran para ellos porque los gustó. Entonces no te puedo decir si tenemos un público objetivo, porque es súper variado, eso siempre nos sorprende.
Nosotras somos aprerradas, vamos a todas las ferias que podamos. En FILSA y en La Primavera del Libro llegan más las señoras que son más "pachamámicas" y cosas así, pero en los eventos más otakus llegan muchísimas chiquillas jóvenes, ya que además de interesarse por el artbook, quieren aprender a ilustrar y nos usan como referencia, eso igual es una responsabilidad mayor [risas].
AA: Tocaste un tema importante. Siempre están en ferias, pero no siempre son eventos con un mismo tipo de público. Las he visto, por ejemplo, en ferias de anime y manga, y otras veces en la FILSA o en La Primavera del Libro, incluso estuvieron en la FIC, y en todas les va bien. ¿Por qué crees que son capaces de llegar a todos los públicos?
É: Yo creo que es por la propuesta visual que tenemos. Aquí la única que dibuja hombres es la Pía y la molestamos harto por eso [risas]. Fuera de bromas, creo que es porque llegamos a un público que el resto de los comiqueros aún no llegan, porque no han podido llegar. Los artistas que son más rupturistas, cuando intentan llegar a un público juvenil más amplio no lo logran, porque se acuerdan de sus tiempos de juventud y ese tiempo ya pasó. Tratan de hacer cosas demasiado sofisticadas y la gente no consume tanta sofisticación.
Nosotros tenemos una propuesta que por un lado es de nicho, porque son cosas bien "kawaii", bien rosadas y bien femeninas en apariencia, pero no caemos nunca en el cliché de fondo. Dibujamos minas bonitas, pero no minas que sean machorras, intelectualoides o poseras. Tratamos de romper el molde de los clichés que tienen los hombres cuando retratan a las mujeres lindas. Yo por lo menos trato de no caer en esos estereotipos, trato de que mis chiquillas —así les digo a las monas que dibujo— tengan personalidad propia. Que no sean la típica zorra, perna o muy nada. Quiero que sean naturales. Y creo que me ha resultado, porque llega gente que me dice que mis dibujos tienen carisma propio y no son caricaturas de algo. Además, muchos tratan de hacer cómic para ellos mismos y nosotras tratamos de retratar una visión en conjunto. Creo que eso es. En verdad no estoy segura, creo que estoy hablando puras tonteras [risas].
AA: ¿Qué hay para adelante para ti, para Siy y para Feeling Pink? ¿Seguirás trabajando con este grupo?
É: Yo tengo una deuda histórica con Amapola Editorial, debo terminar Mujercita sí o sí. Ahora terminamos con Feeling Pink! y luego del Salón del Manga en Barcelona no tenemos nada aún, aparte del lanzamiento de Feeling Pink! acá en Chile. Sí queremos trabajar juntas de nuevo más adelante, pero no lo hemos craneado todavía. Pero queremos hacer más cosas. Armamos un grupo súper rico de trabajo, con visiones y personalidades distintas y cada viaje que hemos hecho ha sido diferente. Son viajes con muchas feromonas y hormonas femeninas [risas] que nos han servido para unirnos más entre todas. También me gustaría sacar fanzines propios, la Pía aquí me motivó y tengo un montón de historias que quiero contar. Quiero hacer muchas cosas. Pero Pink va a seguir. Tal vez nos tomaremos un respiro porque quedamos agotada con todo lo que hemos hecho este año, pero vamos a seguir.
AA: ¿Cómo lo hacen para salir tan seguido fuera del país para mostrar su trabajo? Estuvieron en Barcelona y en Francia, además de asistir a ferias por distintas ciudades de Chile. ¿Cuál es la receta?
É: Estuvimos en Francia, en Orlando y volvemos a Barcelona a fin de mes. La receta puede ser trabajar mucho y no dormir nada. La verdad es que debes ser súper movido, ir a todas, trabajar sin parar y sobre todo: criticar menos y trabajar más. La clave máxima es criticar menos y trabajar más.
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