MR - The X-Files: Season 11 #002, no hay lugar como el hogar
Mientras el mundo sigue comiéndose las uñas esperando el estreno de los nuevos episodios televisivos de The X-Files, los fans podemos disfrutar de esta continuación de la serie en cómic. Joe Harris nos presenta la segunda parte de su gran historia. En otro aporte de nuestro colaborador habitual y experto en todo X-Files Eduardo Álvarez, veamos si el comic está a la altura.
THE X-FILES: SEASON 11 #002
IDW Publishing
Publicación: 09/09/2015
Guionista: Joe Harris
Dibujante: Matthew Dow Smith
Reseña: Eduardo Álvarez
Sinopsis de la editorial: A pesar de su status de fugitivo, Mulder continúa investigando Expedientes X a lo largo y ancho de Estados Unidos. Su última parada es una apartada granja, ¡que resulta ser el nuevo hogar de la infame familia Peacock!
POR RAZONES OBVIAS, EL SIGUIENTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS.
Y ya tenemos en las tiendas el segundo número de la flamante Temporada 11 de The X-Files. Harris continúa desarrollando los lineamientos que dispone para nuestros agentes favoritos, y esta vez toca un nuevo vistazo al pasado, pues la historia que nos convoca funciona como una suerte de secuela del episodio de la Cuarta Temporada “Home” (4x02). Es un capítulo sin tanto discurso conspirador ni tramas enrevesadas, pero con una buena dosis de horror, que también es uno de los componentes básicos de X-Files.
En la línea de los hechos del numero anterior, la historia continúa con Mulder y Scully actuando por separado. Aún en el FBI, Scully trata de articular planes para oponerse al dominio de Gibson Praise, aunque con la mayoría del Bureau sirviendo de marioneta para el otrora aliado de los agentes, hay muy pocas personas en quien confiar. Por un lado tenemos a Skinner, quien está tomando unas “vacaciones forzadas” debido a las maquinaciones de Gibson, y por el otro a la A.D. Morales, que sospecha de las fuerzas en las sombras responsables del nuevo statu quo dentro de la agencia, y sabe que algo no anda bien.
El fugitivo Mulder, por su parte, sigue siendo guiado/manipulado por Gibson, quien lo conduce a una granja perdida en lo profundo de los EE.UU., donde se reencuentra con la Familia Peacock, famosa por sus sanas costumbres de incesto y endogamia, y protagonista de uno de los más horripilantes episodios televisivos de los X. Acá no hay grandes momentos de acción y velocidad, pero Matthew Dow Smith y Jordie Bellaire plasman algunas de las viñetas más desagradables concebidas por Harris en la casi treintena de números que tiene a su haber en esta serie. Si bien Smith huye del gore excesivo y sin sentido, la atmósfera macabra se hace patente en los trazos sucios y la paleta de colores de Bellaire, logrando de excelente manera transmitir la incomodidad y desagrado al lector. Mulder termina cautivo de éstos personajes, y tendremos que esperar al siguiente número para leer la conclusión de la historia.
Como siempre, la agenda del villano no está clara. Por ahora no sabemos si su objetivo es resucitar antiguos casos que Mulder y Scully no hayan podido resolver en su totalidad, o si los Peacock son solo víctimas colaterales en un plan a mayor escala, en cuyo caso sería mucho más lógico que se encargase por sí mismo del problema, pues no le costaría nada hacerlo dado sus grandes poderes psíquicos que ha mostrado en números anteriores. Sin duda queremos saber más, y desde ya estoy esperando con ansias el siguiente número. Bien jugado, Harris.