"Batman: Gotham by Gaslight" de Brian Augustyn y Mike Mignola
Multiversiano Invitado: Eduardo Córdova
Los Elseworlds siempre nos llaman la atención, nos provocan curiosidad. Son apuestas que muchas veces desde su concepción están forzadas para ser una obra llamativa, ya sea por su portada, título y por ver un personaje clásico como Batman o Superman en una situación o mundo atípico a su serie regular. Muchas veces se prioriza más lo estrafalario, que no vamos a negar, nos llama la atención y nos dan ganas de gastar nuestras rupias solo para matar la curiosidad de ver qué mierda pasa en esta historia -negocio redondo- y, por ello, muchas veces este tipo de títulos aprovecha historias ya contadas, épocas pasadas o crossovers con personajes célebres que a primera impresión suenan geniales, pero cuando se terminan de leer queda la sensación de desaprovechamiento del contexto y la idea donde se situó a nuestro querido personaje.
A veces, por la decepción, uno puede pensar que fue más una historia por encargo de la empresa -DC en este caso-, que el autor “se pisó la cola” con la historia, etc., pero Batman: Gotham by Gaslight no es el caso. Se puede percibir que el autor Brian Augustyn tenía dando vueltas en su cabeza el contexto donde se desarrolla la historia y lo sabroso de esa época, el Londres de 1888; ese Londres de calles húmedas y poca luz, una sociedad convertida al postindustrialismo con una clase aristócrata dominante, una reinante arquitectura gótica y un Jack el Destripador acechando en las calles de Whitechapel, que termina trasladándose a Gotham, que no es menos diferente a Whitechapel, algo que el autor notó sin duda. ¿No puede ser mejor escenario para contar una historia de Batman, verdad? Pero nada, absolutamente nada de esto podría ser tan bien transmitido si a cargo de los lápices no estuviera Mike Mignola, cuyo nombre nos evoca un dibujo oscuro, de una estética auténtica y original.
No puede haber un mejor dibujante para este título que Mignola, ya que el ambiente y lo que rodea esta historia juega mucho con lo que no se muestra en el dibujo, más que con lo que se muestra, y este es un especialista en el arte de la oscuridad, un maestro en diseños de espacios húmedos con lozas antiguas, donde cualquier criatura Lovecraftniana pueda habitar o ser invocada. Acá vemos a Mignola en su mejor versión, dando en cada página tremendas ilustraciones con su inconfundible estilo. David Hornung, a cargo de los colores, es un nombre que debes anotar desde ya. Este colorista no pasa desapercibido. La paleta de colores es súper sencilla, pero bien aplicada; juega con colores pasteles y opacos que acompañan mucho el estilo de Mignola y no satura sus dibujos. Resulta agradable a la vista y acompaña lectura, ya que no se está descifrando el dibujo, sino que disfrutándolo de manera inmediata.
Por el estilo que tiene este cómic, perfectamente podría haberse hecho en blanco y negro, pero resulta que los colores son tan bien empleados que terminan siendo un elemento más que contribuye a la atmósfera de la historia. Resulta curioso, porque tiene un aspecto muy orgánico; casi queda la sensación de que cuando hurgueteas en las páginas te fueras a manchar los dedos, y esa sensación de sentir algo tan real se agradece. Como resultado, este cómic goza de un buen equilibrio en las labores de producción.
Dese acá hay spoilers
Es importante preguntarse por qué este cómic se llama Gotham by Gaslight -Luz de Gas en hispanoamérica- y no algo como Batman vs. Jack el Destripador, que en teoría es el arco argumental de esta historia. Simple y fácil de descifrar: el real protagonista de esta historia es el ambiente, la época, lo que rodea la vida de ese tiempo -que es la principal atracción de un Elseworld-, e incluso la corriente de pensamiento de esos años, ya que no solo aparece el primer asesino serial de la historia de manera estelar, sino que Sigmud Freud, el padre de la psicología, tiene una breve pero notable aparición como maestro de Bruce Wayne, dando a entender que de él aprendió mucho de lo que sabe de psicología, tal vez la principal arma que Batman ocupa para enfrentarse a los criminales en Gotham, este guiño saca aplausos.
Otro punto a destacar es que brevemente nos cuenta algo sobre el origen del Joker, que a pesar de ser breve deja satisfecha la idea que dan sobre él y su perfil psicológico. Podemos explorar y ver una vez más las motivaciones y el círculo de Batman, pero con la frescura que brinda un Elseworld, que hace leer algo como si fuera la primera vez. Nos aventuramos en una historia de misterio que va tras la huella de Jack el Destripador, pero post asesinatos en Whitechapel, nos devela un origen y motivación distinta digna de la galería de villanos de Batman.
En sí, la historia es un buen un one-shot que nos entretiene y nos entrega una satisfactoria historia alternativa del murciélago. Contiene los elementos que uno espera ver en una historia alternativa de Batman y recuenta la historia de este hombre y su cruzada, aprovechando el contexto y época donde se desarrolla. No la encasillaría en lo que se conoce como Steampunk, ya que de cierta forma está basada en una historia real y no combina el estilo del siglo XX con lo cibernético.
Sin duda es una historia que cualquier fanático del cómic debe leer, no solo de Batman, sino del cómic en general, porque es una obra que muestra cómo una idea sencilla. pero bien desarrollada y con las personas indicadas puede ser una espectacular historia; una historia con un buen arte que ya ha inspirado otras historias del mismo estilo y estética, pero he aquí la semilla. Son de esas joyitas del cómic que pasan desapercibidas o se van olvidando por querer leer el gran evento del cómic que se está llevando toda la atención, pero son este tipo de historias tan sencillas, pero hechas con harto cariño y estilo, las que nos hacen tenerle amor a este arte.
Eduardo Córdova