"Ninjak: Weaponeer" de Matt Kindt, Clay Mann y Butch Guice
Si tuviera que explicarle a alguien ajeno quién es Ninjak le diría que es como Batman, pero ninja -más cool-, británico -con más estilo- y con sentido del humor -más divertido-. Conocimos a Ninjak en el actual Universo Valiant en su primera aparición en las páginas de X-O Manowar. Lo hemos visto hacer equipo junto a guerreros inmortales, poderosos psiots y armaduras extraterrestres en Unity. Ahora es tiempo de verlo en solitario, conocer su pasado y seguir su presente, cuando se infiltra en una peligrosa organización que fabrica poderosas armas en el mercado negro para quienes tengan el dinero suficiente.
Parte de los primeros ladrillos fundacionales de la Valiant noventera, Ninjak apareció por primera vez en Bloodshot #006 en julio de 1993, creado por el guionista Mark Moretti y el famoso artista Joe Quesada. Como los lectores de comics en los años '90 estaban completamente locos, Ninjak se volvió rápidamente popular y al momento de lanzar su serie regular Ninjak #001 vendió casi 1 millón de copias, siendo el comic más vendido en noviembre de 1993 y convirtiéndose en el primer comic Valiant en llegar al primer lugar de ventas. Por supuesto, la portada era cromada y "wraparound" -ilustración que abarca portada y contraportada-, y la burbuja especulativa vibraba en su máximo esplendor... *Sigh* esos locos '90.
Todo esto volvió a Ninjak uno de los personajes más populares de Valiant, por lo que cuando se anunció el regreso de la editorial el 2012, muchos se preguntaron si veríamos una nueva serie regular del personaje.
Tres años tendríamos que esperar hasta que esto ocurriera, pero entretanto pudimos disfrutar de su participación en X-O Manowar y posterior militancia en Unity, con quienes enfrentó a Divinity en su debut. Aún así, esto no era suficiente, el mundo necesitaba de más Colin King. Por fin, gracias a la iniciativa Valiant Next, lo vimos debutar en marzo. Ahora, con el primer arco concluido en Ninjak #005, veamos cómo ha sido este retorno a las pistas.
Ninjak: "Weaponeer"
Ninjak #001-005
Guion: Matt Kindt
Arte: Clay Mann, Butch Guice, Juan José Ryp, Marguerite Sauvage
Antes: Conozcan al inexperto recluta MI-6 Colin King en su primera misión de campo, mientras aprende los rudimentos del espionaje y la contrainteligencia, desarrollando una volátil relación con su primera operadora de campo. Ahora: Colin King es Ninjak, el mejor operativo de inteligencia del mundo, experto en el uso de armas y maestro asesino. Y está cazando a los Shadow Seven -- una cábala secreta de maestros shinobi que poseen misteriosos lazos con su entrenamiento y su trágico pasado. El escritor Katt Kindt, junto a las superestrellas Clay Mann y Butch Guice en el arte, lanzan la serie del más mortífero superespía de Valiant.
Haciendo un poco de historia, en su versión noventera Ninjak trabajaba para la organización conocida como Weaponeer, donde fabricaba y vendía armas de todo tipo gracias a su habilidad para ello. Doctor Silk, uno de los villanos clásicos de la editorial, veía a esta organización como algo demasiado peligroso para existir así que decidió eliminar a todos los operativos a través de su propia organización, WEBNET, hasta que solo quedó Ninjak. Acorralado, nuestro héroe finalmente se unió al servicio del MI-6 junto a Bloodshot y Eternal Warrior bajo las órdenes de Neville Alcott. En el nuevo Universo Valiant, Ninjak es un agente independiente que presta sus servicios al MI-6 y es parte del súper-equipo Unity junto a Livewire, Eternal Warrior y X-O Manowar, con Neville Alcott como enlace con la agencia de espionaje británica.
Matt Kindt toma algunos elementos primigenios, elimina lo que no funciona, les da unas cuantas vueltas y en base a ello nos propone un escenario que concuerda con la nueva moral de Ninjak en el Universo Valiant actual. Parte de la diversión en todo reboot está en ver cómo se reinterpretan los elementos originales o se hacen sutiles guiños a éstos, y aquí hay mucho de ello.
Kindt utiliza el clásico recurso de enviar al protagonista en una misión, donde lentamente iremos conociéndolo en el transcurso de ésta. Dicha misión consiste en infiltrarse en Weaponeer, una misteriosa organización que fabrica armas personalizadas a quien pueda costearlas en el mercado negro. Para ello deberá ganarse la confianza de Kanno, uno de los cabecillas de la organización, conocidos como los Shadow Seven. Bajo la falsa identidad de Henry Collins se hará pasar por un cliente de Weaponeer y deberá superar las pruebas que se le impongan para ganar su favor.
Ver a Ninjak en acción es divertido, un hombre preparado para cualquier situación y quien planea con anticipación los posibles escenarios a enfrentarse. Por supuesto a pesar de ello no es perfecto, muchas veces debe improvisar, y es aquí cuando más brilla su habilidad y estrategia. Otro acierto es Roku, la mano derecha de Kanno y letal asesina con maleables y cortantes cabellos rojos, que en todo aspecto es una igual o superior a Ninjak, todo un desafío.
El transcurso de la misión es aderezado con vistazos a su pasado. Por un lado tenemos varios flashbacks insertos en la narración principal que nos muestran la infancia de Collin King, su frustrante niñez como hijo de unos adinerados padres ausentes y la crianza bajo la sombra de un maltratador mayordomo. Por otro lado están las historias de complemento llamadas “The Lost Files”, en que se nos narra, con arte de Butch Guice, una de las primeras misiones de Colin King para el MI-6, además de una clandestina relación con su operadora de campo.
Pero si hablamos de vistazos al pasado, seguramente la ocasión más interesante fue en Ninjak #004, donde dejamos a un lado a nuestro protagonista inglés y nos centramos completamente en el origen de Roku; un origen marcado por el sufrimiento, el sacrificio y la superación, todo mezclado con pequeñas dosis de mitología japonesa -que reconozco no sé si es ficticia o parte de la cultura- que complementa muy bien la historia. Fue un agrado además ese guiño hacia la franquicia de Shadowman -personaje místico del cual aún no hablamos- a través del villano Master Darque, un agradable toque que ayuda a consolidar el Universo Valiant como uno cohesionado y lógico. En el mismo número conocimos el origen de Kanno, el cual nos da pistas de lo que podremos esperar de los Shadow Seven en futuras entregas. No todo es tan simple como parecía.
Si bien el trabajo de Kindt es cuidadoso y atractivo, es Clay Mann quien termina de vendernos la serie, con un arte tan dinámico como versátil. Desde karaoke hasta duelos de artes marciales, Mann -quien me recuerda positivamente a Olivier Coipel- se las arregla para que todas las páginas luzcan bien. Tiene un muy buen manejo de las escenas de acción, inyectando energía y dinamismo sin perder por ello claridad; detalles como el maleable cabello de Roku o los accesorios de Ninjak funcionan -es decir, son creíbles- gracias a su habilidad de mezclar estos elementos de forma natural. Si en algo me genera dudas el arte es el coloreado, que corre por parte del mexicano Ulises Arreola; casi todas las escenas tienen un tinte entre cian y verdoso, que en ocasiones funciona bien, pero en otras la piel se ve algo enfermiza. A pesar de esto, no se puede negar que la serie tiene una apariencia muy distintiva gracias a estas decisiones.
Los complementos de "The Lost Files" son ilustrados por el veterano Butch Guice, que se maneja sin problemas en las escenas del pasado. Su estilo proporciona a la historia un tono cargado al género noir, acercando más los primeros años de Colin como espía a una historia detectivesca, alejándose de las aventuras ninjas de su presente. En este sentido, mi única aprensión es que el Colin King de Guice se ve mucho mayor que el de Mann, cuando debería ocurrir lo contrario. Guice también es coloreado por Arreola, y de hecho siento que hace un mejor trabajo sobre sus lápices que en los de Mann, pero el que sea el mismo colorista para ambos ayuda a mantener una consistencia visual de agradecer.