Cerrando la (Doble) Semana Fantastic Four: algunas reflexiones finales
Y así, estimados lectores, llegamos al final de la Semana Fantastic Four. Y aunque el motivo que originó este especial no falló en decepcionar a todo el que se atreviera a acercarse, fue una oportunidad para explorar rincones poco visitados del Universo Marvel y de los FF.
En cierta forma, estas dos semanas son un mini-sueño cumplido. Uno de mis objetivos personales trabajando en esta web era, en alguna ocasión, dedicarle un escaparate a los Fantastic Four, personajes tan queridos por mí —gracias a la hermosa etapa de Jonathan Hickman— pero que siempre son dejados de lado y descartados como irrelevantes. Ya vendrá la oportunidad de realizar un segundo especial, pero puedo decir con toda confianza que este especial fue todo un éxito. Y no podría haber resultado tan bien como lo hizo —pudiendo extendernos una semana completa extra— si no es por la colaboración de mis compañeros, así que aprovecho de agradecerles públicamente por su incansable labor.
A ellos, justamente, es que quise dedicarles un pequeño espacio, para que se explayen sobre lo que fue esta semana doble, leyendo y reseñando sobre unos personajes que todos conocen, pero no muchos son los que se acercan finalmente a ellos. Sin más, les sedo la palabra.
Linken
Sin duda los Fantastic Four son la familia más famosa del multiverso Marvel y eso no hay cómo negarlo. Y aunque la película estrenada este año no le hace honor ni al Edificio Baxter, en el sitio pensamos que era necesario hacerle un homenaje de una manera correcta, festejando las mejores etapas donde los valores familiares se demuestran y son puestos por sobre todas las cosas.
Si bien no he leído grandes arcos o tramas de la familia fantástica, con lo poco que he leído -la mayoría involucrando de una u otra manera a Spider-Man- me ha servido para guardarle nuevo respeto al cuarteto y al resto del equipo.
Lo último que leí fue Spider-Man and the Fantastic Four, de Christos Gage en las letras y Mario Alberti en los dibujos. Y la verdad, aunque haya sido publicado en julio de 2010 se siente demasiado clásico para ser verdad. Esta miniserie de 4 números analiza la relación de Spidey con la Primera Familia de Marvel y su evolución a través de los años con cada número que va pasando, con historias narradas en varios puntos de la historia Marvel, con tramas contadas y otras mencionadas y una narrativa general bastante relevante para desarrollar a los personajes. La historia empieza en los '60 donde, en medio de una reunión de Spider-Man y los Fantastic Four, deben ir a una misión de proteger a Dr. Doom, ya que tiene inmunidad diplomática. Por supuesto, todo se va al carajo cuando Namor saca del mar a su ejército de la Atlántida.Todo se complica en más de una forma, tanto buena como mala, por lo que el arco evoluciona de forma bastante interesante. ¡Y eso es solamente en el #1!
Los números posteriores están ambientados en épocas más contemporáneas donde, en el #2 por ejemplo, ya estamos en la década de los '80 y Spidey debe pedir ayuda a la Familia Fantástica para batallar contra Venom, quien en su momento posee a Reed y a Sue. Imagínate el poder de un simbiote elástico o con poderes telequinéticos Ya en el #3 llegamos a los '90 y los FF se reúnen con She-Thing, Wolverine, Hulk, Spider-Man y Ghost Rider para tratar de solucionar una posible amenaza Skrull.
Y en el #4, con un equipo tipo Fantastic Five -literalmente- deben enfrentarse en una pelea final contra un gran villano que francamente no reconocí en un principio, hasta que vi el nombre y la explicación que el mismo Gage te da en el cómic.
Gage sin duda adopta un estilo ya casi extinto, de una era que por sí sola ya es prácticamente un género en sí para los cómics. Los personajes son desarrollados de una forma muy Silver Age, por lo que su interpretación es más que conocida. Usa humor y gags que mantienen continuidad y que entregan un ambiente más que agradable.
La escritura de Gage es aguda y divertida, dandole voces mejor definidas que en otras historias a personajes más que singulares en el correr de los números. Se siente como si los personajes estuvieran escribiendo sus propios diálogos, y es en este punto que me agrada su sentido de creación para las historias.
Y si con eso no te basta, Mario Alberti hace la pega del siglo para ilustrar esta serie de forma magistral. Disfruté mucho sus obras, Él es un artista fuerte, uno muy presente y personal para imprimir su estilo de arte, pero con respecto al dibujo de este cómic, sentí que había poca distinción en el diseño de los personajes a medida que cambiaban las épocas y los números.
Claramente esta historia es sobre la familia, y si hay una cosa que me hizo recordar es que la familia siempre estará ahí para ti.
Los Fantastic Four siempre se tienen a sí mismos; el mismo Spidey lo menciona en el final del #4, ya que él no tenía con quién compartir sus cambios y sus poderes, y al ver a la familia Richards compartir de esa manera, se dio cuenta que ellos hacen una gran diferencia. Ellos se aceptan por quien son, como una familia, y a lo largo de estos 4 números hicieron sentir a Spidey así, porque en palabras de Ben Grimm, él también es parte de esa gran familia.
La Cavalletta
Me encantó participar de este especial en el sitio, ya que tuve mi primer acercamiento a la primera familia de Marvel. Pude percatarme que tienen una amplia gama de historias y aventuras en el cómic y en la animación, y no solo nos brindaron el villano favorito de todos, sino que nos demostraron que cuando las cosas se hacen en familia son mejores.
Personalmente, la historia que leí fue una experiencia nueva con Marvel, la aventura más "indie" sin ser indie que haya leído. Me percaté que grandes autores como Robert Kirkman y Mark Millar se atrevieron a escribir sobre esta familia. Hay que decirlo, escribir sobre 4 héroes es algo que pocos se atreven, es complejo manejar cuatro personalidades diferentes sin darle más importancia a uno por sobre el otro; deben funcionar como una familia. Me encantó la sección de Animaciones de Ayer y Hoy, donde nos invitaron a evocar las memorias con aquellas animaciones. Eran un tanto pobres en la animación, pero nunca olvidaremos a H.E.R.B.I.E.
Ahora, si este especial no te convenció para leer al menos una saga de los Cuatro Fanásticos... no sé quién lo hará.
Tabolt
Sinceramente, antes de participar de la Semana Fantastic Four de El Multiverso 52 no conocía grandes detalles de la Primera Familia, mucho menos era fanático; los encontraba predecibles y derechamente fomes.
Sin embargo, entrar un poco más en el "Fantastic World", reseñar sus obras, entenderlas en profundidad y disfrutarlas a concho, me ha permitido entender lo esencial que son los Richards y familia, tanto para el inicio del Universo Marvel como para su desarrollo actual -no especialmente en el MCU-, el papel fundamental que han desempeñado en las grandes macrosagas y crossovers de La Casa de las Ideas -tanto intra como extradimensionales- y las complejas y hermosas historias que componen su universo.
Más que una grata experiencia, ha sido un estupendo descubrimiento, abriéndose así un espacio en mi repisa para Sue, Reed, Ben y Johnny.
Obi-Wan Kannabis
¿Qué puedo decir de los Cuatro Fantásticos que no se ha dicho antes en esta semana dedicada a ellos? No mucho, para ser honesto, pero eso no me impedirá intentarlo.
La Primera Familia Marvel, creada por Jack Kirby y Stan Lee, es un cómic que -paradójicamente- trajo al mundo del noveno arte realismo en las relaciones de familia y amorosas de los protagonistas, al mismo tiempo que nos regalaba un viaje casi psicodélico por las ideas y personajes de Kirby, desde monstruosas criaturas subterráneas a ciudades futuristas tecnológicas, llenas de héroes y monstruos -Inhumans- y personajes de poder cósmico inmensurable como Galactus o Uatu, todos personajes increíblemente populares y que expandieron el universo Marvel.
Personalmente, considero que luego de este periodo de oro vino una serie de escritores que simplemente no lograron entender la esencia de los Fantastic Four, y dejaron que la serie cayera en una rutina que no correspondía a la creación de Kirby y Lee: una familia de monstruos que supera sus problemas para pelear contra otros monstruos.
La publicación llegó a un punto bastante bajo, hasta que en 1981 un joven John Byrne (X-Men, Next Men) le daría una nueva vida al alicaído equipo; incluso, por un tiempo reemplazaría al querido Ben Grimm con la joven y curvilínea She-Hulk para poder independizar al titán de granito en una publicación propia, Marvel Two-in-One. Este periodo es reconocido por muchos como la segunda época de oro del equipo, y lo hizo volviendo a las raíces del mismo, lo que atrajo a los seguidores que habían abandonado la serie y a otros nuevos que entrarían al mundo de los Cuatro Fantásticos para no dejarlo jamás.
El siguiente periodo icónico es el de Mark Millar y Michael Brian Bendis con sus Ultimate Fantastic Four y la reinvención del mítico grupo; el cómic fue usado como base para la, a estas alturas, infame película de Josh Trank recientemente estrenada en cines nacionales. Personalmente, no voy a hablar mal de ella, solo por el hecho de que el próximo martes me embarcaré en un viaje por el rió Estigia, luego descenderé al Hades y después pasaré por los siete anillos del infierno de Dante, para finalmente sentarme en lo más profundo del Tártaro a verla por mí mismo como si fuera el Método Ludovico experimentado por Alex en La Naranja Mecánica.
Después de el periodo de Millar viene otro periodo popular, traído y nacido de las manos del talentoso Jonathan Hickman. En este veríamos el fin de los Fantastic Four y el nacimiento de la Future Fundation, lo que marcaría un periodo de gran renovación, previo a la renovación del Universo Marvel mismo en su totalidad.
Finalmente, solo puedo decir que, luego de una semana dedicada a la grandeza de esta amada familia, quedo con más ganas que nunca de seguir el desarrollo de cada uno de sus integrantes. El futuro del grupo como tal es inexistente, la publicación ha sido cancelada y Marvel ha dejado en claro que después de Secret Wars, Johnny Storm se unirá a los Inhumans y Ben Grimm hará lo suyo con los Guardians of the Galaxy. Para muchos de sus seguidores esto puede parecer casi sacrílego, y aunque efectivamente la familia se separará, las aventuras, las emociones y la variedad de personajes que nos dejan es gigantesca, y no hay estudio, ni director de cine, ni editor de cómics que pueda destruir su legado que vivirá para siempre.
Reitero los agradecimientos a mis compañeros por hacer que este especial funcionara tan bien y, sobre todo, gracias a ustedes, queridos lectores. Aún somos una web pequeña, pero trabajar en ella es siempre un agrado, sobre todo por su buena onda y entusiasmo. Hasta la próxima.
Excelsior!