Revisando "Ant-Man" (2015)
Estimados Lectores:
Esta es mi historia: fui al estreno de Ant-Man, en una avant premiere exclusiva con Stan Lee y Paul Rudd, salimos por unas cervezas y desperté en Siberia Oriental sacando carbón. Tras liberar al pueblo y derrocar a la tiranía local, volví a escribir esta reseña con varias semanas de retraso, ¡pero hey, cómo olvidar Ant-Man! La película sobre un superhéroe montando una hormiga gigante que cierra la fase dos del MCU con una nota alta... Porque no lo voy a ocultar, ¡esta es una muy buena película! Con sus problemas, pero vamos por parte para destripar este pequeño experimento, la historia del personaje, la accidentada historia de su producción... ¡Y mucho más!
Ubiquémonos temporalmente antes de empezar: los Avengers acaban de lanzar una ciudad desde el cielo para derrotar a Ultron, trasladándose a una nueva base y con nuevos integrantes (Falcon, Scarlett Witch, Vision, War Machine). Tras los incidentes de Captain America: The Winter Soldier, Steve sigue buscando a Bucky, e Hydra aparentemente ha sido derrotada, sin perjuicio de que algunos reductos siguen operativos.
Para comprender esta película, debemos sumergirnos en la historia de uno de los fundadores de los Avengers, de su rol en el Universo Marvel y otros detalles... pero también en la historia de su sucesor. Es hora de que conozcamos quiénes son exactamente Hank Pym y Scott Lang.
Hank Pym, el primer Ant-Man
A diferencia de otros personajes de Marvel, Hank Pym no partió siendo un superhéroe... De hecho, su transformación en un enmascarado justiciero es más bien azarosa dentro del legado de Stan Lee. En 1962, en el número #027 de la antología de ciencia ficción y terror Tales to Astonish, apareció una breve historia sobre un científico que descubría un suero para encogerse, y al aplicarla en sí mismo, vivía una mini aventura estilo "Querida, encogí a los Niños", se hacía amigo de un par de hormigas y luego crecía y todos vuelven felices para su casa. Eso es todo. Nada de superhéroes ni capas. El cómic fue creado por Stan Lee y Jack Kirby -para variar-, y bien pudo quedar como una historia anecdótica dentro de las cientos que hay en Tales to Astonish.
Pero este es el asunto: ese número 27 tuvo un especial éxito en las ventas, por lo que gigantes ojos de billetes aparecieron en el rostro de Lee. Bueno, ¿por qué no transformar a Henry "Hank" Pym en un héroe de acción? En 1963, en Tales to Astonish #035, Hank pasaba a ser Ant-Man. De hecho, no pasó mucho tiempo -9 números para ser exactos- para que a Hank se le entregara una compañera de aventuras, Wasp, con quien tuvo una sana y hermosa relación que jamás terminó en divorcio ni en ninguno de los dos muriendo en reiteradas ocasiones.
Sí... los cómics son un mundo feliz.
Para un personaje cuya mayor habilidad es encogerse y tener conversaciones con las hormigas, Hank Pym tiene un prontuario bastante interesante en el Universo Marvel. No solo es uno de los miembros fundadores de The Avengers -(Avengers #001, 1963) y muchas veces considerado la tercera mente más brillante del Universo Marvel, sino que es al mismo tiempo el creador de una linda y hermosa inteligencia artificial que habría de salvar al mundo a ser un lugar mejor. Esa inteligencia artificial resultó ser Ultron. ¡La tercera mente más brillante del Universo Marvel, damas y caballeros!
Pero, ¿por qué hablamos tanto de Hank Pym y no de Ant-Man? Bueno, el asunto es que, casi como una consecuencia indirecta de su nacimiento separado del personaje, Pym no ha sido precisamente un personaje que haya abrazado la personalidad de Ant-Man, pasando el traje a múltiples personajes. De hecho... no es muy común que Pym se quede con un nombre por mucho tiempo. Así, ha tomado el nombre de Giant-Man, Goliath, Yellowjacket, incluso en algún punto fue de Wasp... Quién es uno para juzgar.
Scott Lang, un nuevo Ant-Man
Con la tendencia de Hank Pym por cambiarse de nombre y crear robots asesinos, es natural que un nombre tan gigante como el de Ant-Man (IRONY!) tuviera que ser ocupado por otros. Y aunque técnicamente hay 4, hoy solo abordaremos a Scott Lang, protagonista de la adaptación Marvel del 2015. La primera aparición de Scott data a Avengers #181, en un rol cameo donde ayudaba a Iron Man a instalar el sistema de seguridad de la Mansión de los Avengers... pero esto era apenas un aperitivo para el mes siguiente, abril de 1979, en Marvel Premiere #047.
La historia del personaje es similar a la de la película: Scott es un ladrón reformado cuya hija cae enferma. Decidido a encontrar a la persona que pueda curar a su hija, Scott roba el traje de Hank y se infiltra en la compañía de Darren Cross -sí, el mismo malo de la película- para rescatar a la única persona que conoce la cura para su hija. Sin embargo, al devolver el traje a Hank -después de todo, era un ladrón reformado- Hank le ofrece quedárselo, al ver el que el motivo por el que utilizó el traje era noble.
Y así nace este nuevo Ant-Man. Si quieren conocer más del personaje, una historia muy recomendable, simple y simpática fue la colección Ant-Man de este año, consistente en 5 números y un anual más un especial para cerrar la colección de cara a Secret Wars, sobre Scott abriendo una compañía de seguridad junto a un villano vestido de oso. ¡Es bastante entretenida! De paso, la historia se da el tiempo de explicar el pasado de Scott y reintroducirnos a la figura de Darren Cross. Denle una oportunidad. Escrita por Nick Spencer y dibujada por Ramón Rosanas.
Creando Ant-Man para el MCU: 10 años de expectación
Para comprender el caos que resultó la creación de Ant-Man, hay un nombre que deberíamos sacar a la palestra: Edgar Wright. ¿Quién es este Edgar Wright de quien tanto hablan estos plebeyos? Bueno, es el genio detrás de Shaun of the Death y Hott Fuzz... Y Scott Pilgrim, si te gustó esa rareza. Y aunque el trabajo del director oficialmente comenzó en 2006, el proyecto de una película de Ant-Man con Scott Lang a la cabeza ya comenzaba a rondar en las conversaciones de pasillo en torno a tan peculiar director. Así que imagínense: más de 10 años en la creación de una película, 10 años durante cual los fans de Ant-Man estuvieron expectantes ante cada movimiento de Wright, quien anunciaba "el guion está en su segunda, tercera, cuarta versión" cada año. Si esto no era el mejor guion del universo, Edgar Wright se iba a convertir en el mayor vendedor de humo de la historia.
Tras un montón de vueltas carneros y rarezas, en la San Diego Comic Con 2012 apareció el primer "Test Footage" de lo que sería Ant-Man, mostrando a Scott Lang luchando contra dos guardias en un pasillo transparente para luego abordar el ascensor. Era un teaser simple, pero aquello que parecía un proyecto fantasma finalmente tomaba consistencia. Ant-Man era una realidad. La producción de la película comenzó el 2013, y parecía que el sueño se volvía realidad...
Pero ¿qué es una película del MCU sin polémica, salidas en mitad del proyecto y cambios bruscos en el libreto? Naturalmente que el proyecto se enfrentó a un serio problema: Ant-Man comenzó a escribirse en 2006, cuando no existía el Marvel Cinematic Universe. De pronto, Marvel y Disney se transformaron en una entidad súper poderosa fusión gema de cristal, e ignorar dos fases completas de película no era opción, era necesario modificar el guion para que calzara con el resto del universo. Después de todo, ya resultó extraño para muchos que Ultron no fuera creado por Hank Pym, ya que Wright buscaba crear algo similar a Iron Man, una película que funcionara bien por sí misma, a pesar de estar insertada en un universo más grande.
Pero en mayo del 2014, Wright abandonó el proyecto debido a "diferencias creativas". No se especificó mucho en el momento cuáles eran esas diferencias, pero al parecer Kevin Feige, cabeza del MCU, ordenó una nueva revisión del guion sin el consentimiento de Wright, lo cual llevó a la brusca salida del director. Y aunque el molde del concepto de Wright se mantuvo, el guion fue modificado sustancialmente y la producción continuó sin él y parte de sus lugartenientes. ¿Cómo habría sido la Ant-Man de Wright? ¿Cuánto habría diferido de lo que finalmente obtuvimos? Es imposible saberlo a estas alturas, así que centrémonos en el producto final.
Ant-Man
Scott Lang (Paul Rudd) acaba de salir de la cárcel a donde fue enviado tras realizar un crimen justiciero. Decidido a volver a recomponer su vida en orden, busca trabajo, pero pronto se encuentra con que las puertas se cierran en sus narices debido a su pasado criminal. Atemorizado de perder las visitas a su hija si no aporta financieramente a su ex exposa, Scott acepta un trabajo de su amigo Luis (Michael Peña): entrar al hogar de un anciano, sobrepasar las medidas de seguridad y robar el contenido de una caja fuerte en el sótano. No contaba, por supuesto, que en la bóveda no hubieran joyas, sino que tan solo un misterioso traje...
Pronto descubre la verdad: el anciano dueño de la bóveda, llamado Hank Pym (Michael Douglas), fue quien lo contrató para realizar el golpe, como un modo de probar sus habilidades de ladrón. ¿El motivo? Hank quiere que Scott se infiltre en su propia compañía y robe una tecnología que Hank ha ocultado por años y que se encuentra en las manos de Darren Cross (Corey Stoll), ex protegido de Pym. ¿El truco? Para esta operación contará con el traje de Ant-Man, el cual le permite a su portador cambiar de tamaño a voluntad. Con la ayuda de la hija de Pym, Hope van Dyne (Evangeline Lilly) y un ejército de hormigas, Scott deberá demostrar que es más que un mero criminal, no solo a sí mismo, sino a aquellos que le importan.
Crítica
(Spoilers del tamaño de una hormiga. Gigante.)
Sentado en la sala de cine y mirando los primeros minutos de Ant-Man, fue inevitable preguntarme sobre si el proyecto de Wright habría diferido mucho de lo que obtuvimos, porque siendo sinceros, aunque adoro esta película con pasión y locura, tiene un gran problema que es necesario mencionar: es, en su presentación, el guion más cliché de todo el Universo Cinematográfico Marvel. Por lejos. Me gustaría poder ignorarlo y decir que esta película es perfecta, pero considerando cómo el guion tuvo que ser reescrito por órdenes de productores y no por razones artísticas, la existencia de estos momentos "cliché" son prácticamente inevitables. Y eso que estamos hablando de una película de superhéroes, por esencia, cliché: si el cliché destaca, es porque es en demasía.
¿A qué me refiero? Bueno, ¿a alguien le suena conocida la historia del ladrón que sale de la cárcel, queriendo recuperar su vida pero se ve obligado a volver al crimen para poder ver a su hija? Es la tragedia más vieja del libro. Es un concepto tan pero tan manoseado que, debo admitir, me costó sumergirme en este nuevo universo y, honestamente, no lo logré hasta que Scott Lang finalmente tuvo el traje encima. ¿El papá que llega a la fiesta de cumpleaños de su hija y deja la embarrada? Dios santo, faltaba que se hubiera perdido el partido de baseball o la presentación de ballet de su hija para obtener la historia más GENÉRICA de toda la historia de la humanidad. Si el humor no hubiera sido tan bueno, esta película me habría perdido muy rápido.
Pero en mi punto de vista, Ant-Man es como una montaña rusa que parte en un riel plano y aburrido. Lo estás pasando bien, aunque crees que podrías estar en una atracción mejor. Y de pronto, el carro agarra velocidad, y descubres que este es una buena atracción, y de la nada ¡wow, estás en la mejor atracción del mundo y todos esos problemas quedaron en el pasado! Y me alegro: me hubiera destruido pensar que Ant-Man era solo una cinta cliché. Porque, gracias a Lee, la cinta despega, convirtiéndose en una de las mejores del MCU. ¿La mejor? Para nada, ni por cerca, pero tiene un puesto al lado de la primera Iron Man y eso es siempre bueno.
Si tuviera que enmarcar las virtudes de Ant-Man en tres pilares serían la acción, la comedia y el juego entre los personajes de Pym y Lang, siendo este último el gran legado de Wright a la cinta y que nos logra desmarcar de ese inicio cliché y reciclado. Es un giro fresco y original, ver dentro del MCU héroes de antaño entregando su legado a uno nuevo, ¡qué enorme concepto! Ese juego de héroes antiguos con nuevos es algo que no habíamos visto hasta ahora ni en Fase 1 ni en la Fase 2, siendo lo más cercano lo que ocurre con Captain America, aunque en ese caso es una óptica distinta, del luchador old school adaptándose a un mundo moderno. Esto es más de entregar el traje a las nuevas generaciones.
Michael Douglas hace un tremendo Hank Pym, que me recuerda un tanto a Bruce Wayne en Batman Beyond. Amargado, cansado, pero que ve el potencial en la sangre nueva y que también tiene su par de momentos cómicos. Quizás me hubiera gustado un mayor énfasis en mostrar cómo él es una de las mentes más brillantes del universo Marvel, pero al menos vimos bastante de sus creaciones en acción, así que supongo que algo obtuvimos. Me fascinó especialmente la introducción de Wasp en todo el enredo y cómo da profundidad al personaje y sentido a su relación con su hija, es casi como si tuviéramos otra película completa ocurriendo antes, lo cual da bastante riqueza a todo esto. No fui un gran fan del diseño del traje de Wasp, aunque tenga similitud al traje del cómic... pero hey, no puedes tener todo.
Paul Rudd cumple bien como Scott Lang. El personaje parece un poco reciclado de todos los personajes irónicos/divertidos del MCU, como el Tony Stark de Robert Downey Jr. o el Star-Lord de Chris Pratt, pero hey, adoramos a esos personajes -al menos yo- así que supongo que uno más no molesta. De nuevo, su historia es un poquito cliché, pero a medida que nos introducimos en este enredo más y más, aparecen ciertos rasgos más interesantes y Paul Rudd hace un buen trabajo en transformar a Scott Lang en una suerte de Robin Hood al que queremos ver en más películas haciendo de las suyas.
La mayoría de los demás personajes son un acierto, salvo por dos. La primera es la hija de Hank, interpretada por Evangeline Lilly, a quien definitivamente no espero ver como Wasp en las próximas películas -por favor, atinen-: su personaje no es desastroso, pero no puedo evitar que sobraba un poco en la dinámica Pym/Lang. El segundo es el villano. DIOS. SANTO. ¿Por qué no le pusieron un bigote, una capa y un sombrero para hacerlo más ridículo? En su defensa, no es que el MCU tenga un historial de villanos magníficos, y una vez que deja de ser Cross para ser Yellowjacket al menos es un rival digno en cuanto a la acción. De nuevo, en cuanto a la acción, no en cuanto a personaje. "Uuuy, iré a casa de tu hija y me reiré malvadamente." Come on, guys. Ya estamos un poco viejos para eso.
Pasando al segundo elemento que destaca en esta película, la comedia... Digo, comedia y Marvel parecen ir unidos desde hace algún tiempo -para desgracia de algunos- y aunque a mí mismo me ha resultado un poco cansina a veces, en esta película resulta tan bien ejecutada que no puedo sino aplaudir a quien haya escrito este guion. ¡TRÁIGANME A ESE WRIGHT DE QUIEN TANTO HABL--...! Oh, cierto, lo despidieron. Digo, creí que no me reiría de nuevo como lo hice en Guardians of the Galaxy y estaba muy equivocado. Michael Peña como Luis pudo haber sido un desastre, pero creo que en varias de sus líneas -particularmente la de Titanic- terminé explotando.
Pero donde la película tenía que brillar era, por supuesto, en la acción. Y digan lo que quieran sobre todo lo demás del CGI, pero aquí estamos ante un uso inteligente de la tecnología de animación digital para crear contrastes únicos entre el mundo a pequeña y gran escala, transformando pequeñas escaramuzas en habitaciones con juguetes en épicas batallas campales repletas de acción. Y al contraponer ambos mundos, el resultado es realmente hilarante. Personalmente, el punto más alto de esto fue la batalla en la maleta, una escena que hace 10 -o incluso 5 años- no pudimos haber ni soñado ni de casualidad haber desarrollado en el cine. ¡Y ahí está, una maleta cayendo por los aires con nuestros héroes peleando entre clips y papeles!
No puedo dejar de mencionar el cruce con el resto del Universo Marvel. Si este fue el verdadero motivo de Wright para abandonar el proyecto, siento que fue una pataleta exagerada: la película se siente insertada dentro de un universo más grande, pero al mismo tiempo su propio producto, y eso es genial. Entre las referencias a las relaciones entre Pym y la familia Stark, al breve cameo de la Agente Carter, a la genial y espectacular batalla contra Falcon, creo que esta película subió varios puntos simplemente por cuan natural se sintieron estas inclusiones. Y por supuesto, es la primera película que plantea la pregunta más lógica: ¿POR QUÉ DEMONIOS NO LLAMAMOS A LOS AVENGERS?
Sin embargo, si tuviera que explicar por qué Ant-Man funciona, es porque es una gran historia de origen, y hace tiempo que no teníamos una. Sí, en cierto sentido Guardians of the galaxy fue una, pero esa era el nacimiento de un equipo completo. Desde Fase 1 que no veíamos un héroe totalmente nuevo surgir, y dentro de las historias de orígenes que llevamos, esta es de las mejores. No solo nos introduce al personaje y a una mitología completamente nueva, sino que dan ganas de ver más películas con Scott Lang a la cabeza. Y si eso no es la señal de un éxito de películas de superhéroes, no sé lo que es.
Miren, sigo insistiendo que no es una obra maestra y que puedo nombrar al menos 3 películas Marvel mejores, pero dentro del pequeño universo que crea, es genial y absolutamente entretenida, y un giro fresco dentro de los viejos conocidos que llevamos siguiendo por años. Seguiré siempre intrigado por cuál era la visión de Wright tenía para el personaje, pero supongo que parte de la genialidad quedó aquí si obtuvimos algo tan bueno a pesar de los problemas. Espero ver más Ant-Man en el futuro.
Lo que es yo... Me despido. Agradezco mucho el espacio que se me dio para escribir estas reseñas, y a El Multiverso 52 por el espacio para escribir algo distinto a mis clásicas reseñas ordinarias en mi blog basura. Por supuesto, trabajar en dos páginas al mismo tiempo con una carrera ya se me ha vuelto imposible, así que es hora de que el ave deje el nido y vuele a nuevos horizontes. Probablemente, me pillen en un par de MicroReseñas más y en Smallscreen, pero técnicamente, esta es mi despedida. Sorry, jefecitos por hacérselos saber por aquí, ha sido un agrado trabajar con ustedes.
Atentamente,
Farfaramir, pasa el tiempo / y los recuerdos / se van alejando ya...
Posdata: ¡Oh, cierto! ¡Escena post-créditos! Marvel, toma nota: Así es como se hace. No queremos más chistecitos o reciclar cosas que ya sabíamos. La escena post-créditos nos debe dejar con ganas de más, con expectativas de las próximas películas, y no puedo dejar de pensar en Civil War después de esa secuencia final. Sí, hay dos, si se les pasó la segunda lo lamentarán toda la eternidad.