Revisando "Fantastic Four" (2015)
Estimados lectores:
Lamento defraudarlos, true believers, pero esta reseña no está escrita por el ídolo de multitudes, Farfaramir. En su lugar, la dupla de Juan Pablo y Juan Pablo da un paso adelante y le pone el pecho a las balas en este insulto a todo lo sagrado. Que Jack Kirby nos perdone y Victor von Doom se apiade de nosotros.
Pero antes de entrar en pecado y torturarnos los unos a los otros con este desplante audiovisual, debemos hacer un viaje a 1961. Un año mágico, en que la febril imaginación de un entusiasta Jack y la imparable audacia de un enérgico Stan darían vida a los Fantastic Four, y junto a ellos, a todo el Universo Marvel como lo conocemos hoy. Partamos por lo básico: ¿quién carajo son estos Cuatro Fantásticos y por qué son tan importantes si, en el panorama actual, parecen ser tan triviales?
Breve historia del maravilloso oportunismo
Si bien 1961 es el año que ocurre el debut de la cabecera Fantastic Four, los orígenes de Marvel como editorial se remontan mucho antes. Tras el bombazo que había significado el debut de Superman en Action Comics #1, publicado en 1938 por la entonces llamada Detective Comics, Inc., el resto de editoriales se apresuraron en intentar copiar el modelo de superhéroe en busca de su éxito particular. Martin Goodman, empresario y editor de diversas editoriales pequeñas, vio una oportunidad y formó la editorial -apropiadamente llamada- Timely Publications, comenzando en 1939 con la publicación de Marvel Comics #1.
En esta entrega debutan dos personajes clave: The Human Torch original (Jim Hammond), creado por Carl Burgos, y The Sub-Mariner (Namor), por Bill Everett. Dos años después, en 1941 se producía otro importante debut: Captain America y Bucky se enfrentaban a las fuerzas nazis en Captain America Comics #1, de manos de Joe Simon y Jack Kirby.
Por estos años un jovencísimo Stanley Lieber -mejor conocido como Stan Lee- había llegado a trabajar como editor asistente, gracias a su vínculo político con Goodman , quien era esposo de su prima mayor. Para no alargarnos más con los detalles, Simon y Kirby abandonaron la editorial, mientras Lee poco a poco fue ascendiendo en sus responsabilidades y reuniendo un equipo de editores, guionistas y artistas con los que la compañía se mantendría a flote, probando todo tipo de temáticas por las siguientes dos décadas.
A mediados de los '50 Jack Kirby había vuelto a trabajar como freelancer para la editorial, por aquellos años conocida como Atlas Comics. Trabajando paralelamente para National Periodical Publications (futura DC Comics), Kirby crearía junto a Dave y Dick Wood el grupo de aventureros Challengers of the Unknown, debutando en 1957 en Showcase #6. Poco después Kirby dejaría definitivamente de trabajar para National, y a pesar de cierto resentimiento guardado desde los '40 hacia Lee, la dupla realizó numerosas colaboraciones que fraguarían poco a poco una fructífera relación creativa.
Ahora sí, llegamos a 1961. Cuenta la leyenda que Martin Goodman, propietario de Atlas, se encontraba jugando golf con Jack Liebowitz, editor de la National, quien se vanagloriaba de las excelentes ventas que habían tenido los primeros números de Justice League of America y de la buena salud que estaban viviendo sus superhéroes con las versiones Silver Age de personajes como Green Lantern y The Flash. Con su mente siempre en el dinero, Goodman vio la oportunidad en la segunda vida del comic superheroico y le encargó la creación de un equipo de superhéroes imitando la idea de la JLA a su hombre de confianza, Stan "The Man" Lee. Por esas fechas, Lee estaba agotado de la naturaleza formulaica que habían adquirido los comics y estaba pensando en renunciar de la compañía así que, por ser una última oportunidad y siguiendo el consejo de su esposa Joan Lee, decidió crear unos superhéroes "a su manera", alejados de los convencionalismos del género y con un cargado elemento melodramático, con una visión más realista de los personajes y las relaciones interpersonales. A fin de cuentas ¿qué era lo peor que podía pasar?
Tras elegir a Jack Kirby como el artista adecuado para la tarea y decidir el título del comic -y por supuesto, debemos imaginar, unas cuantas idas y venidas de ideas-, Fantastic Four #1 llegaría a las estanterías el 8 de agosto de 1961. Por supuesto, hay muchos más datos curiosos, detalles y anécdotas que rodean la historia de Marvel y de la Primera Familia, desde el innegable parecido del concepto a los Challengers of the Unknown hasta la mítica escueta sinopsis que Lee entregara a Kirby para que hiciera su magia con esta primera entrega. Lo que sí está claro es que la mezcla de las relaciones melodramáticas -características de Stan "The Man" Lee- con una enérgica ciencia ficción -claras señas de identidad de Jack "The King Kirby- lograron que la respuesta del público fuera abrumadora, inundando los correos de la compañía pidiendo más de estos carismáticos imaginautas. El éxito era evidente y la dirección era clara: el Universo Marvel había nacido, y se abriría paso rápidamente en las demás cabeceras publicadas por aquel entonces, debutando uno tras otro Ant-Man, Hulk, Spider-Man, Thor, Iron Man...
Ahora bien, la cabecera misma de este cuarteto facilitaría la expansión del universo compartido, así como la generación de ideas al por mayor. Ya en la cuarta entrega Namor era presentado al público moderno y posicionado en este nuevo universo. Unos años después, Jim Hammond -The Human Torch original- era recuperado en Fantastic Four Annual #4. Pero el hervidero de ideas era incansable, y las nuevas ideas surgían una tras otra: Mole Man y sus Moloids, los Skrulls, Dr. Doom, Uatu The Watcher, Rama-Tut (o Kang the Conqueror, o Immortus... ya saben, el mismo tipo), Molecule Man, Mad Thinker, Inhumans, Silver Surfer y Galactus, Black Panther, la Negative Zone y Annihilus, Impossible Man, Diablo, los Kree y Ronan the Accuser, Adam Warlock... Creo que ya captan la idea.
Tras la salida de Jack Kirby en Fantastic Four #102, habiendo dibujado todos y cada unos de los primeros 108 números -contando los anuales- hasta entonces, la serie bajaría su calidad de manera notable. Muchos autores han intentado recapturar la magia de los primeros números, algunos con más suerte que otros -especialmente recordada la etapa de John Byrne-, y aunque la larga aventura editorial ha tenido varios triunfos creativos, desde la etapa de Mark Waid y Mike Wieringo hasta la de Jonathan Hickman, es claro que la imaginación sin límites de El Rey era una parte clave para la cabecera. Este año la editorial canceló la serie en Fantastic Four #645, de mano de James Robinson y Leonard Kirk, y sin una nueva serie anunciada en el horizonte, uno no podía evitar preguntarse si era parte de un boycott hacia FOX y su nueva película. Como si necesitaran la ayuda.
Los Imaginatuas explorando otros medios
Como siempre ocurre con las franquicias marvelitas, los Fantastic Four tienen un extraño historial en otros medios. En 1975 hubo un radioteatro que adaptaba las primeras historias de Lee y Kirby, y lo más notable -además de que las historias fueran narradas por el mismo Stan Lee- es que la voz de Human Torch la hizo un joven Bill Murray, antes de su salto a la fama en Saturday Night Live.
También existió una extrañísima adaptación enfocada solamente en The Thing. El show Fred and Barney meet The Thing de Hanna-Barbera se componía de dos segmentos: uno de ellos eran repeticiones de Los Picapiedras, mientras que el segundo se trataba de un chico con dos anillos mágicos que al juntarlos lo transformaban en The Thing. Sí, rarísimo.
En cuanto a -verdaderas- series animadas, los Fantastic Four han tenido 4. Curioso, y en parte algo lamentable, pues ninguna es muy recordada por los fans. La primera fue una producción de Hanna-Barbera, que duró 20 capítulos desde 1967 a 1970, y como todo lo que hacía Hanna-Barbera, es muy liviana en tono.
La segunda serie fue producida por DePatie-Freleng y apenas llegó a durar 13 episodios el año 1978. La peculiaridad de esta serie al momento de desarrollarla, Johnny Storm no estaba disponible ya que se estaba desarrollando una película individual para él -la cual nunca llegó a producirse-. Por tanto, en necesidad de un cuarto miembro para el equipo Stan Lee ideó a un pequeño robot llamado H.E.R.B.I.E. (Humanoid Experimental Robot, B-type, Integrated Electronics), diseñado por Jack Kirby. Esta burla de personaje sería llevada a los comics en Fantastic Four #209 por Marv Wolfman y John Byrne. ¿Por qué, Wolfman... por qué?
La tercera fue probablemente la serie más conocida de todas, ya que vio la luz en una suerte de temprana época dorada para la animación de superhéroes en general y para Marvel en particular. Durante los '90 vimos series de los X-Men, Spider-Man, Iron Man. De hecho, los FF aparecieron como invitados -junto a muchos otros personajes- en el arco "Secret Wars" de la recordada Spider-Man: The Animated Series.
Por supuesto, nuestros protagonistas no podían faltar, y en 1994 debuta Fantastic Four: The Animated Series de manos de Saban. Con una extensión de 26 episodios y dos temporadas que durarían hasta 1996, es probablemente la mejor adaptación animada de la Primera Familia. Pero qué les cuento yo, mejor leen la detallada reseña que publicamos justo ayer.
La cuarta y última serie es Fantastic Four: World's Greatest Heroes y debutó el 2006 en Cartoon Network. Alcanzó a durar también 26 capítulos en una sola temporada hasta el 2007 y... la verdad pasó sin pena ni gloria.
Nuestra última parada nos lleva al mundo cinematográfico. Y tal parece que el celuloide se resiste a los encantos de los Imaginautas. En 1994 Roger Corman produce una película tan mala que nunca ve la luz. El 2005 tenemos una adaptación algo más decente por parte de 2th Century FOX dirigida por Tim Story, con su correspondiente secuela, Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer, estrenando en 2007. Tuvo varias caras conocidas en el reparto, con Ioan Gruffudd como Reed Richards, Jessica Alba como Susan Storm, Chris Evans (sí, Captain America) como Johnny Storm, Michael Chiklis de Ben Grimm y Julian McMahon como Victor Von Doom. Por supuesto, Stan Lee hace cameos en ambas películas, en la primera como el cartero Willie Lumpkin y en la segunda como él mismo.
Lamentablemente, a la larga estas adaptaciones cinematográficas fueron una decepción por culpa de los típicos problemas que aquejan a las películas de superhéroes: falta de ambición, efectos especiales mediocres, tramas demasiado básicas y poco emocionantes...
Series animadas tuvimos 4. Con 3 películas en el bolsillo, nos faltaba una película para igualar la balanza en la pantalla grande, y Josh Trank sería el encargado de ello. Doom nos libre.
Fantastic Four (a.k.a. FANT4STIC)
Y al fin ha llegado el día. Ese día en que la especulación, el pesimismo, la negación y una enorme cantidad de sentimientos extremos se disipan y al fin podemos dar una justificada impresión de lo que Josh Trank y 20th Century FOX quisieron hacer con la primera familia del comic de superhéroes. Al fin ha llegado el día en que podemos ver Fantastic Four (o FANT4STIC... o Fant4stic 4... no se en realidad).
Argumento
Reed Richards (Miles Teller), el niño genio al que nadie alienta, y Ben Grimm (Jamie Bell), el enclenque hermano menor de una familia de chatarreros, han trabajado juntos desde su infancia en una tecnología de teletransportación.
Únicamente con los recursos a su alcance -que deberían ser piezas usadas de la chatarrería de la familia Grimm, más basura electrónica encontrada en la calle- su experimento avanza hasta una fase funcional, pero siendo simplemente un prototipo. Al presentarlo en la feria de ciencia de las escuela de ambos, eventualmente atraen la atención del Profesor Franklin Storm (Reg E. Cathey), director de la Fundación Baxter, un instituto de investigación respaldado por el gobierno para jóvenes prodigios.
Reed es reclutado para unirse a ellos y ayudar a los hijos de Storm, la científica Sue Storm (Kate Mara) y el técnico Johnny Storm (Michael B. Jordan), a completar la primera "Puerta Cuántica", diseñada en un principio por el anarquista protegido de Storm, Victor von Doom (Toby Kebbell), quien de mala gana acepta volver al proyecto, motivado más por la necesidad de volver a ver a Sue, su amor no correspondido.
El tiempo pasa y el experimento se vuelve exitoso. El supervisor de la instalación, el Dr. Allen (Tim Blake Nelson), reúne a un grupo de científicos para comunicarles el siguiente paso: usar la puerta cuántica para aventurarse en una dimensión paralela conocida como "Planeta Cero", en lo que sería el primer viaje interdimensional hecho por el hombre.
Eventualmente Reed, Johnny y Victor reclutan a Ben para ayudarlos a usar la Puerta Cuántica y embarcarse en un viaje no autorizado al Planeta Cero, en el cual descubren que es un mundo lleno de sustancias desconocidas.
El accidente ocurre y el equipo le pide ayuda a Sue para que los regrese de vuelta al planeta Tierra. En todo este proceso Victor es dado por muerto, y el resto del equipo es irradiado por las substancias de la extraña dimensión, dando como resultado las habilidades por la que son conocidos: Reed posee la habilidad elástica, Sue puede volverse invisible a la vista y proyectar campos de fuerza, Johnny se envuelve en llamas, y Ben se convierte en un ser de roca grotesco y gigantesco.
Ante este nuevo despliegue de habilidades extraordinarias, el gobierno no duda en usar al grupo de científicos, pero una variable no contemplada hará que toda esta dimensión corra peligro, por lo que los cuatro protagonistas tendrán que unir sus fuerzas para protegernos.
Fant4stic, detrás de cámara
Desde su anuncio, Fant4stic ha sido una cinta envuelta en la polémica y una nebulosa de información poco fiel. También es cierto que si el río suena es porque piedras trae, y de todo lo que se ha dicho, al menos algo debe ser verdad. Lo más destacado ha sido el cómo Josh Trank no ha sabido llevar la producción de la película. Rumores tan extraños como el que este no llegaba al set en sus cinco sentidos -ebrio decían algunos- y que se peleó con varios miembros de la producción, incluyendo una oferta de golpes con Miles Teller o gritarle a Kate Mara hasta el punto de que esta última haya estallado en llanto.
También están las versiones desde el otro lado de la vereda, donde se decía que el estudio habría boicoteado la producción de Trank al quitarle presupuesto, y que todos esos alegatos de Trank eran producto de las reescrituras del guion para adaptarse al reducido recurso económico que disponía.
Por no hablar de las continuas pujas entre 20th Century FOX y Marvel/Disney por el derecho intelectual cinematográfico de los personajes, pujas que llegan a un nivel tan absurdo que hasta los fans se involucran de una manera más que inusitada.
Claro que al final todo esto no dejan de ser rumores, y tanto Trank -que eventualmente twitteó que la versión final de la película no es su versión- como 20th Century FOX -que dio poco y nada de luz a la película, salvo una escueta publicidad- no han sabido responder ante esta nueva propuesta basada en la creación de Jack Kirby y Stan Lee.
La difícil crítica objetiva
No deja de ser un esfuerzo, después de todo lo dicho anteriormente, el tratar de hacer una critica objetiva ante un producto que sonó más fuera que dentro de las salas de cine. Aún así tratamos, y recopilamos unas breves opiniones de los valientes del staff que se atrevieron a verla, antes de pasar a la crítica principal.
La Cavalletta: De acuerdo, ya todos sabemos que la nueva película de Los 4 Fantásticos fue un fracaso. Siendo objetiva, la película tuvo sus momentos, en especial al principio. No he leído nada de los 4F y ver este origen diferente fue un tanto interesante. Luego ya cuando adquieren sus poderes se desinfla estrepitosamente. Es una lástima que no hayan tenido un "quinto fantástico" con poderes de helio para inflar ese final. Por cierto, en esta película no vi a Doom, no estuvo, no estaba y no lo estará.
Kishin: Esta película demuestra cómo una idea aceptable puede ser llevada a la práctica de forma estrepitosamente horrible. No sé de quién sea la culpa, ni me interesa, el resultado final es el que cuenta y esta película se nota a leguas que fue hecha con el único fin de conservar los derechos. No hay amor, no hay cariño, es frialdad absoluta. Además, convengamos que usar a Doom una vez más como villano principal solo demuestra que no quisieron esforzarse mucho en buscar alternativas; con todo el asunto de los viajes a otra dimensión Annihilus hubiera sido perfecto, aunque por otra parte temo en qué lo hubieran convertido, si a Galactus lo volvieron una nube y a Doom en un crash test dummy. FOX debiera vender esta película al ejército para que la usen en sus torturas e interrogatorios, no creo que haya peor castigo que verla una y otra vez.
Ahora sí, a lo nuestro. Creo que si bien la película no es excelente, tampoco llega a los niveles de desastre de por ejemplo Catwoman (Pitof, 2004). Partamos por lo más interesante.
Sin duda creo que es un acierto el tono de ciencia ficción que trataron de darle a la trama, bastante bien logrado en los primeros 30 minutos de película. La búsqueda científica es palpable en algunos personajes, siendo esa carrera por el descubrimiento una de las cosas más interesantes mostradas en pantalla. El personaje de Reg E. Cathey es el que gana más dentro de este conjunto.
El problema pasa cuando la película avanza. Avanza, avanza y avanza pero no pasa nada, salvo ciertos puntos de la trama que necesitan desarrollarse. Es que el primer acto es demasiado largo, y el segundo y tercer acto son tan cortos que no se notan. No hay desarrollo de y entre los personajes. Ben Grimm desaparece por 40 minutos, Johnny y Sue son hermanos que ¿no se hablan? Y prácticamente están todos serios durante las 24 horas del día.
No hay ligereza en ningún momento, salvo en un par de situaciones. Esa increíble necesidad de ser tan seria hace que la película se vuelva pesada y densa en un mal sentido. Hay momentos en que los personajes se permiten bromear -y que incluso la audiencia lo agradeció en la sala donde la vi- pero tratar de dar profundidad a algo que no desarrollaste bien termina por dar un producto blando y escuálido.
Ahora lo mas polémico. Todos, absolutamente todos los personajes están completamente desdibujados respecto al material original. Sean en su versión clásica o Ultimate, los personajes solo comparten nombre y poderes con su contrapartida 2D. Reed es el más parecido al Mister Fantastic que conocemos -tampoco es mucho el parecido- y en el otro extremo está el personaje de Victor von Doom, completamente cambiado, tanto en apariencia como en motivación. Soy más que consiente que es una adaptación -con sus correspondientes diferencias-, pero todo tiene un límite y la suma de esta constante seriedad en el tono de la película, junto con las licencias tan extremas al material original, perjudican las -pocas- buenas ideas que este nuevo intento por llevar a los Cuatro Fantásticos.
Sin duda no es la peor película jamás filmada. Tampoco es la peor película basada en un comic, ni la mas polémica en producirse. Pero no deja de ser una pena, tomando en cuenta lo grandioso del material original. Supongo que tendremos que esperar máximo otros siete años para poder ver un nuevo intento de llevar la creación de Kirby y Lee a la pantalla grande. Esta versión no posee la majestuosidad ni el ingenio de los Fantastic Four del papel. Es decir, no hace méritos por poseer el apelativo de “fantástico”, ha pesar de algunas buenas ideas. Una lástima.