"Fantastic Four: 1234" (2001) de Grant Morrison y Jae Lee: una obra infravalorada
Multiversiano Invitado: Radiador
El escocés Grant Morrison es de esos escritores que sabe aportar nuevos enfoques a ideas ya gastadas, revitalizándolas con un aire fresco e interesante. A mi gusto, Fantastic Four: 1234 es una obra infravalorada del calvo apocalíptico, siempre es pasada por alto y la verdad es que la amalgama artística que se provoca al juntarse dos genios de la novela gráfica -como lo son Morrison y el gigante Jae Lee- es simbiótica y armoniosa, sucia y a la vez sutil, lo que convierte a este cómic en una de las grandes obra de arte en la biblioteca Marvel de este milenio.
Para no entrar en spoilers, el calvo ahonda en la personalidad de cada uno de los protagonistas, los muestra muy humanos, con sus falencias y dramas psicológicos, dándole más relevancia a la alienación que vive Sue Storm en su matrimonio causada por el desapego que sufre de parte de su marido Reed Richards, lo que provoca que se sienta atraída por el gran monarca del océano marvelita, Namor. Rápidamente notamos que Reed es el pilar fundamental de este grupo de superhéroes, quedando patente cuando, incluso sin aparecer en parte importante del cómic, es de quien todos hablan y se convierte en el núcleo de toda esta familia.
La historia en sí quizá pierde un poco de relevancia, ya que nos muestra algunos personajes clásicos que habitan en el universo de los FF, homenajeando sus aventuras pasadas. Algunos villanos como e Dr. Doom, el ya mencionado Namor y el ya mítico Mole Man participan en esta obra que no se aleja del sello Morrison.
Pero la historia no se queda en las letras. Las tintas y trazos desarrollados por el gran Jae Lee son fantásticas, quizá un poco oscuras para algunos, pero que logran conseguir una narrativa bastante sucia o delicada según corresponda; esa es una de las grandes claves de este gran dibujante, quien nos deleita con una gran narrativa ilustrando los sucesos correspondientes al número dedicado a Sue Storm, reflejando de manera gráfica y clara los sentimientos y pensamientos de Invisible Woman. También es capaz de mostrarnos esos fetiches pulp de Morrison sin quitarles el sello, y esto solo se provoca si dibujante y guionista están en total sintonía, cosa que es crucial al momento de contar una buena historia.
La verdad es una obra corta, precisa, digna de leerse. No es necesario decir más ni contar detalles de la trama, 1234 es la forma adecuada de conocer cómo funciona la familia fantástica, cuál es el núcleo de uno de los pilares de la Casa de las Ideas, y cómo estos personajes ya tan longevos -y a veces menospreciados por los nuevos fans- se ganaron el sitio que merecen en la mitología Marvel.