One-Shot - Human Target (2003) #006, abusos de la iglesia y acción en una grapa
Peter Milligan se encargó de reinventar la serie de Human Target, originalmente creada por Lein Wein y Carmine Infantino, primero con una miniserie y más tarde, debido a su gran aceptación, con una nueva serie regular.
Human Target retrata la vida de Christopher Chance, quien cuenta con la extraordinaria habilidad de imitar a las personas: es capaz de alcanzar una apariencia exacta de la persona que quiere representar mediante maquillaje, así como pensar y hablar como ella, llegando incluso a copiar los gestos físicos más sutiles, logrando una interpretación que va más allá de lo superficial. Si bien su enorme talento logra que las personas no puedan identificar diferencia alguna entre la persona que imita y él, como contraparte de su habilidad sufre un enorme problema de identidad cuando debe ser Christopher Chance. De alguna forma se ha ido olvidando de su propia personalidad.
Gracias a su habilidad, el protagonista de esta serie se gana la vida ofreciendo sus servicios como un "blanco humano": si tienes el problema de que alguien te quiera matar, Chance se hará pasar por ti, y ya que también es un hombre de acción con habilidades marciales se encargará de eliminar la amenaza.
La gracia de la serie está en que se sumerge en diversos temas, como el mundo de Hollywood, el 11-S, el fanatismo religioso, el miedo terrorista o el cruce de inmigrantes ilegales, revelando los más oscuros aspectos de cada uno, siendo aderezado con dosis de acción. Todo el comic está escrito de una forma muy realista y convincente, de manera que no trata de dejar algún mensaje moral sino que deja que el mismo lector juzgue las acciones de los personajes por sí mismo. No hay que olvidar los potentes giros argumentales que Milligan ofrece, haciendo la lectura más entretenida e impredecible.
En resumen, se podría decir que es un viaje que atraviesa las psiquis más retorcidas a través de quien puede ser la mente más retorcida del relato, el mismo Christopher Chance, quien mediante sus interpretaciones nos irá revelando los secretos del imitado de turno. Es un comic crudo con resoluciones amargas aunque (y menos mal) no pierde el sentido del humor, resulta un thriller muy bien escrito.
Este número en particular corresponde a Human Target #006 de la serie regular, que me gusta bastante porque creo que funciona muy bien combinando la acción e intriga con un tema bastante complicado como es el de los abusos a menores por parte de la iglesia. Me parece que en este comic el tema está tratado con elegancia, sin dejar que el tema se siga sintiendo perturbador.
La historia parte cuando cuando el blanco humano está cumpliendo con un favor a su amigo y asesor Bruno, el cual quiere los servicios de Christopher para ayudar a su tío Carlo. Luego, un evento crucial relacionado con Carlo persuadirá a Chance para ayudar a un obispo que está siendo acosado violentamente por un perturbado joven. Durante el relato también veremos la incapacidad de Christhoper para ser él mismo, y cómo se siente mejor siendo otras personas; hay que decir que Milligan maneja a la perfección al personaje.
El final es tremendamente retorcido pero genial, encuentro que Milligan es uno de los que mejor escriben finales, son de los más sólidos que he leído.
El arte de Cliff Chiang que es de un trazo simple calza perfecto con el tono de la historia, que requiere retratar un mundo urbano creíble, así como también los personajes, escenas de acción y arquitectura. El arte se maneja excelentemente con las proporciones humanas, también es capaz de dotar a cada personaje con su propia personalidad a través de las expresiones faciales y la ropa. En las viñetas juega con diversas perspectivas, lo que es un gran aporte cuando se trata de plasmar una escena de acción.
En definitiva es un comic crudo que merece ser recordado por su potente historia narrada en una grapa.