One Shot - Spawn #008
Para quienes no lo conozcan, Spawn es una creación de Todd McFarlane, uno de los dibujantes estrella de Marvel a principios de los 90, que junto a otros dibujantes tan populares como Jim Lee o Rob Liefeld decidieron abandonar el hogar de Spider-Man para crear su propia empresa: Image Comics.
Al inicio de la andadura de su personaje, McFarlane decidió llamar a guionistas reconocidos, como Neil Gaiman, Alan Moore, Frank Miller y Grant Morrison, y otro no tan famoso como Dave Sim, pero importante por el tema de la autoedición e icónico defensor de la idea de que los autores deben mantener el derecho sobre sus creaciones, además de ser el creador del cómic independiente más largo, Cerebus, con 300 números.
Del número que les vengo hablar es el de Alan Moore, Spawn #008 para ser preciso. Recuerdo cómo me voló la cabeza cuando chico... en el colegio, un amigo llegó con este cómic alardeando que era para adultos y sólo a los que mejor le caíamos nos dejaría verlo. Al verlo lo encontré impresionante, era la cosa más satánica que había visto. Me llamó mucho la atención ver un Elvis alienígena, resultaba perturbador. El arte era detalladamente grotesco, totalmente desatado en comparación a los cómics de Marvel y DC que había visto hasta entonces. En aquel momento me dio lo mismo quién lo escribió, la historia me daba lo mismo, lo importante era el dibujo.
La historia de este número está centrada en el abusador y asesino de niños Billy Kincaid, que había sido asesinado previamente por Spawn. Vemos cómo es su estadía en el infierno, hasta el encuentro con Malebolgia, el Rey del Inframundo.
La historia de Spawn en general es algo latera; sus guiones se vuelven repetitivos con una trama que avanza lentamente. Vemos al engendro del infierno lamentándose número a número por no poder contactarse con su ex-esposa Wanda, sufriendo como un emo. De a poco vamos conociendo datos de su pasado, como su función en el mundo y la guerra que se avecina entre el Cielo y el Infierno. De vez en cuando se aparecerá la simpática dupla de policías Sam & Twitch, y habrán tremendas secuencias de acción con un arte impresionante, pero la historia se siente muy estirada.
El número escrito por Alan Moore destaca enormemente entre el resto, porque te da a conocer todo un mundo respecto al Infierno, presentando sus ocho esferas, datos de su funcionamiento y también te enseña acerca del traje de Spawn, por lo que es un gran paso hacia adelante en un universo que recién se estaba construyendo. Me imagino que Moore tiene que haber escrito el guión en una tarde y bastó una pizca de su magia para hacer un número memorable en una serie que estaba en deuda con los guiones, pero destaco que el arte era perfecto para el espíritu de la historia.
Por cierto, la portada es idéntica al #1 de Spider-Man dibujada por el mismo McFarlane; pura egolatría (fíjense en la firma de la portada)