"X-O Manowar: Enter Ninjak" de Robert Venditti y Lee Garbett
Tras el intenso debut de X-O Manowar, Valiant tenía la tarea de demostrar que la calidad aparente no fue mera suerte. Con solo 4 series en publicación (X-O Manowar junto a Archer & Armstrong, Harbinger y Bloodshot), el rescate del extenso universo que alguna vez poseyó la editorial en los '90 debía realizarse con paciencia. Bajo esta lógica, el segundo arco de X-O Manowar reintroduce para el nuevo público al súper-espía británico Ninjak, y lo hace con estilo y de manera orgánica.
X-O Manowar: "Enter Ninjak"
X-O Manowar #005-008
Guion: Robert Venditti
Arte: Lee Garbett
Tintas: Stefano Gaudiano
Durante siglos, los agentes de una raza alienígena conocida como The Vine (avanzados extraterrestres que adoran las plantas y a la armadura sagrada Shanhara) han estado viviendo en secreto entre nosotros. Ahora han sido activados para llevar a cabo una última misión: purgar al planeta de la vida humana. Una flota invasora viene en camino y lo único que puede hacerles frente es la armadura de X-O Manowar. Para identificar las debilidades del enemigo, Aric tendrá que contar con la ayuda de un especialista... el temido y formidable Ninjak. Pero, primero, Aric tendrá que convencerle de que sus maestros en Inteligencia Británica han entregado la humanidad a manos del enemigo.
Tras su intensa aventura en el espacio, obteniendo la armadura sagrada Shanhara y huyendo por fin de la esclavitud Vine, Aric regresa a la Tierra para descubrir que, por gracia de los viajes estelares, han pasado 1.600 años desde que fue arrebatado de su pueblo visigodo. Sintiéndose completamente solo, decide aislarse en la selva amazónica de Perú para pensar y aclarar su alborotada mente.
Mientras la armada Vine prepara una flota para invadir la Tierra, se contactan con los suyos infiltrados en nuestro planeta, para intentar capturar a Aric y recuperar Shanhara a tiempo. Pero Alexander Dorian, uno de los Vine infiltrados, prefiere mantener su cómoda y placentera vida como un terrícola que dejar todo esto atrás, así que intentará en secreto advertir a Aric e impedir esta invasión. Pero cuando el equipo de contención enviado por Aric es fácilmente derrotado, los infiltrados Vine contactan a un especialista que pueda neutralizarlo de forma permanente y recupere la armadura: Ninjak.
En este escenario es que se desarrollan estos cuatro números, donde Aric, Ninjak y Alexander tendrán idas y venidas constantes, cada uno intentando lograr avanzar su agenda personal. La atractiva y calculadora personalidad de Ninjak chocará de frente contra la impulsividad de Aric, asegurándonos entretenidas escenas de acción, donde los clásicos malentendidos previos al team-up de turno estarán a la orden del día.
Robert Venditti continúa desarrollando la personalidad y psique de Aric of Dacia, mostrándonos a alguien desconfiado por sus años de esclavitud, inseguro de quienes lo rodean e impulsivo, siempre abierto a arreglar todo con el filo de una espada, pero que al final del día busca el bien común y se muestra dispuesto a ayudar a quien lo necesite. Un guerrero noble, perdido en sí mismo por sus recientes vivencias... A ratos se vuelve algo cansina la impulsividad, es cierto, dan ganas de decirle que se calle y escuche; pero a la larga es parte del personaje, de la caracterización de Venditti y parte de la evolución que irá sufriendo el personaje a medida que sus aventuras se van sucediendo.
Por otro lado, el misterioso Ninjak hace gala de una sofisticación y conocimientos letales. Una suerte de James Bond con un entrenamiento oriental, su habilidad y efectividad quedan patente desde la primera página en que hace aparición. Este súper-espía británico es un personaje que muestra poco de sí mismo, de quien sólo sabes lo que está dispuesto a mostrar en batalla, y esto mismo hace que uno quiera saber más de él. Su serenidad y frialdad contrastan de forma radical con Aric, haciendo la dinámica entre ambos muy divertida de ver.
La creciente amenaza de la llegada Vine a arrasar con la Tierra se siente cada vez más presente, a medida que vamos viendo a los soldados extraterrestres prepararse, utilizando esclavos humanos como blancos de tiro. El peligro es palpable también en la Tierra a través de los Vine infiltrados en altos cargos, utilizando su influencia para manipular a los humanos, sin saberlo, contra sí mismos. La sensación de estar solos contra una amenaza infiltrada (por poner un ejemplo reciente, piensen en Captain America: The Winter Soldier) está muy bien conseguida, y aumenta las apuestas y la adrenalina del lector.
La acción de la historia es manejado con elegancia por Lee Garbett, quien no tiene problemas en cambiar de la selva amazónica al interior de un jet reacondicionado, o de un flashback al 400 D.C. a las naves alienígenas. Otro punto a favor es el retrato de nuestros héroes: la posición corporal de Ninjak en comparación a la de Aric es diferente y reflejan las distintas posturas que ambos tienen el uno frente al otro, así como el entrenamiento y estilos de lucha que cada uno posee. Sin ser un trabajo espectacular, Garbett se mueve con soltura y seguridad; además, las tintas de Stefano Gaudiano suavizan la transición entre Garbett y Cary Nord desde el arco anterior.
El tono episódico y la sensación de quedar al medio de una historia más grande pueda dejar cierta amargura al lector; es una continuación directa de lo sucedido en "By the Sword", pero si bien concluye el conflicto inmediato contra los movimientos Vine en nuestro planeta, queda en un tremendo "continuará" para la posterior llegada de las flotas Vine. Aún así, estas cuatro entregas cumplen sus objetivos a la perfección: nos presentan a Ninjak, profundizan en la amenaza que la infiltración Vine significa para la Tierra y progresa la historia de Aric. El cierre de esta historia además cambia el statu quo de la agencia de inteligencia británica MI6 y prepara ciertos elementos, como la presentación del nuevo personaje Neville Alcott, que serían aprovechados a concho en la futura serie Unity.