Batwoman de J.H. Williams III y W.H. Blackman, o cómo DiDio es el Rey Midas del mal gusto
Quién diría que Batwoman, creada expresamente para mitigar las sospechas homosexuales que rodeaban a Batman en los cincuenta, se convertiría en un personaje representante de esta condición sexual, y que además se convertiría en una de las pocas gemas que se pudieron encontrar en esa avalancha de títulos llamada The New 52.
Batwoman nació expresamente para "limpiar" la imagen que tenía Batman en los cincuenta. Las teorías paranoicas del influyente psiquiatra estadounidense Fredric Wertham y su libro La Seducción del Inocente (1954) estaban de moda, y su fama alcanzaba hasta a los personajes de ficción, por lo que Sheldon Moldoff y Bob Kane crearon a Kathy Kane/Batwoman como una enamorada regular del encapotado y disipar los rumores que gritaban "gay".
Cuando Julius Schwartz se convirtió en editor de Batman en 1964, decidió eliminarla de la continuidad (junto con Bat-Mite, Bat-Hound y un montón de personajes que realmente no aportaban mucho).
Batwoman se perdió en un limbo del cual salió recién en el 2005, gracias a la miniserie 52, donde se mostraba el período de un año (52 semanas) en donde el universo DC no contaba con Wonder Woman, Batman y Superman. Curiosamente, esta Batwoman se llamaba Kate y no Kathy, y sería abiertamente lesbiana, incluso teniendo un abierto interés en la detective Renee Montoya; todo esto de la mano de Greg Rucka, quien transportaría al personaje a las páginas de Detective Comics con un modesto pero respetable éxito.
Con la llegada de The New 52, varios personajes sufrieron un reinicio parcial, si tenían suerte. Uno de estos personajes fue Batman, que continuó con su retro-continuidad casi intacta, junto con los personajes que le rodeaban. Creo que este efecto llegó de rebote a Batwoman.
Con Rucka ya dejado atrás, el ahora guionista y excelente dibujante J.H. Williams III es quien se encarga del personaje, y es su "run" el que nos convoca.
Williams III toma elementos de la etapa de Rucka y desarrolla aún más al personaje, lo enfrenta a nuevas amenazas y por sobretodo, hace de Kate Kane un personaje aun más interesante. Una malísima relación con su padre, una prima que vive bajo su sombra y una galería de villanos comandada por un repugnante director de la organización "anti héroes" llamado simplemente Bones ("Huesos") serán personajes regulares en las páginas de esta nueva Batwoman, que intentará resolver la desaparición de niños que azota Gotham.
El guion de Williams III y su co-guionista W. Haden Blackman dota al personaje de un realismo en sus aspectos personales, haciendo todo el rollo de "soy homosexual" otro mero ingrediente en su vida, llevando el peso romántico Maggie Sawyer, quien también supondrá una valla en el trabajo nocturno de nuestra heroína. Todo está muy bien contado y ambos guionistas se meten en la cabeza de los personajes y hacen que se comporten de manera se espera que lo hagan.
Del dibujo de Williams III puedo estar hablando horas, y es que el tipo es un verdadero genio en composición de páginas, letras, posición de paneles, poses y distintos estilos de dibujo que es difícil detenerse en alguno de estos puntos. Realmente es uno de los comics mejor dibujados que he visto en estos New 52 y en el panorama actual de comic americano. Pero como sabrán, tamaña calidad no le permite a Williams III ser constante, por lo que a veces es reemplazado por distintos dibujantes, que si bien no profesan el mismo estilo, tratan de estar a la altura.
Hasta aquí todo va de rosas con este nuevo volumen de Batwoman, pero lamentablemente el punto negro de la colección lo pone su propio editor: DC Comics. Tras un desacuerdo en la línea editorial y los creadores de la colección, Williams III y compañía abandonarían el titulo sin terminar el último arco, siendo en la época donde ocurrió esto algo casi regular (gracias al poco respeto y libertad creativa que DC daba a sus artista) y algo completamente evitable. Si bien la historia fue finalizada por otro equipo creativo, se nota que no son Williams III y cía. al que estábamos acostumbrados y todo el conjunto sufre por eso.
De todas formas, Batwoman de The New 52 no deja de ser un buen comic, sobretodo en sus primero números. Y de no ser por lo entrometido de los editores de DC, quizás aun tendríamos una gran colección. Una lástima.