Convergence, Semana 7 – Zero Hour 2, Electric Boogaloo
Entramos en la recta final del evento, para bien o para mal. No queda mucho más que hacer, salvo ver cómo termina todo. La serie principal, pese a sus numerosos defectos, ha mejorado y por fin adquiere el tono que debió tener desde un principio. Los tie-ins siguen siendo un viaje a la calle del recuerdo y lo que han dado sentido a este experimento de DC.
Convergence #7 inicia donde quedamos la vez pasada, con el planeta Telos ingresando al universo de The New 52. Da la sensación de que faltó algo entre la semana anterior y ésta, ya que por alguna razón Apollo y Engineer de Stormwatch están inconscientes y son rescatados por Superman. Y Guy Gardner mágicamente es un Green Lantern nuevamente, pese a que la semana pasada nos lo mostraron a cargo de los Red Lanterns. Es entendible que se cometan errores de continuidad respecto de otros comics, pero que pase dentro del mismo en menos de una semana es algo triste.
En fin, lo importante es que mientras tanto en la superficie del planeta se desató una batalla campal entre los personajes que adhirieron a las promesas de Deimos y aquellos que no. Todo se ve equilibrado, hasta que llegan Dick Grayson y Telos, atrapando a las huestes del hechicero de Skartaris sin mucho esfuerzo y confrontándolo. Sin embargo Deimos, gracias a la energía cronal que robó a los viajeros del tiempo, no está indefenso y le da un combo tan fuerte que un rayo de energía sale del planeta y pasa por Superman, Supergirl y el Martian Manhunter, haciéndolos ver distintas versiones de sí mismos. ¿Por qué el resto del evento no pudo ser así? Como sea, la pelea entre Telos y Deimos sigue su curso, llegando a su fin cuando un personaje muy especial interviene, aburrido de todo el asunto y en especial del tipo de villano que Deimos representa, uno que pese a tener un gran poder no lo usa para nada. ¿Quién es lo suficientemente poderoso como para vaporizar a alguien capaz de plantarle cara a Telos? Quien otro que Parallax. El problema es que con Deimos muerto, la energía cronal que había absorbido es liberada, amenazando con desestabilizar el continuo espacio-tiempo y de paso hace añicos a Oracle (la estatua flotante espacial de Lobdell, no Barbara Gordon).
La verdad el número fue entretenido y tuvo un buen ritmo, con un cliffhanger que de verdad es interesante y que abre las puertas para que Convergence pueda tener ramificaciones importantes, o lo que es lo mismo, una excusa para que DC pueda corregir las consecuencias más nefastas producto del reboot de hace 5 años. El que Parallax esté siendo determinante en el cierre del evento puede interpretarse como un simbolismo de lo que pretende hacer DC, ya que en los '90 Zero Hour, una de las historias importantes del personaje, no fue concebida para anular los cambios producto de Crisis on Infinite Earths, sino para ajustar detalles y consolidar ese reboot (el que haya fracasado en su objetivo es otra historia).
Volcándonos a los tie-ins, sigue la tendencia a que sean menos íntimos que la tirada del mes anterior, al verse obligadas las historias a enfocarse en las peleas. Adventures of Superman nos muestra cómo Superman y Supergirl logran salir de la Phantom Zone, solo para verse involucrados con los malos modales de los animales del mundo de Kamandi. Es un gusto leer una versión de los últimos hijos de Krypton que trabajan juntos y aprecian lo que el otro trae a la mesa. Esto es especialmente palpable con Supergirl, ya que pese a tener muy presente el destino que le espera, saca fuerzas y es un aporte.
Batman and the Outsiders no es un mal comic, pero no parece alcanzar el nivel de otros títulos basados en equipos. Si bien hay momentos dedicados a los distintos miembros, se siente algo desbalanceado. Quizás por eso mismo es que buena parte del cómic se enfoca en el rival de turno, OMAC.
Green Lantern Corps es bastante distinto a lo que se mostró el mes pasado, tomando un tono mucho más ligero. No se equivoquen, la estrella del cómic es Guy Gardner. Noquea a un dragón con un bate de béisbol mientras anda en moto, eso debería bastar para despertar interés.
Hawkman se encarga de mostrarnos a los halcones peleando con hombres murciélago y hombres rata provenientes del mundo de Kamandi. No es un título malo, pero poco hace para despertar el interés de quienes no extrañaran estas versiones de los personajes. Aún así, si su acercamiento al guerrero Thanagariano fue con la desabrida versión de Tony Daniel y el siempre infumable Rob Liefeld, denle una oportunidad a este cómic.
Justice League of America nos enseña que pese a lo vilipendiada que es la versión de Detroit, siguen siendo la JLA. El tener unos protagonistas underdog y un especial sentido del humor la hacen bastante cercana, al menos temáticamente, a la JLI. Háganse un favor y disfruten de lo que Ralph Dibny y compañía ponen en la mesa.
Superboy and the Legion of Super-Heroes nos plantea una de las peleas más desiguales en lo que va de evento, la Legion (con Superboy como refuerzo) contra los Atomic Knights. Para el que no lo sepa, los Atomic Knights son supervivientes de un mundo devastado y no tienen mayores habilidades especiales más allá de sus armaduras, sus armas y los perros gigantes que usan como montura. Como es esperable, hay peleas y los Knights logran dar resistencia, sin embargo lo más interesante del número es el conflicto moral que nace de todo el asunto, ya que la Legion es un grupo bastante alegre y un poco soberbio, mientras que los Atomic Knights vienen de un mundo devastado y miserable. No lo lean por la Legion, porque resultan muy pedantes, sino por los Knights. Lo van a disfrutar mucho más.
Swamp Thing es otro de los comics que se hacen divertidos de leer gracias al tipo de personaje que es “Swampy”. Vampiros contra un ser que puede transformar sus dedos en estacas y generar ajo como loco... el resultado debería ser obvio. Sin embargo, el conflicto del número no es entre los campeones de las ciudades, sino cómo nuestro verde amigo ayuda al Batman de Universo de Red Rain a limpiar su ciudad de una vez. El dibujo es grotesco y le da el tono perfecto al número.
The Flash fue mi favorito de esta semana. Dan Abnett se luce en las interacciones entre Barry Allen y el Superman del Universo Tangent. Se hace una crítica bastante clara sobre lo absurdo de la premisa de poner a pelear ciudades en un torneo a muerte organizado por alguien con poderes tan amplios como los de Telos, se plantean conceptos como el carácter especialmente anómalo de Barry Allen en el gran telar cósmico. La pelea es entretenida, pero la fortaleza del número está en los diálogos. Dan Abnett debió haberse hecho cargo de la serie principal, es probable que hubiera salido algo mejor.
The New Teen Titans no merece mayor abordamiento, es Marv Wolfman escribiendo a los que quizá son su obra más influyente. Hay drama, hay aventura, hay humor. Si leyeron el número del mes pasado, no hay excusa para dejar pasar este número.
Wonder Woman. No fue de mi gusto, quizás porque ya estoy algo quemado de la mentalidad de “a Wonder Woman le encanta romper cuellos”. Lo bueno es que acá a Wondie se le nota afectada cuando debe recurrir a la violencia excesiva, incluso cuando se enfrenta a vampiros, en vez de justificarse y vanagloriarse de ello. Solo por este detalle le pasa por encima a varias de las caracterizaciones más modernas de la amazona. Fuera de eso, es un número un poco más oscuro que el resto de tie-ins, pero aun así es mejor que lo que hacen los Finch.
Y es todo por esta semana. Estamos cerca del fin de esta aventura de dos meses, así que atentos a lo que se viene. ¡Nos vemos!