Mangapolis - "Kurosagi, Servicio de Entrega de Cadáveres" de Eiji Otsuka y Housui Yamazaki
Kurosagi, Servicio De Entrega de Cadáveres (Kurosagi Shitai Takuhaibin, su nombre en japonés) es un divertido manga de corte Seinen, calificado como de Horror, pero que en realidad mezcla con habilidad la comedia y el humor negro con el misterio y terror.
Kurosagi, Servicio De Entrega de Cadáveres está guionizado por Eiji Otsuka (MPD Psycho, Todenka: Urban Legend Unit) y dibujado por Housui Yamazaki (Mail, Developers), autores curtidos en las obras de tintes de terror y paranormales. En Japón ha sido publicado en las revistas Kadokawa Mystery, y Young Ace, contando actualmente con 20 tomos. Su serialización comenzó en el 2002 en Ace Tokunon, publicación trimestral de la editorial Kadokawa, donde rápidamente se reveló como una de las más frescas obras del terror reciente japonés.
El argumento de Kurosagi, bastante original, gira en torno a las aventuras (más bien, desventuras) de un grupo de estudiantes de una universidad de estudios budistas que, dado su dudoso futuro laboral y precaria economía, deciden reunirse y formar una agencia de “transporte” de cadáveres, aprovechando sus particulares habilidades o poderes esotéricos.
En realidad, sus “poderes” les permiten interactuar con los cadáveres, así que cada vez que se topan con alguno de ellos, suicidas, accidentados o víctimas de homicidio, consiguen contactarse con el alma del difunto para preguntarle dónde quiere que entreguen su cuerpo. Ellos tratan de cumplir la última voluntad del sujeto, con la esperanza de obtener dinero en el proceso, pero en el fondo son bonachones y, a la par de mantenerse con las finanzas casi siempre en números rojos, en el transcurso del encargo a menudo deben resolver crímenes, enfrentarse a personajes siniestros o pasearse por diferentes lugares de Japón y alrededores. Nuestros chicos no son un grupo de superhéroes, ni un émulo de los Ghostbusters, ni investigadores de lo paranormal como Mulder y Scully. En realidad, son unos curiosos cazarecompensas de cadáveres.
Los miembros del team Kurosagi son cinco jóvenes con diferentes habilidades, algunas paranormales y otras sólo humanas. El protagonista es Kuro Karatsu, un médium que tiene la habilidad de comunicarse con los muertos y animarlos al tocar su cadáver. El resto del equipo lo forman Ao Sasaki, una experta hacker, la cerebrito del grupo, capaz de conseguir cualquier tipo de información, aunque casi nunca participa de las misiones de campo; Numata, el rudo del grupo, su rabdomancia lo hace capaz de encontrar cadáveres gracias a un péndulo; Makino, es embalsamadora y maquilladora; y por último, Yata, capaz de canalizar el espíritu de un alienígena a través de un títere de mano que lleva a todas partes.
Todo comienza cuando Karatsu y sus compañeros descubren que sus raras habilidades pueden resultar muy utiles para detectar y comunicarse con los fallecidos. Y ello, en un país de empresarios como es Japon, equivale a un negocio altamente lucrativo. Lamentablemente para ellos, las cosas no resultan como quieren y terminan ofreciendo sus servicios a cualquier occiso que encuentren, ya sea ayudando a un difunto a cumplir su ultima voluntad que no pueo ver realizada en vida, a reunir una pareja de amantes a quienes la muerte ha separado u otros casos que involucran a necrófilos, asesinos en serie, momias, zombies y un largo etcétera.
Al principio, la estructura de la serie es episódica y autoconclusiva, en que cada uno de los casos se cierra como máximo en un par de capítulos, y sin mucha relación entre sí. Que los casos no sean largos le da una dinámica y rapidez a la lectura que permite apreciar de buena manera la mixtura de elementos que encontramos en la trama. Como dije más arriba, encontramos una hábil mezcla de misterio y terror, con los chicos investigando un caso o resolviendo crímenes, con escenas bastante gore e imágenes impactantes de cadáveres y muertes. Todo lo anterior aderezado con un humor negro que viene a enriquecer el relato de esta comedia macabra (me recuerda en algunos pasajes a la serie de tv Six Feet Under), pues muchas situaciones conseguirán sacarnos una buena sonrisa.
Con el correr de la serie, ésta estructura episódica y unitaria va variado, y se descubre una cierta mitología del pasado de los personajes, dando a la obra un trasfondo mayor al que imaginábamos en un principio. Bajo esa capa de aparente comedia que rodea al título, Otsuka se desenvuelve bien jugando con la moralidad humana, en historias que no dejan indiferentes a nadie. De todas maneras, este autor ya había dado muestras de su habilidad en este tipo de historias truculentas, ya que también tiene a su haber títulos de temática similar como MPD Psycho y Detective Ritual.
Con respecto al apartado gráfico, la serie tiene un dibujo muy bueno, bastante detallista, con adecuadas expresiones faciales y fondos. La narrativa es fluida y con ritmo, y en general el trazo se siente bastante liviano y desenfadado para las viñetas tranquilas, pero en las escenas de horror se logra un gran impacto mediante el uso de viñetas de mayor tamaño y líneas más gruesas, con imágenes realistas y explícitas de cadáveres y desnudos. Yamazaki es capaz de transmitir de forma clara la atmósfera opresiva, la angustia y el horror de los momentos clímax, y la tranquilidad y cotidianidad del discurrir de la trama. Sus pasajes gore recuerdan poderosamente a los delirios gráficos de otro maestro nipón, Suehiro Maruo. Así, quizá sea bueno admitir de antemano que Kurosagi no es un manga demasiado apto para corazones sensibles.
Mención aparte merecen las portadas de los tomos, con diseños de Bunpei Yorifuji, que tienen un estilo bastante particular, con la representación esquemática de los elementos de alguno de los casos contenidos en el libro. Quizás sea por cariño, pero me parece mejor la maquetación de las portadas de la edición Glenat/EDT que la original japonesa o la de Dark Horse en Estados Unidos.
Sobre las ediciones impresas de esta obra, tengo en mis manos la Española, de Glénat/EDT y la estadounidense, de Dark Horse. La de Glénat, lamentablemente cancelada en su número 11 debido a la debacle de la editorial, es la edición habitual de la línea de manga seinen Glénat: tamaño ligeramente aumentado, con buen papel y sobrecubiertas. Es excelente, aunque se extraña algún artículo de vez en cuando, pues sólo incluye la introducción del tomo 1.
La edición de Dark Horse es más sencilla: sin sobrecubiertas, papel bastante amarillento, similar al roneo, pero que incluye una sección de aclaraciones de los detalles de traducción y de explicación del trasfondo cultural de los elementos que encontramos en la serie. Actualmente, el último editado es el número 14, y desde entonces la serie se encuentra en un hiato. Además, la editorial ha lanzado una edición ómnibus, de las que han salido 4 números, conteniendo 3 tomos normales cada uno.
Redondeando, Otsuka y Yamazaki firman una serie muy entretenida y original, recomendable para lectores que busquen un argumento fuera de lo común, que gusten de misterios sobrenaturales, las tramas detectivescas y de su necesaria dosis de gore.
Ya sabes, si estás muerto y aún te quedan temas por resolver en el más acá, ¡sólo tienes que llamar a los chicos del Servicio de Entrega de Cadáveres Kurosagi!