Convergence, Semana 6: Un crossover… ¡¡PERO EXTREEEMO!!
Disculpen el título, pero no quería perder la oportunidad de hacer una broma a costa de los '90. Esta fue una semana de hombres por los aires, patadas voladoras y la mejor lucha al ras de la lona... Lo cual temáticamente está muy bien, los '90 no destacaban precisamente por su gran desarrollo de personajes, pero sí por su tendencia a mostrar muchas peleas, por lo cual el ambiente conflictivo le sienta bastante. Eso no quiere decir que solo sean cómics sin substancia, solo que el espíritu del evento se siente menos forzado en este contexto. Por otro lado, la serie principal parece hacer maromas para demostrar que es importante y no solo un relleno. Más de eso a continuación.
Convergence #6 parte haciendo su movida más radical hasta el momento: el planeta Telos entra al universo de Earth-0, posiblemente gracias a Deimos. Así es, el planeta decidió materializarse dentro del universo principal de DC. Algo así no pasa desapercibido y es motivo de observación por parte de la Justice League (gracias a la división a cargo de Martian Manhunter), Guy Gardner y sus Red Lantern Corps, los Guardians of the Universe e incluso pesos pesados cósmicos como Darkseid y el Superjudge Nix Uotan. Todo muy bonito hasta aquí, salvo que empieza un problema que se repite una y otra vez a lo largo del número: Scott Lobdell no sabe hacer referencias.
Se entiende que Jeff King no tenga un conocimiento enciclopédico del universo DC, por algo le pusieron a Lobdell al lado como consultor, así que me parece plausible que dichos errores sean su responsabilidad. Se nota su mano cuando una de las primeras cosas que vemos es que mete a la fuerza su estatua espacial Oracle, lo cual es un invento suyo y está en su derecho como parte del equipo creativo, pero si se iba a dar la molestia de meter a personajes que no son de primera línea, lo mínimo es que se hubiera dado el trabajo de investigar un poco. Por ejemplo tenemos que entre el grupo de Red Lanterns se encuentra a la esfera con extremidades más ruda del universo Zilius Zox (el cual actualmente está muerto), aparece el Green Lantern protagonista de la cancelada serie Threshold (también muerto), una versión de los Guardians of the Universe que claramente no es la actual (porque adivinen… ¡también están muertos! los Guardianes actuales tienen un diseño muy diferente) y para coronar, su caracterización de Nix Uotan, aunque breve, resulta increíblemente pedante y derechamente mala; es más, parece que le hubieran dicho que el personaje es el último de los Monitores y lo escribió como los adefesios que salían en Countdown. Scott Lobdell tenía un solo trabajo…y claramente lo hace mal. Si te ponen a cargo de ser el sujeto que hace las referencias, lo esperable es que las referencias estén bien. Si se dio el trabajo de meter a un personaje tan oscuro como Jediah Caul es porque lo investigó... pero lo investigó mal. Scott Lobdell no es Grant Morrison o Mark Waid y se nota bastante.
Aparte de eso, el cómic cumple con la promesa de la semana pasada de The Titans Pre-Flashpoint, ya que estos se enfrentan contra los Extremists en un desierto (aunque se suponía que iba a ser en un parque dentro de una de las ciudades). Afortunadamente para los Titans, más héroes empiezan a converger (¡lo entienden! ¡como el evento! ...lo siento, esta broma fome es culpa de Lobdell de alguna forma), juntándose los héroes de la Earth-2 Moderna con los Pre-Flashpoint. Lo más llamativo son los encuentros entre ambos Superman y los Flash, organizándose por fin para realizar un contrataque conjunto y reclutar más héroes. En un “homenaje” a Flash of Two Worlds, el Jay Garrick moderno se encuentra con Barry Allen (y de nuevo pasa que se hace mal una referencia... salvo que por alguna razón aparezca Psycho Pirate en el tie-in de Flash la próxima semana). Al final todo el mundo parece querer ir a darle una paliza a Deimos, pero este como buen villano no está solo, incluyendo a un Aquaman de Flashpoint que debería estar herido de muerte y al Superman de Kingdom Come como un infiltrado... pero es más probable que solo termine siendo otra mala referencia. Ah, y Dick Grayson logra alcanzar el soso corazoncito de Telos y lo une a la causa.
Es curioso cómo la serie principal soluciona sus problemas solo para que le aparezcan otros nuevos. Debo reconocer que me gusta el que se le de valor a la presencia de múltiples Flash en una historia multiversal, pero en comparación a su participación en el cierre de The Multiversity, aquí se siente muy pequeño y mezquino, tal como la mayoría de esta serie.
Sobre los tie-ins hay un par de cosas que mencionar. Aquaman tiene una de las resoluciones más EXTREMAS dentro de la batalla contra un personaje de Wildstorm, pero tiene bastante sentido y el número se hace leíble.
Batman: Shadow of the Bat cambia de tono en relación a su número anterior, lo cual es notorio en la relación de Batman y Azrael, ya que actúan como equipo en vez de cuestionarse mutuamente. Le faltó explotar alguna de las gracias que tiene una armadura tan exagerada como la de Azrael, lo cual hubiera sido esperable teniendo en cuenta lo absurdamente noventeros que son sus enemigos de Wetworks provenientes del universo Wildstorm, pero está ok.
Catwoman fue bastante interesante, ya que su rival es el Batman de Kingdom Come. Si bien hay una pelea entre ambos, lo relevante del número se encuentra en cómo ambos personajes reaccionan ante una versión alterna de alguien a quien conocen muy bien, incluso uniendo fuerzas ante la aparición de Intergang.
Green Arrow a ratos es un comic meloso, pero la dinámica de familia interdimensional resulta muy divertida. Ver a unos Oliver y Dinah de edades y tiempos muy diferentes, pero con una familiaridad y fiato palpable se hace muy divertido de leer. Una de las reglas generales de las aventuras multiversales es destacar las diferencias entre versiones, pero en este caso lo verdaderamente interesante son las cosas que siguen igual. Cuesta creer que la misma Christie Marx de la cancelada Birds of Prey haya escrito este número.
Green Lantern / Parallax. A su favor hay que decir que este número le da mayor presencia a Kyle Rayner en comparación a la semana pasada. Kyle es el héroe que quiere hacer bien las cosas, tanto por su gente como por la gente de Electropolis que ataca su ciudad. El detalle está en que el protagonista es un muy inestable Parallax. La resolución del conflicto es algo obvia cuando se tiene en consideración el tipo de personaje que es Parallax. Kyle termina victorioso, pero bajoneado.
Justice League International es mi tie-in preferido de la semana. Blue Beetle es el protagonista que nos guía entre la batalla de la JLI contra un contingente de la JLA de Kingdom Come. Es obvio que es una batalla desigual, pero la personalidad positiva (y algo ingenua) de Ted Kord es suficiente para suplir eso. Quizás es por eso mismo que la sorpresa que aparece al final del número es conmovedora, el bueno de Ted se lo merece. Ojalá las ventas acompañen a este tie-in y los individuales de Beetle y Booster Gold, ya que con la política nueva de DC donde las historias importan más que la continuidad se acabaron las excusas para que no haya un comic de Blue & Gold (JL 3000 no cuenta).
Suicide Squad tuvo un bajón en relación a la semana pasada, ya que por un tema de guion era necesario que en vez de pelear entre sí, lo hicieran contra los héroes de Kingdom Come. Esto es una lástima, ya que precisamente lo más divertido de este comic son las interacciones entre villanos (Captain Boomerang burlándose de los nombres de Deadshot y Deathstroke me hizo reir). La Amanda Waller de este cómic es mucho más interesante que la incompetente versión de The New 52. Este comic es un buen ejercicio sobre por qué la premisa de Suicide Squad es divertida de leer, lástima que DC no se dé cuenta y solo se haya dedicado a sacar versiones malas durante 5 años.
Superboy. El número no es malo, pero se siente muy desbalanceado. Era esperable que hubieran golpes y discusiones sobre qué es lo moralmente correcto, pero durante la primera parte de éste número Superboy se dedica más a tratar de vencer al Superman de Kingdom Come y este último a dar señales confusas. La premisa de enfrentar a esta versión de Superman contra una contraparte juvenil e impulsiva es muy buena (considerando cómo es el mundo de Kingdom Come), pero es algo desaprovechada. Hacia el final del cómic Superboy demuestra por qué no es igual que los héroes jóvenes de ese mundo en un acto de MUCHA valentía, aunque algo innecesaria. Si hay una versión de los personajes de esta semana que merece reemplazar a su contraparte de The New 52, este es un buen candidato.
Superman: Man of Steel. Es la continuación de las aventuras de Steel y sus sobrinos contra los chicos de Gen-13. Es un número no muy llamativo, salvo por el cambio radical que sufre Steel. No es malo, pero no fue de mi gusto.
Supergirl: Matrix tomó la premisa de la semana pasada, se la guardó en un bolsillo y procedió a darle cuerda a un invitado muy especial: Ambush Bug. Hacer una apreciación seria sobre este número es un esfuerzo inútil, es Keith Giffen mofándose a diestra y siniestra. Es una experiencia muy divertida, no la dejen pasar.
Con esto nos despedimos por esta semana. Y recuerden, Scott Lobdell es el diablo. ¡Nos vemos!