"Young Avengers" (2013): todo es exactamente tan gay como parece
El público de los comics de superhéroes y el de teleseries adolescentes no suele sobrepasarse mucho en un diagrama de Venn, los estereotipos de ambos son tan diferentes como pueda ser un estereotipo y por lo general a uno de esos se le recomienda alejarse del otro.
La realidad por supuesto es que todos deberían ver de todo y no encerrarse en ciertas regiones del mundo del entretenimiento, lo que es yo (Nico) disfruté My Life as Liz más que cualquier historia de Batman que he leído y no estoy avergonzado de ese hecho… En fin, esos dos públicos se juntaron por un breve periodo de tiempo hacia mediados de la década pasada cuando nació un nuevo grupo de héroes para llenar un vacío en la plantilla de Marvel, los Young Avengers.
La respuesta Marvelita a los Teen Titans llegó un par de décadas más tarde, pero llegó para dejar una gran impresión.
Mi primer acercamiento real con los comics (Vero) - luego de robar los de mi hermano, leyendo números sueltos y no entendiendo nada - fue con Young Justice, superhéroes de corta edad para alguien de corta edad, diálogos simples, entretenidos y sin gran complejidad en la historia… No tardé mucho tiempo en llegar a conocer lo que había sido Teen Titans (hablemos de todos sus formatos, Titans, New Teen Titans, etc.) y solo con un par de números ya no había vuelta atrás. El género de los superhéroes adolescentes marcó mi vida.
Tal como dice el Nico, el público de comics y de series adolescentes no suele ser el mismo… pero ¡hey! Hay gente que nació para romper esquemas, y cuando me enteré que Marvel por fin había gestado sus propios "Teen Titans" bajo la pluma de Allan Heinberg (ex-guionista de The OC, Gilmore Girls, Party of Five, Sex and the City y más) sabía que se venía algo grande.
La historia del equipo es como un partido de básquet, jugadas cortas y explosivas que deslumbran por un par de números y después esperan de nuevo su oportunidad, y hasta el día de hoy los hemos visto solo en un par de maxiseries, un puñado de tie-ins en eventos y una miniserie estilo spotlight con un número dedicado a cada miembro.
El primer volumen de Young Avengers, escrito por Heinberg y dibujado por Jim Cheung (New Avengers: Illuminati), comienza luego de los eventos de Avengers Dissasembled, donde Iron Lad (un adolescente Kang the Conqueror, ¡qué gran concepto!), horrorizado por descubrir en quién se convertirá, busca la ayuda de los Avengers, pero al estar desmantelado solo encuentra el plan de emergencia de Vision, el cual consiste en reunir un grupo de superhéroes aún adolescentes, pero con lazos hacia los Avengers.
Es así como Patriot (nieto de Isaiah Bradley, el Captain America afroamericano), Stature (hija de Scott Lang/Ant-Man), Wiccan (alma de uno de los gemelos hijos de Scarlet Witch y la Vision… aquí se nota The OC), Hulkling (un mestizo Kree-Skrull con una historia digna de Fatmagul) y la nueva Hawkeye (ella no tenía relación con nadie, pero la encontraron en su primera misión, servía y Clint estaba muerto :v) se unen a Iron "¡Mi Futuro es Horrible, Noooooo!" Lad para suplir el vacío dejado por los Avengers.
Obviamente no todo en la vida de un superhéroe adolescente es sencillo, por lo cual Jessica Jones, Kat Farrell, Iron Man y el Captain America deben andar correteando por ahí a nuestros jóvenes héroes con consejos como “hey! Bucky era mi sidekick y murió!” o “te vamos a acusar con tu abuelo!! (literalmente)”, etc.
Más tarde, durante la historia también conoceremos a personajes como un nuevo Vision (más lolein y con potencial para shipping) que además de un nuevo look tendrá los "patrones mentales" a.k.a. recuerdos de Iron Lad (para seguir con el shipping con Stature) y Speed (porque el drama de las guaguas robadas no podía terminar solo con Wiccan y necesitábamos encontrar al otro gemelo que es igualito a su tío Quicksilver, pero obviamente es malo, para dar drama al asunto :v).
Heinberg toma los temas principales de las historias clásicas de los Avengers, viajes temporales, cambios de bando, alianzas inesperadas, y lo actualiza. Le suma la duda adolescente, la búsqueda de pertenencia y la lucha con la autoridad para crear de verdad a los Avengers y hacerlos jóvenes sin hacerle el quite a nada, ya sea adicción, identidad de género, adopción y sus consecuencias, la validez de la inteligencia artificial; todo es terreno de juego en los 12 números que corresponden a la primera aventura de nuestros jóvenes héroes.
La siguiente vez que nos encontraríamos con el grupo al frente de algo y no como un acompañamiento sería en la serie de números unitarios Young Avengers Presents, 6 números donde seguimos a cada uno de los miembros: Vision, Patriot, Stature, Hawkeye, Hulkling y Wiccan con Speed.
Entramos más en el mundo de cada uno ellos al ver un día en su vida y como lidian con los problemas por sí mismos.
En 2010 pasarían al centro de la película editorial general al ser los catalizadores y protagonistas del evento que buscaba recuperar a Wanda Maximoff luego de los devastadores eventos ocurridos en House of M, donde sufría un colapso nervioso y creaba un mundo a imagen de su padre, para culminar con la infame frase de "No more mutants", diezmando la población mutante al quedar la gran mayoría sin sus poderes.
Los Young Avengers intentan encontrar a la Bruja Escarlata, y en sus preparaciones se encuentran con Magneto, dispuesto a ayudarlos y a descubrir si es que Wiccan y Speed son realmente reencarnaciones de sus nietos fuera de continuidad (más drama :v).
Tras la pelea obligatoria de los Avengers queriendo evitar esto, y de pasada un viaje a Latveria, Avengers: The Children’s Crusade termina con la muerte de uno de los miembros de la filial adolescente.
Después de más o menos un año sin saber sobre los adolescentes favoritos de Earth-616, como parte de la iniciativa Marvel NOW! nos encontramos con un renovado equipo. Kid Loki, Miss America, Marvel Boy, y Prodigy se unen a Wiccan, Hulkling y Kate Bishop a través de este segundo volumen, escrito por la dupla maravilla británica de Kieron Gillen y Jamie McKelvie.
La particularidad de esta maxiserie recae en el ritmo que toma, alejándose de la acción del primer volumen y subiendo todo lo que no involucre peleas a la potencia de 11. El desarrollo de personajes es principalmente a través de conversaciones llenas de chistes innecesarios pero agradecidos; las parejas son más que antes, y menos de ellas son heterosexuales; los misterios están enterrados en más capas y todos pueden entrar o salir del equipo o traicionar a alguien y nada se sabe hasta el último segundo.
La serie termina no con una batalla, sino con una fiesta. Viajes temporales, interdimensionales y romances que amenazan todas las realidades conocidas; todo termina como un gran carrete bailable. Como la mayoría de las aventuras deberían terminar.