Entrevista a Leandro Fernández, artista argentino: «Mi intención es que mi trabajo vaya creciendo, variando, mutando»
Tuvimos la oportunidad de entrevistar al gran dibujante argentino Leandro Fernández. Este dibujante que sabe usar sabiamente el blanco y negro, ha brindado su talento a Marvel, DC Comics y Oni Press, junto a grandes guionistas como Greg Rucka en la serie de espionaje Queen & County, o junto a Brian Wood en la serie para Vertigo Northlanders, que contaba historias ambientadas en la época de los vikingos. Dibujó la cual para muchos es la mejor etapa de Punisher al lado de Garth Ennis en el sello MAX de Marvel. Y ahora en colaboración con Peter Milligan podemos ver su último trabajo para Vertigo llamado The Names, un thriller ubicado en altas esferas de la economía mundial.
Ignacio Núñez: ¿Como fue que surgió tu amor por el cómic?
Leandro Fernández: He crecido en una casa donde había muchas historietas, por suerte, ya que mi padre las leía. Era otra época y era muy común ver historietas en todos lados… Recuerdo, por ejemplo, que en las peluquerías o en las salas de espera de los médicos había siempre historietas (y muy buenas) para ver.
Al tenerlas a mano en casa, fueron siempre algo natural para mí. Era una forma habitual de leer una historia o de conocer libros clásicos, ya que dispuse de más de una colección de adaptaciones al cómic de clásicos de la literatura. La historieta era, para mí, la forma más natural de distracción, entretenimiento y aprendizaje, y a la vez me permitía abrir la cabeza y viajar a lugares de ensueño.
IN: ¿Estás siguiendo algún cómic?
LF: No sigo particularmente a ningún cómic mes a mes, comprando el último número que salió, pero puedo decir que estoy leyendo American Vampire, de Scott Snyder, Rafa Albuquerque y otros artistas, que me gusta mucho. Y todo el tiempo leo (o releo) cómics más viejos, o no tanto, o clásicos. Ultimamente estoy releyendo El Incal, de Jodorowsky – Moebius, y Ronin, de Frank Miller.
IN: ¿Te resulta interesante este momento del cómic, en que el cómic de autor ha ganado más relevancia?
LF: Sí, definitivamente. En lo personal, me gusta ver el desarrollo de ideas nuevas en lugar de darle vueltas a personajes clásicos que ya han tenido mucha historia e historias a lo largo de su vida… a veces cuando eso pasa se corre el riesgo de que la lectura se torne previsible o aburrida, y es aquí donde los autores, precisamente, pueden destacarse y hacer destacar un trabajo.
Pero me interesa mucho ver nuevas ideas, nuevos planteos, nuevas historias. Nuevos personajes. Que el cómic evolucione y nos ofrezca cosas nuevas. Y por suerte eso está pasando, y mucho. Hay nuevos espacios, y muchos autores interesantes. Y para todos los gustos.
IN: ¿Cómo está el entusiasmo por el cómic en Argentina? Ya que parece que hay un gran interés por los tremendos eventos que existen como son el Crack Bang Boom y Comicópolis.
LF: Veo mucho interés por esos eventos, y tienen una convocatoria muy grande. Pero la verdad es que no puedo darte una respuesta demasiado fundamentada de cómo está el entusiasmo en Argentina por el cómic desde mi óptica, porque no tengo una visión demasiado amplia de los lectores, sus gustos y hábitos en general. Me refiero a qué compran, qué leen.
Honestamente bien no lo sé, ya que mi trabajo pasa por mi tablero y mi relación más directa con el primer canal de salida de mis publicaciones habituales, que es en USA. Quizás cualquier vendedor de cómics, o editor, te pueda responder a esta pregunta más acertadamente.
Sí veo que hay varias editoriales que están editando cosas interesantes, y es en estos eventos donde esto se puede ver tangiblemente. Hay buenos libros producidos acá, o en países limítrofes, que vale la pena ver.
Pero, volviendo a tu pregunta, más concretamente, no termino de tener una noción realista de lo que es el “entusiasmo por el cómic”. No sé, por ejemplo, cómo se traduce eso en ventas de comics, en relación a asistentes a convenciones. No sé si hay una relación directa. Veo que los superhéroes han ganado un importante lugar en la cultura popular, gracias al cine y a la televisión, sobre todo. Y supongo que eso repercute en la lectura de cómics, también. Y la cultura del cómic también ya es algo que está más instalado en el lenguaje y el conocimiento de la sociedad en general. Pero respecto a los hábitos de lectura, no te puedo decir concretamente porque no lo sé.
IN: ¿Cómo te has tomado la evolución del cómic hacia el formato digital?
LF: Creo que es un camino que se va a dar, naturalmente, y todos tendremos que habituarnos a ello. En un tiempo ya no va a haber más libros en papel… es un formato que cambiará, nos guste o no. A mí, particularmente, me cuesta un poco leer un cómic en una pantalla, y no lo disfruto como tenerlo en mis manos y hacerlo desde una impresión en papel. Lo he hecho toda la vida, he crecido haciéndolo, es un hábito muy fuerte que tengo incorporado. Pero la evolución de las cosas nos indica que eso pasará tarde o temprano. Y no tendremos más remedio que adaptarnos.
En lo personal todavía no leo cómics digitalmente. Pero tampoco me he tomado el trabajo de conseguirlos para un medio que me resulte cómodo… no los tengo en mi tablet, o en mi computadora. Cuando me gusta alguno, o me interesa, lo compro. Esto me da la seguridad también de que estará en mi biblioteca cuando tenga ganas de verlo nuevamente (cosa que hago frecuentemente), y no dependerá de qué versión de software necesite para verlo o en qué formato esté el archivo, o en qué CPU, disco rígido, espacio en la web, DVD o CD lo tenga almacenado. Está ahí, en mi biblioteca, llamándome desde sus estantes cada vez que paso frente a ella.
IN: ¿Te complica a veces ver tu trabajo coloreado? Ya que trabajas con un fuerte uso de luces y sombras y puede que algún colorista no sepa manejarse bien con tu estilo.
LF: Sí, definitivamente. Mucho.
Todavía no me acostumbro a ver el trabajo de otro sobre mi trabajo, después de tantos años de profesión. Y me sucede porque me involucro muy profundamente con lo que hago. De hecho, suelo preparar notas para enviarle a los coloristas con un detalle preciso de qué es lo que quiero, o de qué es lo conveniente para cada imagen. En realidad, más que dar indicaciones para el color, lo hago, y eso responde un poco a tu pregunta, en relación a la iluminación. Cuando pienso un cuadro en una historia, el planteo de la luz y sombra en mi caso es bien concreto, definido, y no dejo nada al azar. Y es por eso que los coloristas deben saber interpretar qué es lo que va en cada lugar, de dónde viene la luz, cuál es la intención. Y para eso preparo esas notas.
En lo que se refiere a la elección de colores les doy total libertad. Eso es tarea de ellos. Pero la iluminación debe acompañar al dibujo, no puede pasar por la voluntad deliberada del colorista. Al menos de la forma en que planteo mi trabajo.
Aparte de las notas suelo preparar archivos visuales con ejemplos de lo que he pensado para cada cuadro. Y considero esto como algo natural… del mismo modo en que los dibujantes leemos y seguimos un guion, los coloristas deben seguir las indicaciones del artista, que es quien plantea el dibujo.
IN: ¿Estás en alguna búsqueda dentro de tu trabajo o ya estás completamente asentado con tu estilo? En el caso de estar en una búsqueda, ¿cuales serían aquellos aspectos que te inquietan de tu arte?
LF: Esta es una buena pregunta, y la respuesta es que sí, estoy en una búsqueda. Y quisiera estar en este estado siempre. Es lo que me motiva y me entusiasma de mi trabajo. Mi intención es que mi trabajo vaya creciendo, variando, mutando… no pretendo establecerme en un estilo determinado, aunque eso tenga a mi favor que sea más fácilmente reconocible. Lo que quiero es divertirme trabajando. Experimentando. Buscando cosas nuevas, aunque a veces me equivoque. Pero creo que si esto se convierte en algo rutinario las cosas se verán más aburridas en el trabajo final, también. Es por eso que me entusiasma mucho cuando me embarco en proyectos nuevos, y en ir cambiando la manera de hacer las cosas, aunque esos cambios sean sutiles. Sobre todo porque todo el tiempo sigo descubriendo cosas, y eso me inspira mucho.
En el caso de mi arte puntualmente estoy muy concentrado, estos últimos tiempos, en la narrativa, sobre todo, y en la luz. Le estoy dedicando muchísimo más tiempo al diseño de las páginas, al planteo de cómo contar la historia, que al dibujo en sí. Y mucha más concentración también. Del mismo modo en que trato de darle a la luz un uso funcional dentro de la misma, o sea: hago que la luz contribuya a la narración del cuento, es algo que ayuda en esto, es parte de esto, no es un mero elemento estético. Al fin de cuentas, todo lo que vemos es luz. Y mi trabajo es traducirlo en blanco y negro. Aunque un colorista luego le de color.
Aprovecho esto que cuento para comentar que el año pasado la Editorial Dícese, de Ariel Olivetti, ha publicado un libro que he escrito en formato de tutorial para artistas, perteneciente a la colección “Master Drawing Course”, dedicado al empleo y estudio de luces y sombras, tanto para dibujantes de cómics como para artistas en general. En este libro hablo bastante de este tema, enfocándolo desde mi experiencia a lo largo de tanto tiempo trabajando concentrado en este aspecto, contando mi manera personal de ver del tema y las cosas que me parecen interesantes y que puedan ser de utilidad.
Debut estelar en #Comicopolis de "Luces y sombras" de Leandro Fernández pic.twitter.com/gTUdLyI4Vj
— Editorial Dícese (@EditorialDicese) September 18, 2014
IN: ¿En qué tipo de historias te gustaría trabajar en el futuro?
LF: Como te decía respecto a la búsqueda de un estilo, me ocurre lo mismo con la temática de las historias. Me interesa ir cambiando de dirección, investigar en cosas nuevas. No quiero aburrirme, o sentir que estoy trabajando en piloto automático. Hace un par de años atrás hice un libro con Rodolfo Santullo, llamado “Far South”, donde contamos una especie de western ambientado en la pampa húmeda sudamericana, y en tono de policial negro. Esto me dio mucho gusto, y lo hicimos, principalmente, por el gusto de hacer algo nuevo y distinto a lo que veníamos haciendo. ¡Y finalmente me ha parecido muy productivo!
Me gustaría hacer humor en algún momento, por ejemplo.
IN: ¿Cómo ha sido trabajar con guionistas tan respetados como Garth Ennis o Peter Milligan? ¿Nos podrías contar cuáles son las particularidades que has sentido al trabajar con los guiones de cada uno?
LF: Principalmente es muy bueno trabajar con ellos porque son, ante todo, muy profesionales. Me envían un guion terminado a tiempo y con todo lo necesario. Tienen las ideas bien claras, donde tiene que haber indicaciones precisas las hay, y donde puedo tener libertad de acción, la tengo. Y si, según mi criterio, cambio algo de acuerdo a lo que el guion plantea, y lo hago con un criterio acertado, puedo hacerlo sabiendo tranquilamente que será bienvenido. Y aparte, por supuesto, el placer de dibujar excelentes historias.
Respecto a las particularidades de trabajar con cada uno, no puedo destacar nada demasiado diferente de uno u otro, en este caso, al margen de la temática o la forma de contar una historia que tiene cada uno, por supuesto. Los dos son extremadamente profesionales y abiertos a mis intervenciones. Y cuando eso pasa con un guionista me acostumbro rápidamente y me siento en un entorno natural, donde las cosas fluyen como debe ser y el trabajo se hace como corresponde. O al menos como yo lo espero. Así que me siento muy cómodo, lo disfruto, y es mi convicción que cuando eso pasa los lectores lo notan. Es lo que me entusiasma de trabajar en una atmósfera como esa.
Con Garth Ennis, por ejemplo, recuerdo solamente haber tenido que hacer una o dos correcciones de mis lápices en tanto tiempo trabajando juntos. Y eran correcciones concretas, que tenían que ver con el relato, eran realmente necesarias.
Y con Peter Milligan tengo mucho más diálogo mientras la historia se va gestando. Nos hablamos más, nos consultamos, opinamos sobre lo que hace el otro, o simplemente sobre el curso de la historia. Pero siempre con mucho respeto y con ánimo de trabajo en equipo.
IN: ¿Qué ha significado para ti trabajar en The Names? Un cómic que contiene una fuerte crítica al sistema financiero actual, en que personas con gran poder pueden cometer grandes delitos financieros, afectando la vida de miles de personas y lavarse las manos como si no hubiera pasado nada. ¿Te resulta en una especie de catarsis trabajar con un tema que habla de una problemática contemporánea?
LF: Sí, por supuesto. Me ha resultado muy interesante por este sentido, sobre todo, donde se plantean hipótesis muy interesantes de lo que puede haber detrás de los caprichos de la economía mundial a gran escala, y al mismo tiempo se cuenta una historia muy atractiva para lo que me toca contar. Y con una gran libertad estilística… lo he pasado muy bien haciéndolo. Realmente me he divertido dibujándolo, y me he involucrado mucho en el proceso. Y la hipótesis que plantea de lo que pueda haber detrás de esos cataclismos financieros es inquietante, sobre todo en estos tiempos en que la Inteligencia Artificial parece ser algo inminente y la tecnología maneja tantos aspectos de nuestras vidas cotidianamente, a pequeña o gran escala.
IN: ¿Puedes contarnos algo acerca de tus próximos proyectos?
LF: Lamentablemente, no mucho. Por razones contractuales, sobre todo. Pero lo único que puedo decir de lo que estoy trabajando ahora es que es MUY interesante, estoy muy entusiasmado, y, si todo sale sale bien, tendría que quedar algo muy bueno, espero.
IN: Muchas gracias por esta entrevista Leandro. ¿Tienes unas últimas palabras?
LF: Nada más, por ahora.
¡Gracias a ustedes! ¡Saludos!