Daredevil de Mark Waid y Chris Samnee
Invitado: Felipe Jara (Gran Pudú)
Para poder hablar sobre la etapa de Mark Waid es necesario remontarse al año 1979, cuando Frank Miller se hizo cargo de los dibujos de la serie de Daredevil (que en ese tiempo era bi-mensual, un signo de que se acercaba a su cancelación). Comenzando por su concepción a manos de Stan Lee y Bill Everett, cuando conocemos a nuestro protagonista Matt Murdock, ese abogado que en su infancia había sufrido un accidente que lo dejó ciego, para posteriormente usar el traje amarillo para vengar a su padre, y no como las nenas como lo hizo Batman, si no que a lo mero macho, infundiendo temor a quienes llevaron al "Batallador" Murdock a morir, por el simple hecho de querer ser un ejemplo para su hijo.
A pesar de lo que se convertiría su futuro a manos de Miller, hasta ese entonces los comics de esta serie se mantenían coloridos y "felices", donde los enemigos no eran los típicos maleantes de bajo mundo, sino que villanos como Stilt-Man (El Zancudo), que su poder era tener piernas mecánicas über largas (sí, gente, eso era algo importante en aquellos tiempos), o el Matador, que con su nombre creo no necesite mayor explicación. Comics coloridos y up-beat, que recuerdan más lo que solía la era dorada de los comics, sufren un cambio radical en las manos de Miller.
Miller nos lleva a conocer un lado más oscuro del personaje, llevándolo de golpe a un nivel callejero, donde los villanos son maleantes, empresarios corruptos y quienes serían los personajes más icónicos del mito del personaje: Elektra, Bullseye y Kingpin. Es cosa de ver cómo usó Miller a estos personajes: Elektra, una mujer que fue el amor de Murdock, asesinada a manos de Bullseye, quien estaba bajo las órdenes del Kingpin. Así es, damas y caballeros, el run de Miller fue bien oscuro, cosa que le dio una gran popularidad a la serie, pero se volvería canon para la misma... hasta que la responsabilidad de escribir las historias del cieguito ese recae en las manos de Mark Waid.
Mark Waid, conocido por excelentes trabajos en DC Comics como JLA, The Flash, Impulse y Superman, y por obras independientes como Irredeemable e Incorruptible (estas dos son la raja, léanlas), además de un larguísimo etc., comenzó a escribir Daredevil el 2011 y le dio un giro de 180º a una serie que estaba caracterizada por un Murdock que no sonreía, donde todo era gris, e incluso los coloristas usaban una paleta apagada para otorgar un ambiente más callejero y pesimista. Waid llega e impregna la serie de color, representando a Murdock como alguien con un pasado que no puede olvidar, pero al mismo tiempo sabe que la vida sigue y que no gana nada echándose a morir por el pasado.
La principal característica de Matt Murdock es el querer ayudar a los demás sin dejar de ser feliz. Pero no me malentiendan, muchas cosas malas le pasan a Matt durante este tiempo: no puede ejercer la abogacía, ex-esposas locas se le aparecen de la nada, los restos de su padre se descubren fuera de su tumba y, quizás el golpe más fuerte que recibió durante este periodo, Foggy Nelson es diagnosticado de cáncer. A pesar que esta serie que es tan colorida, no deja de lado temas delicados, donde incluso Waid se preparó para escribir sobre esto yendo a clínicas de cáncer, conociendo casos reales, y en el comic mismo, le brinda tributo a estas personas que tienen que batallar a diario con esta enfermedad. Destacable es una pequeña trama en que Foggy va al área de cáncer pediátrico, donde los niños construyen una historia sobre cómo los superhéroes destruyen al monstruo del cáncer.
Por supuesto, Waid no ha estado solo en esta aventura. Si hablábamos de un cambio luminoso en la vida de Matt Murdock, esta claridad se ve reflejada en el dibujo, mucho más jovial que lo visto antes. Paolo Rivera comienza dejando una vara altísima en calidad y detalle, jugando mucho con la visión de radar de Daredevil; junto a Marcos Martín, marcarían el tono y estilo que seguirían los demás artistas por el resto de esta etapa. Pero si Rivera y Martín marcaron los primeros números, sería Chris Samnee quien haría suyo el apartado gráfico nuestro intrépido héroe. A partir de la doceava entrega se convertiría en el artista regular (con relevos menores por 1 ó 2 números), solidificando el look más jovial, dinámico y hasta más caricaturesco de la cabecera. Daredevil necesitaba un lavado de cara, y aquí lo consigue.
Resumiendo un poco esto, el run de Mark Waid es el más colorido de todas las etapas del Hombre Sin Miedo, donde se muestra a un Matt Murdock optimista, que no le teme a los desafíos, aunque esté atrapado en una caja anti-Daredevil en Latveria, aunque esté enfrentándose a verdaderos hombres-monstruo, aunque saquen los restos de su padre de la tumba, aunque se enfrente a un enemigo superior en todos los sentidos que lo deja escapar para que no muera en ese momento (hazte esa Batman... ah verdad, nadie te gana….weón fome :c). Y aunque su mejor amigo sea diagnosticado con cáncer mientras tiene que combatir una serie de problemas personales y organizacionales, Murdock se muestra optimista y dispuesto a luchar, lo que nos da esperanza y más ganas de leer, para verlo vencer los problemas al final del día.
Saludines de @Gran_Pudu