Daredevil de Brian Bendis y Alex Maleev: reconstruyendo el mito
Invitado: Radian Kohler
La etapa de Frank Miller en Daredevil es considerada por muchos como la mejor en torno a este oscuro personaje. Yo no me considero dentro de esas personas, ya que por mucho que haya sentado las bases para todo lo que sería escrito posteriormente sobre el diablo rojo, el techo alcanzado por Miller fue redefinido por Brian Michael Bendis y Alex Maleev.
Hay artistas que nacieron para trabajar juntos, su química al realizar un comic es tan sutil, tan natural, que no se puede imaginar el guion sin el dibujo y viceversa, pero cuando la química que tienen los artistas logra desarrollar a un personaje de manera coherente y sutil, solo así creo que se puede lograr una obra maestra. Eso es el Daredevil de Brian Michael Bendis y Alex Maleev.
El sello Marvel Knights fue una de las tantas medidas que realizó la Casa de las Ideas para reinventar alguno de sus personajes (en ese tiempo) más olvidados, como Punisher, los Inhumans y el ya mencionado Daredevil. Así, varios autores de renombre como Kevin Smith, David Mack y el ya mencionado Bendis, empezaron a escribir en torno a este personaje, logrando historias muy bien contadas, pero aún así la serie no se sentía regular y solo contaba con arcos autoconclusivos de los diferentes equipos creativos, sin seguir una conexión.
Joe Quesada quería ver solidez en la serie del abogado, por lo que necesitaba un equipo creativo regular que construyera una historia larga y definida, con un enfoque realista y oscuro que creara un ambiente noir, por lo cual, luego de ver el trabajo realizado en Sam & Twich de la editorial Image, su opción era obvia: requería el talento de Brian y Alex.
El número 26 de Daredevil en el sello Marvel Knights es el inicio de esta gran etapa, donde comienza a formarse un mundo oscuro, sucio, lleno de venganza y traición, una serie alejada del colorido de los superhéroes para mostrarnos lo peligrosas y siniestras que pueden ser las calles de New York, la lucha contra el hampa y todo el bajo mundo, sin perder el sello clásico de sus colegas más representativos como Foggy Nelson y el ya mítico reportero Ben Urich.
Bendis llega con un guion sencillamente impecable, oscuro y maduro, alejado de lo que es Marvel y Daredevil hoy en día, lleno de referencias al cine negro con un manejo muy interesante de los sucesos, donde la venganza será la trama recurrente, y no faltarán los invitados especiales como Luke Cage, Spider-Man o incluso Elektra, demostrando un conocimiento cabal de la mitología del vigilante de la Cocina del Infierno, alcanzando una solidez en los guiones y empatía con el personaje que (a mi gusto) ni Frank Miller pudo alcanzar.
Pero la verdad es que solo la mitad de las flores le corresponden a BMB, el responsable del contexto de la escenografía y de la actitud de los personajes es Alex Maleev, un genio del comic por donde se le mire, que logra darle una expresión realista sacada de una serie de televisión a cada uno de sus dibujos. Él logra plasmar sin fallar la rudeza de las calles de New York y la sensibilidad del abogado Matt Murdock. Además, dentro de este run se encuentra una joyita que es el número mudo correspondiente a Daredevil #28, en el que Maleev da una cátedra sobre la narrativa gráfica, demostrando que no hay necesidad de un guion con diálogos para armar una buena historia en 24 páginas.
La verdad no quiero dar spoilers, ya que la sorpresa es una constante en estos números, todo cambia a la vuelta de una página y les aseguro que están en frente de un clásico moderno de Marvel, que logra llenar toda expectativa de la mano de una de las amalgamas creativas más potentes de lo que va de milenio. Disfruten la redefinición de un mito y una de las etapas más aclamadas en la historia editorial Marvel.