"Marvel's Daredevil" (2015): primeras impresiones de la serie de Netflix
Cuando se anunció el acuerdo entre Marvel y Netflix para desarrollar cuatro series ligadas al Marvel Cinematic Universe hubo un consenso en el enorme potencial que presentaba esta oportunidad. Libre de las restricciones de censura que se imponen en las cadenas abiertas, los guionistas podrían desarrollar conceptos mucho más oscuros y explícitos sin miramientos, pudiendo ofrecer la crudeza que la historia requiriera. Y esto era algo casi necesario debido al perfil de los personajes que serían adaptados, mucho más violentos que los luminosos héroes de la gran pantalla.
Tras haber visto los primeros tres capítulos podemos extraer unas primeras impresiones de la serie.
Pocas series tienen un inicio tan sólido y entretenido como el de Marvel's Daredevil. Y esta solidez se logra porque la serie está pensada de distinta manera, explotando las ventajas de que la serie sea producida por Netflix. Daredevil se siente diferente y en verdad lo es; la invasión de Nueva York en The Avengers los afectó, sí, pero Hell's Kitchen sufrió un daño distinto al del resto de Nueva York. Pobreza, drogas, corrupción, exportación ilegal de humanos y crimen del crudo son hechos cotidianos en este barrio de Manhattan, que se ha visto adueñado por distintas mafias que encontraron la posibilidad de hacer dinero hasta con la reconstrucción.
¡Pero esto es bueno! Que se sienta así de diferente solo hace que el guion de la serie sea más inteligente, porque por mucho que se ubique en el MCU, se siente como un espacio completamente separado de el mismo, lo que les da más libertad para explotar cada uno de los personajes propios y sus mismas tramas.
Las historias de los primeros capítulos nos hablan del inicio de Daredevil como un vigilante que quiere lo mejor para su ciudad. Habla muy bien de la serie que el segundo capitulo trate del exceso de confianza que tuvo al rastrear a un niño y caer en la trampa de la mafia rusa. Es un héroe que está creciendo, aprendiendo. No se puede saber cómo ser un héroe inmediatamente. La golpiza que recibió de los rusos fue su clase "Como ser Vigilante 101".
La secuencia inicial del primer capítulo fue la carta de presentación de la serie, definitivamente. Hay un trabajo de dirección muy bien realizado. Las tomas y los ángulos de la cámara se sienten como si estuvieras leyendo un comic. Fue un buen guiño para los fanáticos de las historias del Batman Rojo.
La trama principal, con el día a día de Matt Murdock en su faceta de abogado junto a Foggy Nelson, y su faceta de vigilante sin nombre, son complementadas con momentos de su infancia junto a su padre antes y después de su accidente... y son simplemente geniales. Su padre, un luchador en más de un sentido de la palabra, es un boxeador que se prefiere dejarse perder para hacer dinero fácil y así tratar de llevar una vida con su hijo ciego adelante, en vez de enfrentar y ganar las peleas de manera limpia.
Conocer la historia de su padre que decide cambiar rumbos al emocionarse y e inspirarse por las lecturas en braile de su hijo ciego, son cautivantes. Cambiar el rumbo por el bien de la vida de tu hijo, decidiendo ganar la pelea que había arreglado, apostarse a sí mismo, sabiendo que esto traería problemas graves es el sacrificio máximo de un padre por un mejor futuro de su hijo.
Poco a poco se introducen de manera más explícita las habilidades extrasensoriales de Murdock, que en realidad son sus sentidos que fueron amplificados por mil después de perder la vista con los químicos en ese accidente de tránsito. Estos cuatro sentidos funcionan con altos niveles de precisión y sensibilidad sobrehumanas, dándole capacidades mucho más allá de los límites de una persona vidente.
Se agradece que la dirección utilice recursos fotográficos de forma inteligente en las tomas en las que Murdock usa sus habilidades, ya que usan efectos para diferenciarlas y demostrar un entorno hipersensibilizado, donde el menor de los cambios es percibido de forma clara y concisa por nuestro héroe. Esto, además, sobraría si no es por el hecho de que Charlie Cox, el actor que encarna a Murdock, sabe complementar estos recursos entregando una actuación que describe bien los niveles de reacción y de interpretación en los que debería caer un personaje de estas características. Esto sin caer en una solución más explícita como utilizar una visión tipo radar, como la vista en los comics o en la fallida película de la década pasada.
Este Daredevil recuerda a la etapa de Frank Miller en el comic, donde expandió más las habilidades del vigilante pero se centró en hacerlas extraordinarias, no super-humanas. Es ese sentido de proximidad (que dicen algunos artistas marciales tener) superdotado el que llama más la atención en la serie. Que Murdock pueda oler la colonia pisos a distancia u oír y sentir cuando alguien dice la verdad o no a través de su ritmo cardíaco es una fiel representación de esta etapa en los comics.
Siguiendo con la dirección, hay secuencias que son para aplaudir de pie. A diferencia de lo que comúnmente se utiliza, la serie lleva secuencias de acción con coreografías fluidas, sin cortes rápidos y cambios de cámara constantes para dar la ilusión de acción y rapidez. Las peleas deben transmitir todo esto por sí mismas y definitivamente sacan un aprobado notable, pues los golpes son fluidos y las acrobacias creíbles. Había tomas centradas en un punto con movimientos laterales y con cambio de ángulo a largo plazo que llaman la atención, como algunas peleas de Murdock y la gran escena final del pasillo en el capítulo 2.
Para finalizar, los personajes secundarios están bien realizados. Por ejemplo Foggy Nelson no es el típico comic relief, amigo del protagonista y sidekick encubierto hasta que conozca la identidad secreta. Foggy tiene su personalidad propia y puede llevar escenas por sí mismo. Matt Murdock tiene el guion, carácter y actor para llevarse el peso de la serie encima por sí solo, pero no lo hace. El hecho que tenga a Foggy al lado hace de buen bandejero en las conductas cómicas, sin caer en un comic relief vacío, pues balancea la seriedad de Matt y resulta un personaje válido por sí solo. Lo mismo podemos decir de Karen Page y Ben Urich, si bien aún es temprano para dar un veredicto final, los primeros acercamientos se ven prometedores.
En Marvel's Daredevil encontramos un balance entre lo que el MCU y la dirección libre de censuras puede ofrecer.
Tomás Toro
Felipe Toro
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J.P. Armstrong
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