"Moon Knight: From the Dead" (2013) de Warren Ellis, Declan Shalvey y Jordie Bellaire
Otro jueves, otra reseña, otra joya de Marvel NOW! (aunque técnicamente esto corresponde a All-New Marvel NOW!, una especie de fase 2 de todo este embrollo). En fin, ¿qué les puedo decir? Todo el mundo debería leer estos seis números de Moon Knight. Son increíblemente buenos y muy recomendables. Pero basta de introducción y vamos a lo que importa. Cómics.
MOON KNIGHT #001-006
Publicación: 07/13 – 11/14
Guion: Warren Ellis
Arte: Declan Shalvey
Color: Jordie Bellaire
Rotulado: Chris Eliopoulos
Reseña: Ale Ayala
Moon Knight fue concebido para ser un Batman en el Universo Marvel. Su co-creador, Doug Moench, escribió varias historias cortas en diferentes colecciones a finales de los setenta, hasta que en los ochenta gozó de una serie propia que contó con 38 entregas. Para aquel entonces este "Batman de Marvel" contaba con una calidad argumentativa alabada por la crítica, además de haber sido dibujado por artistas de la talla de Gene Colan y Bill Sienkiewicz, entre otros.
Esencialmente, este personaje es un vigilante, cuyo alter ego es Marc Spector, un ex mercenario abatido a traición por su propio equipo en unas tumbas egipcias, quien luego es resucitado por una deidad egipcia quien lo elige como su campeón y vengador. Una vez de vuelta en su New York ocupa su fortuna (y habilidades de combate) para su cruzada contra el mal. Desde ahí hasta hoy, Moon Knight tendrá una agitada vida editorial, aunque poco estable.
Warren Ellis (Planetary, Transmetropolitan, Global Frequency) decide tomar la estrategia de historias autoconclusivas, algo que maneja a la perfección. Crea seis guiones estructuralmente idénticos y logra la sensación de estar ante lo que podrían haber sido seis capítulos de una serie de TV. Las aventuras de Moon Knight están relatadas como si estas transcurrieran en un teatro o escenario inmóvil, donde el protagonista llega desde "tras bambalinas" por algún costado para ejecutar su papel en la obra y luego retirarse desde el otro lado mientras bajan las cortinas y se prepara para el siguiente acto. Esto hace sentir el relato poco cercano y al vigilante muy impersonal: no come, no duerme, no revisa su computadora, es en términos de presentación de personaje todo lo contrario al Hawkeye de Matt Fraction y David Aja o a la recientemente reseñada The Superior Foes of Spider-Man.
El guion es muy económico en diálogos y deja constantemente secuencias largas sin texto, todo con un cálculo milimétrico a la hora de hacerlo encajar en tan solo 20 planas. Sin embargo, el ahorro en las palabras no es ahorro en localidad de éstas. Los personajes son revestidos con voces constructivas que aportan profundidad, contexto y carácter a la obra y a ellos mismos. Como si fuera poco, cada entrega es coronada con frases de cierres devastadoras que no pretenden hacer reflexionar en grandes verdades, sino que golpear con fuerza la cara del lector para dejarlo aturdido.
El relato está lleno de movimiento, de acción y violencia, el desplazamiento de los personajes involucrados en cada secuencia es casi permanente, siempre está pasando algo, la narración tanto "física" como argumentativa siempre avanza y jamás pierde ritmo, ningún número termina de forma abrupta y nunca vemos hojas desequilibradas en cantidad de viñetas, todo está dispuesto de forma exacta. Aquí abundan las viñetas horizontales y planos que se repiten dentro de una misma página, ya que la narrativa está dada por cómo se plasman los elementos al interior de cada cuadro y jamás se utilizan rebuscadas o "modernas" composiciones de página.
Queridos lectores, lograr lo que logra Ellis en una grapa (¡y seis veces!) es simplemente magistral.
Pero como suele pasar en las grandes obras, esto no sería posible sin un dibujante a la altura. Declan Shalvey (28 Days Later) se luce con una capacidad narrativa alucinante, el ritmo de lectura gráfica que le impregna a las secuencias de acción es perfecto, sincronizándose de forma completa a un guion que se nota de alto nivel de indicaciones para los diseños y composiciones. Si no supiéramos quiénes son el equipo creativo, probablemente creeríamos que se trata de una sola persona quien se encarga del guion y el dibujo. El nivel de detalle también es muy alto, pero más llama la atención la capacidad de Shalvey para dibujar de todo, desde la alineada y estática ciudad hasta un mundo onírico lleno de hongos, francamente maravilloso. El dibujo también está muy acertado en el manejo de la expresión corporal y de la escenografía o espacios narrativos, no existen errores de incoherencia visual y el desplazamiento de los personajes u objetos están bien sincronizados, estos "se mueven aun cuando no están siendo mostrados" para luego aparecer donde deberían estar, como si se tratase de un storyboard fotográfico de un Live Action.
Párrafo aparte se merece la gran Jordie Bellaire (The Manhattan Projects, Nowhere Men, Zero y una infinidad de otras series) y sus colores. Una locura. Su labor llena los espacios y crea ambientes de forma catedrática. La exquisita paleta de colores que utiliza en el #4 a la hora de pintar el viaje por los sueños de Moon Knight es alucinante. Pero lo más destacado es el no coloreado del propio protagonista, que pareciera ser un boceto dejado a medio entintar sobre un arte que se luce por sus tonos, creando la fantasía o alimentando el propio mito en que se ha convertido este vigilante, de ser una figura legendaria casi "mítica" que se mueve por los márgenes del Universo Marvel. Así, vemos varios guiños en donde "El Caballero Luna" aparece desde la sangría de la hoja cubriendo, borrando, ¡devorando! con su capa o cuerpo todo lo dibujado.
Shalvey, con su trazo limpio y su estilo semi-realista, aun reconociéndole su gran trabajo, no hubiese podido lucir ni la mitad de bien sin las montañas de indicaciones que tuvo que haberle dado Ellis y sin los colores de Bellaire. Pese a este alcance, el nivel de narración gráfica de estos números son perfectos, una clase, un derroche de calidad y técnica.
El primer episodio, titulado "Slasher" (Acuchillador), sin duda alguna será el preferido de quienes siguen al personaje desde antes, ya que es la única entrega en donde Ellis se hacer cargo del pasado de Moon Knight. Por un lado menciona todo el tema de "sus personalidades múltiples", además de una secuencia final alucinante metiéndose en la cabeza de Marc Spector. Sin embargo, para quienes lleguen a esta etapa sin conocer mucho al superhéroe, este episodio es por lejos el más (o el único) inaccesible. Es divertido también cómo los creadores bromean con eso de ser "El Batman de Marvel", en primer lugar crean una escena calcada de cualquier comic del murciélago (cuando conversa con el Detective Flint) para luego prácticamente destruir cualquier similitud con Bruce Wayne explicando, en certeros y acotados diálogos, del por qué viste de blanco y por qué utiliza sus métodos. Genial.
La segunda entrega se titula "Sniper" (Francotirador) y comienza con un juego de viñetas que dura ocho páginas que es simplemente genial, y luego pasa inmediatamente a una escena de acción. Eso es todo. De hecho es recién en la página 18 donde se produce el típico diálogo vigilante/presa, y dos planas más tarde todo concluye con uno de mis finales favoritos de este ciclo. Casi no hay argumento y en lo práctico no aporta nada ni a mí como lector ni en la construcción de nuestro superhéroe, pero está tan bellamente diseñado y ejecutado que poco importa. Una delicia.
El nombre del tercer capítulo es "Box" (Caja). Es en el primero (sino el único) en donde pasan cosas importantes para la serie pensando a largo plazo (sin contar el haber entregado otra identidad a Spector, esta vez como Mr. Knight en el primer episodio). Aquí se dota a Moon Knight de herramientas necesarias para defender las noches de NY incluso de amenazas sobrenaturales o místicas.
En "Sleep" (Dormir), cuarta entrega, hay más diálogos y argumento, que son excelentes preparativos para una secuencia onírica muy bella de ocho planas. Sin ser el número más violento, entrega el desenlace más "crudo" o "fuerte" de los seis ejemplares. Este es un gran número. Yo solo me pregunto: ¿qué onda Ellis con los hongos? y ¿qué onda los escritores ingleses con los alucinógenos? ¿Eh?
La quinta parte, "Scarlet", es un número tan irrisoriamente sencillo en trama y diálogo que es sorprendente cómo el guion da para 20 páginas. La apuesta: Moon Knight golpeando a chicos malos todo el rato. El resultado: un número, una escena, una secuencia y una nueva joyita. Estas hojas son las típicas secuencias de violencia innecesaria —y sangrienta— que tanto abundan en los films de acción y que el cómic prefiere evitar. Destaca el orden y el movimiento de los villanos, sincronizados perfectamente con la página #4. Y sí, es imposible no recordar cierta escena de Old Boy leyendo esto.
Ellis decide terminar su estadía con una gloriosa entrega titulada "Spectre" (Espectro). En una grapa crea un villano, le entrega motivaciones y profundidad, además de enloquecerlo y hacerlo detestable para el lector. Se acerca a la continuidad del personaje y enlaza con broche de oro los números anteriores con este, todo para concluir con una gran batalla final, grandes frases y aplausos cerrados de parte del público. Mejor final imposible.
Para flojos y/o apurados...
Ellis, Shalvey y Bellaire derrochan técnica y calidad en seis números que ya son un clásico moderno para los fans de Marvel. Insinuando leves coqueteos con la continuidad, la historia decanta finalmente en relatos autoconclusivos que narran aventuras violentas y sencillas. Posee un dibujo que se luce por su capacidad narrativa y por un inagotable aporte de su coloreado. El guion es directo, no pretende descubrir cosas nuevas, más bien quiere golpear con fuerza la cara del lector. Es verdad, no suma mucho en la expansión de la mitología de Moon Knight, pero indudablemente profundiza en sus raíces, en lo que es y en lo que deberían hacer con él. Si no conocías a este vigilante antes, es tu oportunidad de amarlo. El único punto en contra es lo breve de esta etapa, que si bien tiene un cierre perfecto, es inevitable pensar en lo grande que pudo haber sido una segunda tanda de historias cortas, pero esta vez con la intención de ampliar el universo de este personaje.
En papel
Panini Cómics lo publicó en nuestro idioma en un tomo recopilando las seis entregas. Este compendio también se encuentra en inglés, al igual que las grapas.