Se acerca el fin: Wonder Woman de Brian Azzarello y Cliff Chiang
En esta reseña me voy a limitar a contar mis apreciaciones en una manera bien amplia y subjetiva de lo que ha sido este cómic, porque siento que centrarme en puntos argumentales no vale la pena, prefiero que el lector tome mis impresiones y posteriormente aprecie por sí mismo el desarrollo argumental leyendo el cómic, porque vale completamente la pena.
Admito que en forma previa a los New 52 yo no tenía mucho conocimiento del personaje, sólo teniendo nociones por sus apariciones en crossovers. Hasta entonces solo tenía curiosidad sobre esa parte de la "trinidad" de DC, pero que hasta entonces no me daban ganas de meterme más allá gracias a un problema que generalmente se le recalcaba en varios círculos: que los escritores no sabían qué hacer con ella.
Quizás es por este problema que Wonder Woman no ha tenido una historia como la de Batman y Superman, para los cuales los escritores se apoyan en las historias desarrolladas por sus antecesores, mientras que en Wondie solo trataban de escribir su versión, ignorando los desarrollos del personaje y sus secundarios. El reboot me dio la oportunidad de conocer a Wonder Woman sin el bagaje de años anteriores, simplemente ver qué es lo que podía ofrecer el personaje y su mundo. No sabía qué esperar, tenía el prejuicio de que sería solo otro libro de superhéroes más, una Superman femenina con una galería de villanos de la que nadie se acordaría a los tres números. Pese a ello, fue uno de los primeros títulos del relanzamiento que quise leer y lo que encontré desafió completamente lo que pensaba hasta ese momento era posible para una historia de "Marvila". Tras leer su número 1, la primera sensación era que este cómic estaba MUY mal ubicado en el esquema de "familias" que manejaba DC en ese momento: esto no era un comic de "capas", más bien era una historia de horror y mitología que tenía mucho más en común con la línea "Dark" que con la Justice League.
Lo que más me sorprendió fue la representación que se les dio a los dioses griegos, los cuales están muy lejos de ser los clichés vestidos en sábanas que uno se podría imaginar. Cliff Chiang se lució con sus diseños, modernizándolos completamente, pero aún siendo reconocibles, actuando como complemento perfecto a la forma en que Brian Azzarello los escribe. Los Olímpicos, tanto en diseño como en diálogos, no se sienten fuera de lugar o anticuados pese a que mantienen sus ideas arquetípicas, lo cual es recalcado por el mismo cómic por el hecho de que entre ellos suelen llamarse no solo por sus nombres, sino también por lo que representan (a Hades le dicen Averno, Poseidón es Mar, etc.).
Uno que merece una mención especial es el diseño poco ortodoxo de Poseidón por parte de Tony Akins, uno de los tantos reemplazos de Chiang en los lápices. La presentación del panteón griego se siente fresca y tradicional a la vez, dando una muy buena idea de cómo serían los dioses de las antiguas historias si existieran al día de hoy, lo cual varía de personaje a personaje. Por ejemplo, dioses más lejanos a lo terrenal como Hera y Hades siguen conservando cierta pompa, mientras que Dionisio y Ares, al verse más involucrados con los asuntos humanos, lo reflejan en sus aspectos.
Los personajes secundarios no se limitan solo a los Olímpicos, incorporándose semidioses y la sorpresiva introducción de New Genesis con Highfather y Orion. Las amazonas estuvieron ausentes durante la gran mayoría de la historia, pero su reaparición es importante y no son solo un ejército sin cara.
Es importante señalar que no hay arcos argumentales claramente definidos, si bien hay ciertos puntos de descanso; lo que el equipo de Azzarello y Chiang han hecho es construir una ambiciosa historia de larga duración que va recogiendo lo ya visto y construyendo sobre ello.
Las principales críticas que se la hacen a este run en la cabecera de Wonder Woman son a mi gusto sus principales fortalezas. La primera de ellas es que no se centra en Wonder Woman, sino en los conflictos olímpicos. Creo que esto es más bien un tema de gustos, no siempre las historias tienen que orbitar alrededor del personaje protagonista, pero aún en este caso, Wondie se siente integrada orgánicamente a los conflictos, no son meras intromisiones de un externo. Además, no tiene por qué ser algo malo que los secundarios sean importantes, eso mismo ha sido una de las fortalezas de la serie semanal Batman Eternal y ojalá otros comics pudieran recordar eso, por ejemplo me cuesta recordar la última vez que Jimmy Olsen fue relevante en una historia de Superman y no un gomero.
Una segunda crítica es lo independiente que es el cómic en relación a los demás publicados por DC. En los tres años de duración de la etapa de Azzarello, el libro no ha tenido crossover alguno, ignorando su participación en la Liga y sin intervención de invitados como Superman... Y me alegro que haya sido así. Wondie necesitaba tener su propio espacio y no verse arrastrada por mandatos editoriales, lo cual tampoco hubiese tenido sentido atendiendo a la forma en que Azzarello estaba armando su historia, además que no valía la pena sacrificar la calidad que se llevaba para hacerla compatible con la HORRIBLE representación de Wonder Woman que se hace en la serie Justice League (es raro que Geoff Johns maneje tan mal a un personaje). Afortunadamente se lanzó el comic de Superman/Wonder Woman para sacar esa presión y dejar a su cómic principal haciendo lo suyo.
Se siente raro estar ya tan cerca del fin, saber del inminente cambio del equipo creativo por uno que no me convence en absoluto (David Finch y su señora Meredith Finch), pero no por eso me emociona menos el ver qué es lo que Azzarello y Chiang se guardaron para el final. Este cómic es muy diferente a lo que normalmente publica DC y la verdad solo por este libro, para mí valió la pena el reboot. La Wondie que nos presentaron acá es una que vale la pena leer, que dan ganas de seguir conociendo y que su fuerza no es su única fortaleza, muy diferente a la carnicera sedienta de sangre que escribe Johns. Si no la han leído, no se pierdan de tan buen comic.