"Sláine: The Horned God" (1989) de Pat Mills y Simon Bisley
Nuevamente me embarco en la reseña de un personaje salido de las islas británicas. Un personaje que vio sus primeras aventuras en la casa de los artistas emergentes de Inglaterra y alrededores: la mítica 2000 AD.
Salido de la mente de Pat Mills, hoy nos encargaremos de revisar unas de sus aventuras más populares: la saga de "The Horned God".
Sláine MacRoth apareció por primera vez en 1983, en la revista 2000 AD —que también fundó Mills— y rápidamente se formó sus propio nicho de fans. Sláine es un celta que vive aventuras de corte de fantasía heroica en las ancestrales tierras jóvenes de Tir Nan Og, donde cada hecho, personajes, tradición y comportamientos están basadas en las historias y mitos celtas. Sláine posee dos características particulares: blande un hacha enorme llamada "La Comesesos" (Brainbitter en inglés) y la capacidad de convertirse en una criatura horrible, gracias al "Espasmo de Furia", que ganó por alabar a la madre tierra Danu.
Esa es la base del personaje: mitos celtas en plan de aventura heroica. En "The Horned God", Sláine ya es el líder de su tribu. Harto del acoso continuo de los drunes y los formorianos, ha decidido unir de una vez por todas las tribus de Tir Nan Og y terminar esta ola de violencia. Su plan consiste en conseguir las antiguas armas prohibidas de Atlantis y así ganarse la lealtad de las tribus. Estas armas son: el caldero mágico que puede devolver la vida a los muertos, la lanza sedienta de sangre, la espada que puede cortar todo y el casco del dios cornudo para liderarlos. Para cumplir su misión, Sláine deberá sortear las crueles tretas de Medb la maga y sobrevivir al acoso de su señor, Lord Slough Feg, el dios cornudo "vigente". Todo será contado a través de Ukko, el enano amigo / mascota de Sláine, que escribe sus crónicas.
Sláine, al igual que el Conan de Robert E. Howard, es un héroe con defectos y virtudes. Puede ser el más noble guerrero o simplemente comportarse como un maldito imbécil y engañar al adversario. Todo en bien de sus planes, claro está. El celta se moverá por esta tierra mítica —que apela a un pasado lejanísimo— mostrando, gracias el enciclopédico conocimiento de Pat Mills, costumbres, ceremonias, tendencias políticas, religión, tácticas de batallas y un largo etcétera de la cultura celta. Mills nunca escatima detalles a la hora de mostrarlo, pero se guarda cualquier juicio, pues solo toma labor de expositor.
Para dar un tono más ligero al relato, Mills usa hábilmente a Ukko, dotándolo de una personalidad absurdamente egoísta —como todo enano— pero incapaz de llevar su propio camino: siempre estará al lado de Sláine, lo quiera o no, aportando buen humor negro y cinismo en cada aparición.
Respecto al arte, éste corre por parte de Simon Bisley, en lo que vendría a ser el trabajo que lo puso en la lupa de todas las grandes editoriales. Cada página de "The Horned God" se debe degustar como si se tratara del más fino de los vinos. Bisley pinta desde las más pequeñas viñetas hasta splash pages, algunas impresionantes y memorables, alternando óleo, lápices y cualquier técnica que le valga para mostrar el guion de Mills. Su trabajo es fuerte y con carácter, bebiendo de las fuentes de Frank Frazetta y Richard Corben. En palabras del mismo Mills, esta saga es la más popular del personaje, y gran parte de ese éxito es por el trabajo del artista inglés.
Un comic interesantísimo, lejos de lo actualmente editado, con una historia interesante y dinámica, donde Sláine se perfila como la única imitación de Conan que logró apelar a algo original y de calidad, conservando la premisa básica de éste, gracias al buen hacer de sus autores.