The New 52 - Resurrection Man
La iniciativa de The New 52 no solo sirvió para limpiar la pizarra para series que ya existían, también buscó rescatar conceptos, probar otros nuevos o reintroducir personajes perdidos. Este es el espíritu editorial bajo el cual aparece Resurrection Man, de la mano de sus creadores Dan Abnett y Andy Lanning, los cuales escribieron su primera serie por el año 1997.
RESURRECTION MAN
Guión: Dan Abnett y Andy Lanning
Dibujo: Fernando Dagnino, Fernando Blanco, Jesús Saíz, Andrés Guinaldo, Javier Pina y Ramon Bachs
Entintadores: Fernando Dagnino, Javier Piña, Jesús Saíz, Mark Irwin y Christian Alamy
Colores: Santiago Arcas, Jeremy Cox, John Kalisz
Textos: Rob Leigh
Resurrection Man Vol.2 #01-12, #00; Suicide Squad Vol.4 #09
Resumen
La historia parte con nuestro protagonista Mitch Shelley despertando en una morgue, preguntándose de inmediato e identificando sus nuevos poderes tras revivir. No sabemos cómo llegó ahí, estaba y ya.
Tras irse del lugar, siente la necesidad de ir a un aeropuerto, donde toma un vuelo y entabla conversación con una mujer llamada Sue. Ella le informa a Mitch que su alma está “endeudada”. Luego de dimes y diretes, Mitch termina siendo atrapado en una turbina del avión y muere... ¡Pero no es el fin del cómic! Mitch despierta media hora después en un bosque, haciéndose preguntas que sabe no tienen respuesta, pero con la única certeza de que ha revivido y que tiene un nuevo tipo de poder. Mientras tanto de vuelta en la morgue tenemos a Bonnie, una chica rubia en vestido rojo, y a Carmen, una chica morena en traje de colegiala sexy, interrogando a los forenses acerca del cuerpo que no está (colectivamente son las agentes conocidas como Body Doubles). Vemos que Sue en realidad se llama Suriel y también está en la búsqueda de Mitch.
Así, el cómic establece su premisa central: un protagonista amnésico que si muere, al poco tiempo revive, cada vez con poderes diferentes, y que es perseguido por razones que desconoce por cada vez más y diversos personajes... es un tipo popular este Mitch.
Su viaje de autodescubrimiento es guiado por su instinto la mayor parte del tiempo, recorriendo lugares del universo DC como el Asilo Arkham o Metrópolis.
Comentario
El núcleo de la historia son los misterios entorno a la vida de Mitch Shelley. En ese aspecto el cómic cumple, ya que vamos enterándonos junto con el personaje sobre situaciones de su pasado, es un viaje tanto del protagonista como del lector, recogiendo pistas y haciéndose preguntas que el comic en su mayoría responde. La resolución final no es un Deus Ex Machina, sino que responde a ideas y pistas que se habían planteado con antelación. Aunque ese enfoque misterioso del protagonista provoca problemas menores, pero problemas al fin y al cabo, quedan algunas preguntas sin responder.
La categorización en la línea Dark es entendible en cuanto al carácter sobrenatural del protagonista y de algunos secundarios, sin embargo el comic no tiene un carácter mayormente esotérico como uno podría llegar a pensar, sino que usa ese elemento como un trasfondo, prefiriendo contar la historia que profundizar en cómo operan los planos de la vida después de la muerte, lo cual en la primera lectura que hice me molestó un poco porque venía con ansias de saber más sobre el universo DC, pero ahora entiendo que de haber sido así el cómic se hubiese puesto algo lento o se hubiese desviado de su premisa principal. Creo que esas ideas se han tratado en Trinity of Sin – The Phantom Stranger... pero eso es tema para otro día.
Un elemento que sí encuentra un lugar es la acción, tanto por la aparición de las Body Doubles como por el juego de agencias gubernamentales que persiguen a Shelley. Ahí es donde entra el mini-crossover con Suicide Squad #9 de Adam Glass, el que no se siente forzado ni redundante, ya que las historias fluyen bien de un libro a otro, además de tener un fundamento dentro de la historia, ya que el pasado de Shelley es algo violento y por lo mismo no se siente fuera de lugar. El que Fernando Dagnino haya dibujado tanto números de Resurrection Man como este de Suicide Squad aporta a ese sentido de integridad del crossover.
Un elemento curioso es que a pesar de su cancelación, alcanzó a participar en el evento del Zero Month, recibiendo un #00 que a la vez de contar el origen de Resurrection Man, lo hace como último número de la colección, concluyendo las tramas que se venían llevando.
Creativamente la serie no tuvo cambios en los escritores, pero sí hubo un desfile de dibujantes. Fernando Dagnino fue el dibujante regular durante la primera parte de la serie, con unos trazos que dan un aspecto lúgubre, aunque con el contrapunto que sus Body Doubles no me parecían tan “vivas” como su Mitch Shelley... irónico, ¿no? El #4 es dibujado por Fernando Blanco, pero no es muy diferente al estilo que se venía viendo, cumpliendo su labor de artista de relleno.
A Partir del #9 Jesus Saíz se convierte en el dibujante habitual, compartiendo créditos con Andrés Guinaldo en ese número con colores de John Kalisz y tintas del mismo Jesús Saiz, Mark Irwin y Christian Alamy. La razón de tanta gente metida debe ser porque ese número es parte del crossover antes comentado. Saiz tiene un trazo más claro que Dagnino, recordándome a ratos a Cliff Chiang, pero con un estilo menos personal.
En el #12 Javier Pina, el cual hasta entonces estaba a cargo de los entintados, lo cubre, con un estilo muy similar.
Para el #00 dibujan y entintan Ramon Bachs y Jesus Saiz.
A modo de conclusión puedo decir que Resurrection Man es un comic que disfruté. No va a cambiar ningún paradigma del universo DC ni involucra a jugadores de peso, ateniéndose a contar su historia, pero con eso basta y sobra, porque al final del día el viaje de Mitch Shelley es interesante. Me gustaría a futuro ver al personaje aparecer en alguna historia más, tal vez interactuando con el Phantom Stranger. Si quieren conocer a un personaje nuevo sin necesidad de comprometerse con eventos editoriales, esta es una excelente elección.