El villano de Batman más grande jamás visto
Batman tiene muchos villanos. Joker, Penguin, Two-Face, Mad Hatter y muchos otros, son parte de una extensa lista de maliciosos personajes que han rondado las páginas del encapotado durante sus casi 75 años de recorrido. Pero hoy les voy a contar la historia del villano más grande de todos, de cómo tejió una red de mentiras alrededor del Hombre Murciélago y que mantiene aún hoy engañadas a millones de personas.
Hoy, les voy a hablar de Bob Kane.
Si he calculado bien, deberían estar leyendo esto a las puertas del 75º aniversario de la creación de Batman, personaje que en estos momentos es el buque insignia de DC Comics. También debería coincidir con la salida del Detective Comic Vol. 2 #027 Special Edition parte de la línea The New 52, con fecha del 23 de julio de este año, y donde por primera vez aparece el nombre de Bill Finger en los créditos de portada.
El comic en sí se trata de mostrar nuevamente el origen de Batman, pero esta vez por los autores debajo de Bob Kane y Bill Finger. Pero ¿al fin DC ha entrado en razón y le está dando crédito al trabajo de Finger? Ni lo más remoto.
Para entender más menos cómo salió esto hay que volver al mes de abril, en plena WonderCon. En medio de una rueda de preguntas, alguien tuvo la valentía de preguntar qué le parecía a DC el no poner el nombre de Bill Finger junto con el de Bob Kane en los créditos. El moderador respondió la interesante pregunta con un correcto “Apreciamos lo que hizo Bill Finger y su contribución a la creación de Batman”. Además agrego: “todo está arreglado con Finger y su familia”.
La nieta de Finger, Athena Finger, respondió de forma muy enfadada:
Es bien conocido el aporte que hizo Finger al momento de la creación del Hombre Murciélago. El tono de la serie, los rasgos detectivescos, el uso del negro, fueron algunas cosas que se transformaron en el sello del personaje. Pero ¿por qué Finger nunca alegó autoría? Aquí es donde entra nuestro villano, Bob Kane.
Robert Kahn fue un típico niño judío criado en el Bronx. Su fecha de nacimiento es un misterio —el cual se revelará más adelante— y fue compañero de escuela de Will Eisner. Pasó su niñez por la gran depresión de USA ahí por los años treinta. Sus primeros trabajos los consiguió gracias al estudio de Eisner, lo que sería un vuelta de mano de parte de su parte por ayudarlo a entrar en el mundillo comiquero, y fue presentado a Vin Sullivan, editor que le encargaría a Jerry Siegel y Joel Shuster un personaje para introducirlo en Action Comic #001.
El trabajo de Bob en ese entonces era realizar fondos y tintas menores. No era un gran trabajo, pero pagaba las cuentas y era regular, así que a fin de mes siempre disponía de algo de dinero. Pero Kane quería ser rico y famoso, y habiendo pasado su niñez en plena depresión, no era algo raro. Kane se dio cuenta que sus dibujos no eran malos, pero sus historias sí, por lo que le encargó este aspecto a un vendedor de zapatos que conoció en una fiesta: Bill Finger.
Finger era un empedernido lector que siempre había querido escribir novelas, pero la vida no le había permitido desarrollar su pasión. Kane le habló a Finger de su trabajo, de las posibilidades creativas y la paga. Finger aceptó entusiasmado, pues al fin podía salir de su frustración y hacer lo que le gustaba, sin descuidar el pan que llevaría cada fin de mes a su familia. El trato era este: Finger le ayudaría con los guiones a Kane por una cantidad de dinero, mientras que Kane, gracias a sus contactos, se dedicaría a tratar con los editores. La dupla funcionó a la perfección, llenando la oficina de Vin Sullivan de historia nuevas y frescas. Había un solo detalle: todas estas historias estaban firmadas por un solo nombre, Bob Kane.
National Comics Publications —la futura DC Comics— estaba pasando por un éxito arrollador gracias a Superman. Astutamente, ya estaban buscando un personaje equivalente para Detective Comics, el 'sello' a la 'cara' que era Superman para Action Comics. El encargado de esta tarea era Sullivan, quien ya había tenido éxito con la creación de Siegel y Shuster. Sullivan habló con Kane un viernes encomendándole la tarea y éste le respondió que el lunes llegaría con su nuevo éxito. Lo que ocurrió ese fin de semana lo sabe la gran mayoría: Kane y Finger crearon a Batman. Lo que no se vislumbra aún es cuánto hay de cada uno de ellos en el personaje.
Al principio se decía que Batman era 100% Kane. Después salió el nombre de Finger a raíz de la popularidad ganada por el personaje. En palabras de Jerry Robinson, otro artista que estaba a contrata en el estudio de Bob Kane:
Ese lunes, Kane llegó con Batman bajo el brazo y se lo mostró a Sullivan. Éste, que debía ser el mejor editor de todos los tiempos, aceptó todo lo presentado por Kane. Se le ofreció el contrato regular que se le daba a todos los artistas de planta, el mismo que Siegel y Shuster habían firmado: una paga por un número de páginas regulares durante el mes a cambio de la renuncia a la propiedad del personaje. Pero el padre de Kane, periodista de profesión, astutamente renegoció el contrato, devolviendo la propiedad del personaje a su hijo.
Kane volvió con Finger contándole que tenían trabajo seguro en National, pero nunca le dijo del contrato ni de los derechos del personaje.
En 1939 salió a la venta el número 27 de Detective Comics y fue un rotundo éxito, y con ello, Kane disponía de capital para tener un estudio más grande. No era desconocido que algunos artistas tuvieran un estudio que los ayudara en sus tareas, Will Eisner era el ejemplo perfecto. El gran pero del estudio de Kane es que era secreto: nadie sabía de su existencia, ni siquiera sus propios integrantes, que a veces, ni siquiera se conocían entre sí. De esta forma entró Jerry Robinson al estudio de Kane. Hizo buenas migas con Finger y dibujó buena parte de sus historias. El hecho de que Batman fuera un mega hit hacía que Sullivan pidiera cada vez más páginas a Kane, quien no daba abasto y se las daba a la dupla Finger/Robinson. De esta forma surgieron el Joker y Robin.
Según palabras del mismo Robinson:
Robinson se dio rápidamente cuenta de lo que pasaba con el estudio secreto de Kane. Bob Kane se estaba quedando con toda la gloria y el dinero, mientras ellos ni siquiera tenían un seguro de salud. Robinson fue a hablar directamente con Sullivan, le explicó quién era, qué es lo que hacía y viendo su gran talento, el editor de National no dudó en contratarlo directamente y convertirlo en un dibujante de planta. A partir de esto, Kane decidió no contratar más dibujantes con egos grandes.
Era 1946 y Batman estaba en la cresta de la ola. No había personaje más grande que él y Superman. En esta época, Siegel y Shuster estaban en una cruzada contra National, que se hacía rica a costa de Superman, mientras ellos no veían ni un duro. En su lucha, trataron de aliarse con Bob Kane: serían el equipo perfecto, los creadores de Superman y el de Batman unidos. El contrato de Kane, Siegel y Shuster tenía la misma cláusula: vencía en 1949, por lo que era lógico que se unieran en una causa común.
Kane escuchó todo de boca de Siegel y Shuster. Planeaban demandar a National y pedir derechos por la creación de su personaje. Kane asintió con la cabeza y les dijo que lo pensaría. Corrió a las oficinas de National y contó todo el plan que tenían Siegel y Shuster. Jack Liebowitz, el jefe de esa época en National, le dijo que los derechos de Batman y Superman pertenecían a National, que los contratos que habían firmado así lo estipulaban.
En este instante Bob Kane suelta la bomba: el contrato que él había firmado con Sullivan no tenía ninguna validez ya que ¡era menor de edad! El padre de Kane había destruido el acta de nacimiento de su hijo, por lo que no se sabía si había nacido en 1915 o 1917.
National estaba arruinada. Si esto se sabía en el juicio de Shuster y Siegel seguro perderían, por lo que le ofrecieron un contrato de ensueño a Kane: los derechos completos del personaje, de por vida, además de ganancias por mercadotecnia y un número de páginas fijas que su estudio debía realizar. Kane aceptó encantado y llamó de vuelta a los creadores de Superman: gracias por la oferta, pero no me interesa.
Llegó 1954 y con él, Fredric Werthan y su obra Seduction of the innocent, el libro que evidenciaba los supuestos efectos nocivos de los medios de comunicación de masas, los cómics en particular, en el desarrollo de los niños. Esto afectó al enormemente al medio, resultando en una baja en ventas y propiciando un cambio radical en el tono de las historias narradas en los cómics. Esto a Kane le resbalaba, pues tenía todo el dinero del mundo y un trabajo fijo. Las historias de Batman podían ser una mierda, pero aún así le pagaban sagradamente cada mes. Pero Kane quería más. Ya tenía la plata, faltaba la fama.
Y esta llegó en los sesenta junto con la serie de televisión Batman, protagonizada por Adam West. Kane se mudó a Los Angeles y se codeó con todo Hollywood gracias a que él era el creador de Batman, el éxito de la TV. Las historias de la serie eran sumamente campy y muchas veces bordeaban en la mediocridad, pero eso a Kane le valía mierda: tenía la plata y la fama, y estaba con la crème de la crème del entretenimiento. Era alguien.
Paralelamente, Finger vio cómo el concepto original del personaje era sepultado en pos de unos guiones ridículos. Vio personajes creados por él paseando por la TV y haciendo rico a Kane y a National, que ya había pasado a llamarse DC Comics. Se reunió con un grupo de artistas para discutir con DC sobre beneficios de salud, porcentaje de ventas y plan de jubilación. Finger había trabajado arduamente en varias colecciones de DC sin abrir la boca, haciendo un trabajo profesional; era hora de que la editorial retribuyera su constancia y esfuerzo. La respuesta de DC fue clara: váyanse a la mierda. Negándose a toda negociación, a Finger y asociados cada vez les dieron menos páginas mensuales hasta que fueron despedidos. Finger cayó en una depresión que lo condujo al alcoholismo. Siempre tuvo una personalidad insegura y el fracaso contribuyó a su depresión.
La reflexión de Robinson lo dice todo:
Jerry Robinson: No era un tipo agresivo.
Gary Groth: ¿Temperamentalmente?
Jerry Robinson: Sí… e inseguro. Si hubiera obtenido ese crédito, eso habría reforzado su autoestima.Jerry Robinson
En algún momento de su vida, a Bill Finger se le preguntó si había participado en la creación de Batman y este respondió con la verdad, que había estado involucrado junto con Bob Kane, y este último al enterarse respondió diciendo que Finger tenía delirios de grandeza.
Bill Finger murió en una pobreza tremenda, sin seguro médico y sin ningún crédito por su trabajo. Bob Kane, por el contrario, murió dejando a sus hijos un imperio y el reconocimiento del público, además de una pretenciosa lápida.
Esta es claramente una historia escrita por los vencedores. DC jamás reconocerá a Finger como co-creador de Batman, pues significaría un pago enorme de royalties. Bob Kane fue astuto, vio de primera mano cómo DC Comics trataba a sus artistas y negoció su futuro de la mejor forma, no se le puede culpar por eso. Pero pisoteó un montón de cabezas mientras escalaba. Según sus propias palabras:
A tu salud, Bill Finger, y a los que nunca se despegaron de sus máquinas de escribir ni de sus mesas de dibujo, pues la justicia absoluta solo está presente en las páginas de un cómic.