MV52: N°8 - Batman: The Dark Knight Returns
Reseña: Rodrigo "Yiyo" Núñez
Lugar: 8 (38 puntos, 6 votos, 1 favorito)
Guión y Dibujo: Frank Miller
Batman: The Dark Knight Returns #1-4
Es 1986 (no nuestro 1986 si no que otro, o quizás ni siquiera es 1986), Gotham City se encuentra asediada por una ola de calor histórica, y por una banda de pandilleros/terroristas picados a Punkis conocida como Los Mutantes, la ciudad se hunde en su corrupción y el Comisario Jim Gordon está a un paso de irse a retiro sin ninguna gloria gracias a no poder detener la violencia reinante en la ciudad... pero... esperen un poco... ¿Dónde diablos está Batman? Bueno, Batman desapareció -tan misteriosamente como llegó- hace diez años y Bruce Wayne ahora es un abuelo de 50 años, alcohólico y que coquetea con la muerte en carreras de autos.
Esa fue a grandes rasgos la idea demencial que en 1986 (ahora sí, nuestro 1986) Frank Miller le propone a Dick Giordano para cumplir con el encargo que DC Comics le iba a hacer al, por ese entonces, revolucionario escritor de Daredevil.
La idea de hacer una historia crepuscular del personaje le llegó a Miller cuando un día se dio cuenta que tenía 29 años, la misma edad en la que Bruce Wayne se ha mantenido por décadas, y estaba a solo un cumpleaños de ser más viejo que Batman, tenía que encontrar la forma de volver a sentirse más joven que su héroe al menos por un tiempo. Además, cuenta que cierto día llegó a Marvel con una idea indeterminada que quería utilizar en Daredevil y su editor le dijo: “eso sólo funcionaría en Batman”.
Miller ya había hecho Ronin para DC tiempo atrás, pero esto eran ligas mayores, enfrentarse al por entonces segundo personaje más grande de la compañía. Así que se puso manos a la obra, reclutó a su compadre Klaus Janson para que lo entintara, y a quien sería su esposa, Lynn Varley, para labores de coloreado (finalmente terminó haciendo mucho más) y él, con sus guiones llenos de sordidez y su arte al filo de la locura, se haría cargo del resto. El resultado sería explosivo, incendiario, y cambiaría al personaje de forma definitiva PARA SIEMPRE.
The Dark Knight Returns no solo es la mejor puta historia de BATMAN jamás escrita, es además fácilmente el mejor cómic de superhéroes después de Watchmen. Frank, que actualmente navega sin rumbo por las aguas tormentosas de la demencia, estaba en llamas y su obra es una patada en las bolas tras otra a la estática industria del cómic mainstream de los 80, y que va a servir como detonante de toda la revolución que tendríamos en DC una vez terminada la Crisis en las Tierras Infinitas.
Pero vayamos a la historia, quedamos en que en Gotham no hay Batman, y que está la zorra por un chilión de factores. Miller plantea su tesis de que Bruce Wayne, por mas intentos que haga para dejar su pasado atrás, nunca dejará de ser Batman (en realidad no sé si será suya o si otro autor lo desarrolló antes con la misma profundidad) y como en una tragedia griega, todos los eventos están orquestados para desembocar en un fin que no puede ser cambiado por los meros designios humanos. La cosa es que Bruce tiene un momento de claridad, se afeita su bigote, desempolva su vieja capucha y sale a patear escorias con una violencia rara vez vista en el personaje hasta ese momento, ¡¡¡el Goddamn Batman ha vuelto, bitches!!! Y como no puede ser de otra forma, sus enemigos van a regresar con él para convertir las calles de Gotham en una zona de guerra.
La historia se dividió originalmente en cuatro prestigios, cada uno llevando los siguientes títulos: El Regreso del Caballero Oscuro, El Triunfo del Caballero Oscuro, A la Caza del Caballero Oscuro y La Caída del Caballero Oscuro. El primero nos pone dentro del contexto de la historia, muestra el regreso de Batman, su encuentro con un viejo enemigo que creía recuperado gracias a su ayuda como Bruce Wayne, y sus primeras escaramuzas contra los mutantes; en el segundo se nos muestra con mayor detalle a Carrie Kelly, una pendeja que aparece en la primera parte y quien se convierte en el nuevo Robin -aquí hay que mencionar y reconocer a Lynn Varley quien fue la encargada de diseñar el personaje y escribir todos sus diálogos (podríamos decir derechamente que Frank Miller es Batman y Lynn Varley, Robin)-, además de contarnos cómo se resuelve el conflicto entre Batman y los Mutantes, y mostrarnos el Batmóvil más al cerdo de la historia.
Hasta aquí la historia va bastante bien y aumentando en intensidad, pero es a partir del tercer número cuando todo literalmente se desmadra y se va a la cresta. Batman logra limpiar la ciudad, Gordon se retira y deja como sucesora a Ellen Yindel, que no tiene demasiada simpatía por el encapotado y emite una orden de arresto y captura en su contra, eso sin contar con que las acciones de Batman terminan por molestar a las altas esferas del poder -quienes al momento de empezar esta historia habían proscrito a los justicieros enmascarados- los que para detener a este demente envían a su mejor agente disponible, y el único superhumano en ejercicio... Clark Kent, mejor conocido como Superman, quien tiene que dividirse entre frenar a su ex camarada e intervenir en un conflicto nuclear en ciernes entre ambas superpotencias durante la Guerra Fría, todo por culpa de una isla de mierda insignificante.
¡¡OH!! Olvidé mencionarles que el Joker despierta de su estado catatónico y también regresa para hacer los suyo, lo que significa muertos por doquier y un enfrentamiento definitivo contra Batman, o sea casi nada.
Leer TDKR por primera vez es una experiencia inolvidable, es una bomba de relojería que funciona perfecto, y que te explota en la cara en el momento justo sin que puedas hacer nada por evitarlo. Cada vez que das vuelta la página, Miller te está esperando con algo que te va a hacer estremecer; además, hace algo no menor, instaló para siempre la imagen que actualmente tenemos de Batman. Todos los clichés y rasgos distintivos del status quo actual del personaje parten aquí. Ese Batman más oscuro, monologante y que siempre tiene un as bajo la manga se lo debemos por completo a este cómic. Tiempo después Miller bajará un poco las revoluciones y acompañado de David Mazuchelli, retomará el personaje, esta vez desde sus inicios, y nos traerá otra historia fundamental, Year One, la cual supongo estará más alto en este ranking (N.d.E.: supones bien :D).
En fin, no más palabras. Esta obra maestra se defiende por sí sola. Indispensable.